Las olas de calor son cada vez más frecuentes y más intensas debido al cambio climático. Estos eventos climáticos extremos tienen un impacto significativo en la salud de las personas, especialmente en aquellas que no tienen acceso a un hogar seguro y una atención médica adecuada. En este sentido, los sintecho son uno de los grupos más vulnerables ante las olas de calor y su mortalidad se ve fuertemente afectada.
Es evidente que la falta de vivienda ya es una situación crítica para las personas que la padecen. La exposición a temperaturas extremas y a la radiación solar en las calles puede desencadenar problemas de salud graves, como la deshidratación, el agotamiento por calor, las quemaduras solares y la insolación. Además, estas condiciones pueden agravar otras afecciones médicas preexistentes, como las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque al corazón.
A menudo, los sintecho no tienen acceso a fuentes de agua potable ni a instalaciones sanitarias adecuadas para mantenerse hidratados y limpios. Además, muchos de ellos no pueden permitirse buscar refugio en lugares frescos, como centros comerciales o bibliotecas, debido a la falta de recursos económicos o a las políticas restrictivas de algunos establecimientos. La falta de acceso a la atención médica también puede agravar la situación de aquellos que padecen enfermedades crónicas.
Por lo tanto, es esencial que se tomen medidas para proteger la salud y la vida de los sintecho durante las olas de calor. Esto incluye la provisión de refugios y centros de enfriamiento, la distribución de agua y alimentos, la educación sobre cómo prevenir la deshidratación y otras enfermedades relacionadas con el calor, y la disponibilidad de atención médica asequible y de calidad. También se deben abordar las causas subyacentes de la falta de vivienda, como la pobreza y la exclusión social, para garantizar que los sintecho puedan acceder a un hogar seguro y a los servicios básicos que necesitan.
En conclusión, las olas de calor son un problema grave para los sintecho y pueden tener consecuencias fatales. Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto tomar medidas para proteger a los más vulnerables de estas situaciones extremas y garantizar que todos tengan acceso a un hogar seguro y a los servicios básicos de salud y bienestar.