La reforma laboral enmascara la temporalidad de los contratos de trabajo

Jose Blas Fernández Sánchez

La actual reforma laboral que fue una reforma light,   hace que las empresas ganen flexibilidad con los fijos discontinuos, lo que ratifica que la misma no ha sido precisamente un éxito desde que se aprobó en el Congreso de los Diputados, gracias a un error de un Diputado del PP y que no fue apoyada por socios del equipo de Gobierno porque pretendían  que se modificara la indemnización por despido.

Tras la entrada en vigor en su totalidad,  el pasado 30 de marzo, donde restringe considerablemente  las posibilidades de una empresa para contratar a un trabajador por un periodo acotado en el tiempo y así forzar  la contratación indefinida, no cabe duda que lo que ha hecho es subir  las indemnizaciones por despido y han  disfrazado el derogado contrato  de obra y servicio determinado por ese contrato “estrella” que obliga sí o sí a llevar las nuevas contrataciones a la figura del fijo discontinuo.

Es cierto que el aumento de más del 200% de la reforma laboral se ha disparado en el empleo temporal enmascarado como indefinido, pero el paro sigue en la misma línea y lo que es peor con una inflación tan alta y con la cesta de la compra también disparada, las empresas están reduciendo su  contratación,  porque no tienen medios para desenvolverse en una economía que está depauperada día tras día.

Toda esta reforma ha sido un simulacro para aparentar que se está eliminando la temporalidad, cuando ello no es cierto,  porque la reforma no deja clara cuál es el periodo que debe tenerse en cuenta para contabilizar la cuantía de la indemnización a estos trabajadores que estadísticamente se les tiene como indefinido, pero en la realidad, sus servicios los están prestando de manera intermitente, ya que no trabajan todo el año, sino únicamente durante las temporadas en las que son llamados por las empresas, algo que vuelve a crear y ya está creando inseguridad jurídica y lo que es peor, aumentará en estos fijos discontinuos una mayor litigiosidad y, por tanto,  un estancamiento de demandas  en los Juzgados de lo Social que al  final, será la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la que ponga en su sitio a esta reforma.

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El querer eliminar un contrato como ha sido el de obra o servicio determinado, dará como resultado que se enmascara a este por el fijo discontinuo  y del sustituto del fijo de obra, que ofrece más flexibilidad a las empresas que como consecuencia de una Sentencia del Tribunal Supremo vetó la temporalidad en las subcontratas, lo que la variación mensual que estamos teniendo y la “venta” que el gobierno viene haciendo de la multiplicación de los “panes y los peces” por contratos indefinidos, ni es cierto ni se ajusta a la realidad que en estos momentos está soportando el mercado de trabajo, por lo que estamos más ante un cambio estadístico que un cambio real en la calidad del empleo, pues no olvidemos que el trabajador fijo discontinuo está suspendido en periodos en los que no tiene actividad la empresa, lo que se traduce en que  la contratación indefinida que tanto bombo se le ha dado, es también de modalidad temporal, es decir, su componente no es el puramente indefinido, por lo que  se le ha dado  un barniz o pátina a algo que sigue siendo lo mismo que antes.

En definitiva, la reforma laboral de Yolanda Díaz, la cual ha salido por los pelos y  aun el Tribunal Constitucional tiene que pronunciarse si aquel controvertido voto de un Diputado es válido o no lo es,  lo que ha hecho hasta ahora, es encarecer el despido en la práctica y  eso, lo saben los profesionales del Derecho Laboral que viven día a día en sus despachos cómo la contratación que ahora se llama indefinida y que  a la larga se soluciona con una indemnización de 33 días por año de servicio, su única y clara traducción es un encarecimiento de estos y  como antes se ha dicho, una litigiosidad muy alta cuando los trabajadores consideren que sus despidos  puedan tener connotaciones de fraudulencia por los derechos fundamentales y se puedan convertir en despidos nulos. 

Para terminar, con otro titular, decir que las empresas ganan flexibilidad con los fijos discontinuos y que la reforma  laboral ha sido sólo  un amago para asustar al empresariado y contentar a los sindicatos, pero que como siempre, las indemnizaciones van a subir con lo cual también subirán los costes empresariales y  para mayor entendimiento de algunos, habrá trabajos en precario  donde las medias jornadas y trabajos por horas aumentarán desmesuradamente.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

4 Respuestas a “La reforma laboral enmascara la temporalidad de los contratos de trabajo”

  1. Acertadisimo el análisis de un magnífico profesional de derecho. Totalmente cierto, como siempre en este gobierno Frankestein prima la estadística al bienestar del ciudadano y prosperidad de la empresa.

  2. Esta reforma no es más que un simulacro para decir que han aumentado los contratos indefinidos, cuando es una mentira absoluta. Esto no crea empleo y lo que tiene que hacer esta ministra , es quitarle las subvenciones a los sindicatos y a la patronal y dejar un mercado laboral sin tanto intervencionismo y menos enviar y asustar con la Inspeccion de Trabajo.

  3. La pura verdad. Las empresas están haciendo contratos fijos y los van a finalizar con el periodo de prueba o con despidos y así sucesivamente. La temporalidad disfrazada de indefinido!!! Que asco de gobierno que todo lo que toca lo corrompe y lo denigra. Enhorabuena una vez más por el artículo de esta semana Sr. Blas.

  4. Exelente artículo una vez más, Pepe Blas da en la diana.
    Está reforma laboral que ni es reforma ni es na es más bien otro apaño chapucero que este gobierno nos quiere vender como un gran logro social, y más aún el contrato indefinido es otro engaño es como el amor fué eterno mientras duró. Pues eso es el contrato indefinido que nos ofrecen estos titiriteros (Humo)

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