V. C. Cortes| WeltDeLibros
En un agujero en el suelo vivía un hobbit, con esta frase se inicia la que sería una de las sagas más leídas e influyentes de la literatura universal, siendo además una saga de temática fantástica. El Hobbit, novela escrita entre 1920 y 1930 es la primera obra publicada del autor dentro de su universo mitológico que más tarde iría completando con El Señor de los Anillos, Cuentos inconclusos y algunas novelas inacabadas.
Esta obra, que ya es un clásico de la literatura fantástica universal, es una novela dirigida al público infantil, como vemos en muchos de sus detalles y en el lenguaje utilizado. Hay que decir, no obstante, que aunque el estilo particular de Tolkien a la hora de escribir parece a veces algo recargado, no deja de ser una lectura liviana y atractiva para el lector infantil.
¿y qué decir de una obra mundialmente conocida y adaptada al cine en varias ocasiones? Pues quizás algunas curiosidades.
Dentro de la creativa infinita de Tolkien, éste desarrolló idiomas propios para su saga literaria. Ya vemos ciertos esbozos en las Cartas de Papa Noel que él mismo redactaba para sus hijos, y que más tarde tomó y desarrolló para su mundo de fantasía, el cual, debía contar con lenguas para cada una de sus razas, ya fuesen elfos, enanos…. Realizando un trabajo de lingüista que pocos autores han llegado a completar con el éxito y precisión de Tolkien.
Sus dos grandes obras, El Hobbit y El Señor de los Anillos (en adelante ESDLA) están entrelazadas de una forma más concisa que su desarrollo en sí. Mientras que El hobbit es una novela infantil, más parecida a un cuento que a una novela, ESDLA es una novela para público adulto. La conexión temporal de ambas, es también que Tolkien escribió ESDLA pensando en los lectores adultos que habían leído de niños El Hobbit.
Un tema peliagudo en las obras de Tolkien es la representación de la mujer en sus obras, de hecho, se le ha tachado de misógino en muchas ocasiones. No obstante, mientras en El Hobbit el único personaje femenino nombrado es la madre de Bilbo, en ESDLA serían 4, y en El Silmarillion una docena… la presencia femenina iba en aumento conforme se desarrollaba las obras del autor británico.
Algunos de los nombres que aparecen en El Hobbit tanto de enanos como del propio Gandalf aparecen en una colección de poemas escritos en nórdico antiguo, escritos en el s. XIII y conocidos como Edda de Sædmund, obra que se consideran inspiradora para Tolkien.
La conexión gaditana de Tolkien. Durante su infancia y adolescencia Tolkien contó con la ayuda económica, espiritual y personal de un sacerdote portuense, Francisco Javier Morgan Osborne, al cual algunos incluso han querido ver como un Gandalf original, por el apoyo que éste sustentó al autor británico y a su familia y la equivalencia con la relación que Gandalf mantuvo primero con Bilbo y más tarde con Frodo.
Sea como fuese, El Hobbit es ya un clásico de la literatura universal, una lectura agradable, bien desarrollada, divertida y llena de aventuras que tanto niños como adultos pueden (y deben) disfrutar.