Iván Antonio – Enríquez pasa su tiempo entre Langa, su pueblo, y Arévalo, su ciudad. A lo largo de los años desarrolla dentro de su propia asociación cultural, “La Queda”, su pasión por la escritura, el teatro y la música, fusionándolo en varias ocasiones dentro de sus historias.
Lleva más de 15 obras de teatro originales sobre los escenarios (recreaciones históricas, fantasías o comedias) y tres libros publicados “Im – pulso” (Una historia contra el Bullying que nació como danza teatro), y la bilogía de “La Voz Prestada”, una historia a favor de los derechos del colectivo LGTBIQ+, compuesta por El Último Acorde y Donde Habita el Silencio. En 2019 es nombrado embajador Nº 11 contra el Bullying en ASCBYC.
¿Cuál fue el primer libro que leíste y te sirvió como escritor? ¿Cómo te influyó a la hora de escribir?
Marina, de Zafón. Fue una de las personas por las que me metí dentro de este mundo. Es verdad que siempre me ha apasionado, pero no fue hasta que comenzó mi admiración por este escritor, cuando de verdad me propuse aspirar a algo más. Tenía una envidia sana de sus historias, tan completas y descriptivas, que te hacen amar lugares sin haber pisado en ellos. Y como soñar no cuesta dinero, aquí estamos, durmiendo.
¿Qué personaje de una de tus novelas y de qué novela te hubiera gustado conocer?
Zahara, de la bilogía “La Voz Prestada”. Es un personaje tan admirable como inesperado. Y sonará raro porque es alguien que ha salido de mi cabeza, pero en el momento que en la escena salía ella, tomaba el control y ella solita escribía y actuaba. Yo solo movía los dedos de forma mecánica. Es un personaje que, ojalá, algún día pueda llegar a tener en mi círculo de amistades.
¿Cuáles son tu sitio y tu momento preferido para leer? ¿Y para escribir?
Antes era noctámbulo, pero mucho. Ahora me acuesto pronto (desventajas de hacerse adulto) y prefiero las mañanas para escribir. Es verdad que si estoy inspirado aprovecho y mira, hasta donde llegue, como si son las ocho de la tarde de un día que no tengo que hacer nada más que escribir. Si la historia habla, yo callo y escribo.
En cambio, para leer prefiero la noche. Es como ese momento de desconexión antes de dormir. Un pequeño placer que te evade de esta nuestra absurda realidad, para sumergirte en otra tan distinta como atrayente. Ahora, si puedo leer algún capitulo suelto en cualquier rato libre, lo hago; eso desde luego.
A la hora de escribir, ¿te planteas antes de comenzar sobre qué género vas a escribir y respetas sus límites?
Cuando escribo teatro sí, pero porque para mí es muy distinto escribir teatro a narrativa. En cambio, con las novelas, a pesar de que suelo pensar en qué tipo de genero podría encajar la historia, no le doy demasiada importancia. No suelo ser de etiquetas en ninguno de mis ámbitos diarios, pero ya que las hay, tenemos que usarlas. Aun así, no me gustan los límites a la hora de escribir. Que pase lo que tenga que pasar dentro de la historia, luego serán los lectores los que decidan si es está bien enfocado o no, pero nada de vetarse. Eso es lo peor que puedes hacerte como escritor. Escribe lo que quieras y lo que te salga de dentro. Si tengo que escribir algo, por muy crudo que sea, lo haré. Y si escuece, es que ha hecho su trabajo.
¿Recuerdas alguna reseña que te hayan hecho y te haya llenado de orgullo?
Hay reseñas que me emocionan especialmente. Sobre todo las de Impulso, y más si me las hace gente joven que está pasando o ha pasado por el problema del acoso escolar recientemente. Me emociona saber que esta historia ayuda.
También recuerdo varias de cualquiera de los dos libros de “La Voz Prestada”. Como hemos dicho antes, son libros que no tienen límites, sobre todo en lo que a la libertad y los derechos se refiere. Ayudar con las historias es la mejor recompensa que puedo tener como autor. Con esa intención nacen y con esa intención las leen.
¿Planificas mucho tus novelas o te dejas guiar por la inspiración del momento?
Pues mira, sí. Yo lo planteo, escribo y describo. La idea está muy desarrollada, con los personajes y los maravillosos (y curiosos) lugares donde van a suceder las historias. Yo lo dejo todo al mínimo detalle. Y todo suele marchar bien al principio… hasta que aparecen ellos, los personajes, que me plantan cara para decirme, “No, mi cielo, esto no va a pasar así porque a mí no me sale de las narices y tú no me vas a mandar”, u otro que se niega a irse donde estaba planeado, o “¿Qué ahora tengo que hacer el qué? Vas tu listo si crees que voy a besar a ese”. Yo, como un inocente escritor, callo y acato. Nadie mejor que ellos para saber lo que tiene que pasar.
¿Qué os parece descubrir cuáles son sus gustos musicales, cine, teatro o lo que nos quiera contar?
Con la música tengo una relación especial. Recientemente falleció mi abuelo, que le encantaba la música. Por ello a sus cinco hijos varones (mi padre y mis tíos) les formó en conservatorios para formar una orquesta que ha estado más de 41 años sobre los escenarios. Entenderéis que la música la llevo muy dentro.
Me encanta el cine, sobre todo las producciones españolas. Y del teatro, de eso mejor ni hablamos. Para mí, entrar en una sala de teatro es como entrar en un templo, se merece el mismo respeto y el mismo silencio. Es un lugar de culto. Ese olor a las butacas, el ambiente tan cargado de almas que han actuado allí, tantos personajes ficticios y de verdad… Si pudiera, viviría en un teatro toda mi vida.
Aparte de eso, soy miembro de la junta directiva de una asociación cultural que se llama “La Queda”. La llevamos entre unos amigos y superamos los 100 socios y socias. Ahí es donde mis obras de teatro cobran vida y todas las ideas que llevamos a cabo suelen tener un gran éxito de afluencia de público.
Su obra
“El Último Acorde” (primera parte de “La Voz Prestada”)
Para sus cortos veintidós años, Hugo podría escribir una lista bastante larga con los nombres de todas sus exparejas. Acaba de romper con Gonzalo, la última de ellas. Esto va a hacer que ponga en peligro la beca que le mantiene en la Universidad. Ethan, por su parte, está comenzando a despegar en el proyecto que ha formado con sus cuatro amigos: un grupo de música indie que ya empieza a sonar en la radio. Ninguno de los dos se conoce entre sí, hasta que un TFG, un amigo en común y Amy Winehouse les obligarán a permanecer juntos más tiempo del que les gustaría, o eso piensan al principio. A ojos del mundo y de la industria musical Ethan no puede ser quien es y alguien se encargará de recordárselo continuamente, pues no es el único que guarda un secreto sobre su vida…
Donde Habita el Silencio (Segunda parte de “La Voz Prestada)
Ethan y Hugo han pasado muchas dificultades para estar juntos y, cuando por fin lo consiguen aparece alguien que se encarga de destruirlo. Con Ethan desangrándose sobre las piedras de la Plaza de la Villa de Arévalo y Hugo secuestrado, camino a su peor calvario, la sociedad será determinante para luchar contra el odio, que ha conseguido separar a nuestros dos protagonistas de forma indefinida.
Lucha, rabia y reivindicación se unen tras estas líneas para clamar contra el odio. ¿Seremos capaces de conseguirlo? ¿Seremos capaces de unirnos a la manada? ¿Seremos capaces de encontrar la llave que abre el candado que obliga a Ethan a mantener su silencio?
- Si tuvieras que vestir con un único color para siempre sería: El blanco, ya que es la presencia de todos los colores juntos.
- Un aroma con el que te identificas: La vainilla y la canela, pero juntas. Por eso las cuento como único olor. Me hace estar tranquilo y en paz.
- Sabor preferido: El coco. Cualquier cosa que lo lleve va a estar bueno, sí o sí.
- Una película que te hizo llorar y que te de reparo reconocer que lo hizo: “Un Monstruo Viene a Verme”, pero no me avergüenzo de ello. Siempre estoy orgulloso de mostrar mis emociones. Al final, es lo que nos hace humanos.
- Un libro que te marcó: Cualquiera de Carlos Ruiz Zafón. Perdón por ser tan pesado, pero es que le debo mucho a este señor y no veo la forma de recompensárselo. Para mí sus historias son pura magia y van más allá de la fantasía y lo lúgubre.
- Un sueño por cumplir: Conocer a Amy Winehouse. Lamentablemente, me tendré que quedar sin cumplirlo porque ya no está entre nosotros, pero la voz de Amy curó muchas de mis heridas, y no hablo de las físicas. Tengo unos recuerdos muy nítidos de cuando escuché su música por primera vez y luego ya no pude salir de ahí. Cada vez que necesitaba cobijarme le daba al “Play” y me dejaba llevar. Supongo que hay cosas que no son tangibles, pero a las que también podemos llamar hogar.
- Un miedo: Perder la memoria. Por desgracia, he tenido varios casos cerca de mí y quizá no sea tan doloroso como parece, pero duele no poder acordarte de la gente que más quieres. Duele olvidarte de toda una vida cuando aún la estás viviendo.
- Un deporte: Natación. No es que lo practique mucho, pero ya que tengo que elegir… el agua me tranquiliza mucho. Todo lo que tenga que ver con ella siempre es bueno.
- Un país al que irías o regresarías: Edimburgo. Ya, ya sé que no es un país, que es una ciudad. Pero es que yo solo quiero ir allí, verlo y, si me gusta, quedarme a vivir. Tengo una obsesión enorme con este país y lo más gracioso de todo es que no sé de dónde ha salido. Es como una conexión extraña que me dice que tengo que pisar ese suelo alguna vez en mi vida porque allí puede haber cosas esperándome.
- Tatuajes qué llevas o llevarías: Unas alas. Las tengo muy pendientes desde que escribí Impulso. Se convirtieron en el símbolo de los jóvenes actores y de todo el mundo que fue a ver la obra. Las alas dieron el significado que le faltaba a la obra. No puedo dejarlo ahí… Para mí las alas significan libertad, volar donde quieras y con quien quieras.
- Una de tus novelas que te gustaría ver en la gran pantalla: Impulso. Supongo que no es tanto como leerlo, que es igual de emocionante, o aún más; pero… ¿A qué autor no le gustaría ver sus libros en la gran pantalla? Es otro tipo de consumir las historias, ni mejor ni peor, solo distinta.
Opinión de los lectores
Im-Pulso de Iván Antonio Enriquez.
Nos encontramos ante un libro lleno de magia, así tal cual… Un libro que es la primera obra de su escritor y aún así se ha atrevido a narrarlo en primera persona, pero no sólo desde el punto de vista de un personaje, eso es lo «fácil», lo hace metiéndose en la piel de cada uno de ellos, dándoles voz a todos en este historia porque, realmente, todos tienen algo que decir. Estructurada en capítulos cortos y dotada de un lenguaje sencillo hace que prácticamente se lea sola y pueda llegar a todos los públicos, que es la idea… Debería ser lectura obligatoria tanto para víctimas de bullying, como para verdugos, como para los que miran para otro lado porque son «cosas de críos»…Todos necesitamos nuestro IMPULSO en la vida, algo que nos ayude a aferrarnos a seguir con uñas y dientes…Iván no solo trata en este libro el tema del bullying, se moja también con temas como el machismo, la violencia de género, la homofobia… Pero también nos muestra la magia de la música y de la amistad, pero sobre todo de la empatía… Gracias Iván, sigue así
El último acorde.
Me encantan los libros en los que la música está presente a lo largo de la trama y me encantan los libros que denuncian las injusticias a voces, así qué estaba claro que teniendo estos dos ingredientes, esta novela me iba a gustar, lo que no me imaginaba era que tanto…He de decir que no es el primer libro que leo de Iván, pero ha evolucionado y crecido tanto como autor que me ha sorprendido muy gratamente (¡Ojo! «Im-Pulso» me gustó mucho también). Con la historia de Ethan y de Hugo ha conseguido emocionarme, mantenerme tensa en los primeros momentos en los que ellos empezaban a descubrirse, me ha hecho ansiar ese primer roce, ese primer beso tanto como lo ansiaban ellos… He querido y odiado a los personajes, he vivido la historia con ellos…Es un libro que pide a voces que se acaben las injusticias hacia el colectivo, que se acabe el juzgar a la personas por lo que sienten, por cómo se sienten y por hacía quién sienten… El autor cuenta sin miedo los episodios duros que sufre cada uno de los personajes, da voz al miedo, al dolor, pero también a la esperanza y a la fuerza…Un libro que, claramente no es para todo el mundo, pero que sí debería ser leído por todo el mundo.
Me encantan todas sus novelas!! Las recomiendo!!
chaniapariciovela_escritora
Por ahora solo he leído los dos primeros pero Iván es todo un artista
_inkties
Solo puedo decir que todo el mundo TIENE que leer a Iván, sus novelas son increíbles y muy necesarias
sergibestraten
Yo me he leído im-pulso y lo recomiendo 100, ahora estoy con el último acordé que me queda un poco, un gran artista en plasmas la realidad, las injusticias, pero también el amor.