V. C. Cortes| WeltDeLibros
La memoria de los Ratones es una historia desmembrada en dos, ya desde el comienzo iremos adentrándonos en dos historias ubicadas en una misma localización, pero en distintas épocas. Por tanto, la estructura de la trama es sin sorpresas desde el principio bastante clara, y el lector sabe que están destinadas a converger.
De un lado tenemos la historia de Andrea, una maestra novel en el pueblo de El Bosque con un pasado algo turbulento por motivos de acoso en su etapa escolar. Su llegada supone un cambio de aires y una nueva oportunidad para empezar de cero, sin que su pasado le atormente más allá de su mente. Del otro lado tenemos la historia de los ratones, una familia marcada a fuego por la irrupción de la postguerra civil española, y una trágica sucesión de asesinatos, violaciones y vejaciones que determinarán el futuro de su último miembro familiar.
En esta parte, y a pesar de ser la más escueta, encontraremos según mi punto de vista la esencia más atroz del libro, y es su buena descripción de una historia de tantas truncadas por la ignorancia de muchos pueblos y de los excesos del fascismo franquista, que ante la mirada cabizbaja de los vecinos se erigían como poder absoluto en unos pueblos destruidos tanto en lo físico como en lo anímico.
Como nexo común tenemos al pueblo de El Bosque, un lugar idílico, con una naturaleza prominente y a veces saturado de turistas, un lugar donde lo más turbulento suelen ser las cascadas del rio Majaceite. Sin embargo, el espíritu acogedor y tranquilo del pueblo se verán enturbiados por la aparición de dos cadáveres que marcan el punto de partida para la historia.
La trama se desarrolla de forma bastante fluida, con un lenguaje muy ágil para su lectura, la cual favorece además la extensión, con unos capítulos cortos y concisos que dejan siempre al lector con un deseo de continuar leyendo. La lectura además del acoso escolar, trata de temas muy importantes como son la salud mental, o la masificación turística en zonas rurales, y sin llegar a ser una novela costumbrista retrata muy bien el día a día de pueblos de interior, con escasos recursos socio económicos donde el turismo puede ser su condena y salvación indistintamente. En definitiva, una novela entretenida y de rápida lectura, con una buena dosis de misterio, y de sucesos que marcarán la vida de los habitantes del pequeño pueblo de la sierra gaditana.