Almudena Fuentes Puntas
Me imagino la cara de algunos mallorquines cuando vieron llegar a la isla a principios del siglo XIX, a una mujer como George Sand, fumando, con pantalones, con sus hijos, y con uno de los grandes pianistas de la historia: el delgado y enfermo de tuberculosis, Frédéric François Chopin. La pareja acudió a Mallorca por recomendación médica y estuvieron viviendo allí juntos, ella divorciada, y sin estar casados, con los dos hijos de la escritora. Le dejó tan impactada que en la isla escribió una de sus novelas autobiográficas “Un invierno en Mallorca”, además de “Spiridión”, mientras que Chopin, desde su celda, resguardado de la intensa lluvia, frágil, casi sin fuerzas, compuso la mayoría de sus Preludios, la Polonesa en Do menor, op. de 40, o la Mazurca en Mi menor, op. 41 nº 2, entre otras composiciones.
Aurore Dupin Delaborde, adoptó el pseudónimo de George Sand en su primera novela independiente, «Indiana» (1832), con lo que le permitía publicar en una época en la que las mujeres no solían publicar libros. No en vano la española Cecilia Bohl de Faber, tuvo que convertirse en Fernán Caballero. Sand fue una de las grandes escritoras del romanticismo, del feminismo y socialismo, tal fue su popularidad que de sus escritos tuvo que hacer una recopilación llamada “Obras completas”, que llegó a tener cuatro ediciones en toda su vida. Chopin, niño prodigio, del cual aún se siguen estudiando sus métodos de piano, fue además compositor y profesor, uno de los grandes virtuosos pianistas del Romanticismo.
Cuando Chopin conoció a Sand, creía que era un hombre porque era una mujer adelantada a su época y vestía pantalones, fumaba, paseaba sola, etc. El atuendo masculino de Sand le permitió circular con mayor libertad y acceder a lugares en los que se excluía a las mujeres, incluso a las de su posición social. En 1800 la policía difundió una orden que prohibía que las mujeres usaran ropa estimada como masculina sin un permiso. Sand no lo solicitó, como otras, para subvertir los estereotipos, se sentía más cómoda vestida así y la ropa masculina era más resistente y menos cara que el vestido de la época. Sand era una mujer fuerte y cuidó en la enfermedad a Chopin, eso le permitió explotar su genio al máximo, y producir una música maravillosa. Chopin, sin embargo, era delgado y delicado. Sand además, fue una de las primeras personas en declarar que la biología no determina el género. En este sentido Víctor Hugo comentó:
“George Sand no puede determinar si es hombre o mujer. Tengo un gran respeto por todos mis colegas, pero no es mi lugar decidir si ella es mi hermana o mi hermano”.
Víctor Hugo
Sand, nació en Paris en 1804, hija de la alta aristocracia, emparentada con el Rey Luis Felipe I de Francia, divorciada del barón Dudevant, fue también periodista. Asumió las ideas del amor libre de la Francia revolucionaria y se embarcó en diversos romances durante su vida. Entre sus amantes además de Chopin, estuvo la actriz Marie Dorval o el poeta Alfred Musset. Con Chopin mantuvo la relación más larga, de 1838 a 1847.