Las relacionas laborales antes y después de la pandemia del Covid-19

José Blás Fernández

A nadie se le escapa la situación de avance social que la sociedad globalizada tenía antes de este ataque del coronavirus; se  avanzada por momento e incluso los países de nuestro entorno, marcaban pautas muy sobresalientes para que el mercado laboral se superase por día. Los propios Tribunales del orden social, se sometían a nuevos criterios del Tribunal Europeo y   muchas resoluciones judiciales a las pautas de la propia O.I.T., para avanzar en todo aquello que fuese mejorando el mundo de las relaciones laborales.

En las relaciones contractuales entre trabajadores y empresas, estas  se hacían cada vez con más deslizamiento para que el trabajador mantuviese una fijeza en el trabajo y hemos ido acudiendo por imperativo de la última reforma laboral en España del 2012, a que los contratos de trabajo fuesen por tiempo indefinido, para garantizar una mayor estabilidad en el empleo y sirviese de garantía a los trabajadores para desarrollar con mayor tranquilidad sus cometidos en el empleo, es decir hemos ido limando poco a poco la eventualidad para hacernos,  como en el resto de Europa, con mayor apariencia de fijeza, cosa que si bien ha sido controvertida, se imponía poco a poco, salvo las excepciones que nuestro ordenamiento jurídico nos marcaban para los distintos tipos de contratos de trabajo que por otras causas y necesidades, era obligado a otros modelos.

Todo este horrible cambio que estamos viviendo en todos los aspectos, por culpa de la pandemia, nos hace pensar que el mundo contractual no será el mismo. Hasta ahora,  pese a las dificultades de nuestro mercado laboral, se buscaban fórmulas para no incurrir en fraude de ley, pese a las presiones que se recibían en varios sectores, pero tras este hundimiento del mercado laboral tal y como se atisba, ahora ¿ quiénes van a poder contratar  por tiempo indefinido?. Se pedirán contratos temporales y por tiempo cierto, pues el mercado no puede hacer otra cosa y los logros conseguidos antes de la gran crisis, se irán adaptando a un nuevo y extraño mercado laboral que seguro estoy habrá que acogerse, pese a lo que ello supone de  retroceso en las relaciones laborales, pues han cambiado los esquemas, volviendo a casi otros tiempos atrás, a los que ,  quienes lo conocimos, no nos gustaría volver.

Por tanto, quiero recordar que a grandes males grandes remedios y,  por tanto, no puede olvidarse cómo aquel contrato de trabajo acogido al R.D 1989/84,  en tiempos del Ministro socialista Joaquin Almunia y desarrollando el art. 15 del Estatuto de los Trabajadores, creó más de dos millones de empleos en la España aquella que también se encontraba en crisis, contrato de un mínimo de seis meses,  pero prorrogado hasta tres años, el cual salvó mucho empleo y hoy todavía existen muchos trabajadores fijos en plantilla procedentes de aquella fórmula de contratar, que seguro estoy se nos va a dar ahora con mayor virulencia.

Todo esto se irá viendo venir en cascada tras la pandemia y no habrá fórmulas mágicas, más que aquellas que creen empleo,  aunque sean con estos remedios que en otro tiempo se utilizaron y dieron resultados, lo contrario será un mercado  triste y perdido, donde las pequeñas empresas, no verán otra solución para su porvenir que éste que personalmente apunto.

José Blas Fernández

Presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Graduados Sociales
@Jblasfernandez

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