Nos imponen el adelanto de la Navidad

José Blas Fernández Sánchez

Tradicionalmente, cada época del año tenía sus fechas y nos adaptábamos disciplinadamente a que año tras año se marcaban días determinados para disfrutar o recordar las festividades de cada pueblo, región o país. Este año, la economía que nos devora por día nos impone adelantar la fecha de navidad  en el estricto sentido de que a partir de ya empecemos a consumir, a gastar, a triturar tarjetas de crédito para que parezca  que todo se hace bien y que tenemos más que suficiente para el derroche en compras y en el consumo. Todas las ciudades están compitiendo ahora con los adornos navideños  y se juegan cada una de ellas quién gasta  más, quién pone mejores lámparas led y qué ciudad se gana el mejor premio de esos  adornos  navideños. Parece como si al iluminarnos las calles nos hiciéramos  adictos a las compras y con una batería interminable de anuncios publicitarios, de árboles de navidad encendidos  y de marcas de colonias que hasta huelen por televisión, nos fuera mejor la vida  y todo es un cantar y vivir como si aquí no ocurriese nada. Es decir,  nos coaccionan para comprar  y nos obligan a que consumamos todo lo que podamos,  porque así nos hacemos mejores, sonreímos más  y no tendremos dificultades de ningún tipo. Es decir, un tupido velo a la realidad social  y un engañabobos destructivo que para quienes vivan de la publicidad y del consumo tendrán buenos resultados de aquí a la cabalgata de Reyes.

         Todo esto no es denunciado en absoluto por tantas asociaciones de consumidores que se limitan a decir  los defectos de los productos que se venden, de las marcas que nos engañan y nos hacen ver que ellos están en posesión de la verdad en cada momento, pero muy pocas asociaciones advierten al consumidor de la epidemia en la que entran y de la enfermedad letal que es este pernicioso consumo compulsivo. Pronto, las pagas extraordinarias de los trabajadores serán machacadas en esa  necesidad que la sociedad se ha impuesto de comprar todo y lo que es peor, pedirlo por vía telemática donde sin darse cuenta  hunden a pequeños comerciantes que tienen plantillas de trabajadores y que  sus mercaderías no son adquiridas presencialmente y lógicamente, el que te lo lleven a tu casa en una gran caja de cartón y tú te sientes en tu butaca lo que parece ser un regalo, no es ni más ni menos que el consumismo llevado a tasa ilimitadas  y  mientras,  no se piensa en que miles de familias pasan hambre, no tienen sustento  ni un salario que llevarse a la boca y lo que es peor, quienes pueden crear empleo  ya tienen el aviso del gobierno de la subida de salarios, de impuestos, de seguridad social y de todo aquello que se ponga por delante. Pero no importa, miramos para otro lado, pensamos que ni la tarjeta de crédito nos llega a su vencimiento, ni que todo lo que hemos adquirido nos hará muchas veces más pobres,  porque  se adquieren productos que no se necesitan y se regalan objetos que ni gustan, ni sirven para nada.

         Este es el engaño del adelanto de la Navidad, es decir, del adelanto de las colgaduras de bombillas, sin decir que ese coste de la luz de la electricidad que muchas familias no pueden soportar van a tirar los kilovatios para que los paguemos todos con nuestros impuestos. En resumidas cuentas, la Navidad llegará  el día 25 de Diciembre, como siempre, pero  con un mes antes ya no existen reservas en los restaurantes para las comidas de empresa, ya hay juguetes que están agotados, ya hay charcuteros que  tienen que cortar el jamón de día y de noche porque se  les acumula todo aquello que parece como si al no comerlos y degustarlos en estas fechas es que no existen. Es vergonzoso ver cómo están subiendo ya, por culpa de este adelanto  el precio de los mariscos, los congelados, las carnes y no digamos los  dulces de navidad y todo lo que ello conlleva. Y todo para qué, para creernos que somos más pudientes y para engañarnos a nosotros mismos cuando en esas fechas muchos hogares tendrán a los mayores en residencias, miles de enfermos preocupados por su enfermedad y en las listas de espera porque  su operación no hay quien pueda hacerla, sin olvidar la otra lista del paro,  de gente que la economía real,  no la falsa de la navidad,  los ha despedido porque no tienen consistencia para crear empleo, que ya nos estamos acercando a los cinco millones de parados,  incluido el falso empleo  del fijo discontinuo. Es decir, un mercado laboral destrozado, con jóvenes sin empleo, contratos a tiempo parcial y mucho subsidio para tener estómagos agradecidos.

         Por tanto, terminamos con  el alto coste que tiene una sociedad de mentira donde pese a los villancicos  y los anuncios de la lotería y todo aquello que era entrañable y lo es en los días señalados, lo hemos perdido porque nos han adulterado las navidades por la jodida enmienda de adelantarnos esas fechas para que gastemos y tiremos el dinero. Qué pena debe darle a gran parte de la sociedad lo que están viendo, pues cuánta comida se tira a la basura y cuantos juguetes rotos hay el 7 de enero, pero no importa, el año que viene nos comerán los impuestos, habrá huelgas, paros y entonces pelillos a la mar,  porque ya nos habremos olvidado de lo que podíamos haber ahorrado y no lo hicimos.

  Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

4 Respuestas a “Nos imponen el adelanto de la Navidad”

  1. No sé puede explicar mejor está absurda enfermedad que padece estás sociedad de consumo.
    Cómo bien dice José Blas, no se adelanta la Navidad lo que se adelanta son las ansias de consumo desmedida.
    Por desgracia la verdadera Navidad hoy la celebramos cada vez menos hoy la ven como unos días de fiesta desbocada y sin ningún reflejo del espíritu Navideño.
    Pero lo más triste es en el pozo de miseria y desencanto cuando tienen que pagar todo que compraron con la tarjeta, y ahora no tienen ni para comer, pero eso sí sus hijos tienen los mejores móviles tablet y juguetes pero la deuda sigue y no para de crecer.
    Magnífico artículo una vez más de José Blas.

  2. Qué buena crítica a esta sociedad materializada y consumista en la que estamos inmersos , yo la primera.
    Sin apenas darnos cuenta , subrepticiamente cada año nos van adelantando , tanto las rebajas de las dos temporadas( verano/invierno)que llegan a solaparse, como la creación de nuevos “ atracos , como el actual Black Friday que mueve cantidades ingentes de consumismo y por supuesto lo expuesto en esta tribuna sobre el adelanto de la “ Navidad”.
    Más de un mes de adelanto….!!!
    Llamándole Navidad a _* jartarse*_ de comer, comprar regalos, macetas, adornos , comidas, cenas/almuerzos de empresa( ya de amigos, de compañeros de gym…).
    Cuántos se embarcarán en excesos , compromisos que a lo largo del año les tendrá ajustados.
    Si nos planteamos a quienes beneficia este “ acoso y derribo de nuestros bolsillos”, sabremos enseguida que es a las grandes empresas, multinacionales . … a costa del pequeño empresario que va perdiendo capacidad de competencia …
    Y lo más triste aún es que se ha perdido , se ha olvidado, no se ha aprendido lo que de verdad es la Navidad….

  3. Es una pena perder las buenas costumbres y tradiciones solo por el dinero. Así nos va a esta sociedad llena de vicios y mercantilizadla donde los valores se han perdido y donde solo impera el gastar y olvidarnos de nuestros seres mayores y abandonados. Seguro que ahora se le compran regalos a las mascotas y a un abuelo ni se le visita en una residencia. La navidad no es gastar y consumir, es ser solidario con tanta gente que pasa hambre y no tienen un hogar lleno de lo mínimo.

  4. Buenísimo artículo de lo que hacen con nosotros los magnates del consumo. Nos llevan como borregos y lo peor es que nos dejamos llevar. Todo se está desprendiendo de lo verdaderamente importante y solo queda la guerra del consumo y de cómo tener más que el vecino. Que pena de sociedad que se está volviendo materialista y ya nada tiene valor y menos las personas. Cada vez se supera D. José!!!

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