Germain Droogenbroodt, Premio Internacional de Poesía de Fuente Vaqueros por sus Reflexiones poéticas 

Germain Droogenbroodt acaba de ganar el III Premio Internacional de Poesía de Fuente  Vaqueros por decisión unánime del jurado, compuesto por los poetas Ramón Martínez,  Fernando Valverde y Amalia Moreno Restrepo. El jurado ha premiado su poemario  Reflexionaes poéticas, editado por Valparaíso Ediciones. Rafael Carcelén, en la  introducción, presenta a Germain Droogenbroodt como  […] un poeta belga, de la región de Flandes (Rollegem, 1944), aunque afincado en Altea  (Alicante) desde 1987, cuya obra ha sido traducida a 28 idiomas, siendo además un  reconocido traductor y editor de la mejor poesía moderna de todo el mundo. Ha traducido  a su lengua más de treinta libros de poesía alemana, inglesa, francesa, española y  latinoamericana, y ha realizado adaptaciones de poesía árabe, china, persa, japonesa y  coreana (p. 11). 

Efectivamente, el poeta Germain Droogenbroodt goza de un bagaje multicultural  y diverso que se refleja de una forma profunda en una etapa madura de su obra en estas  Reflexionas poéticas. Este poemario está compuesto por ciento nueve poemas breves de  profundo calado y que, además, producen en el lector o la lectora imágenes diversas que  perduran en su mente. Se trata, pues, de composiciones que no dejan nada al azar, que  son críticas y que no solo mueven a la reflexión sobre temas muy distintos y de gran  actualidad, sino que también plantean un mismo problema bajo diversos enfoques, aunque sin perder de vista el vértice común de la defensa de la justicia social y la paz  mundial.  

Algunos de los títulos de los poemas que componen este libro son muy semejantes  por la temática, sirvan de ejemplo «Erupción volcánica» y «Volcán». Como puede  apreciarse por su alusión al desastre natural de La Palma del año 2021 y como ya se ha  indicado, los poemas reflejan cuestiones de gran impacto en la sociedad actual. En esta  línea, pueden hallarse composiciones con otras temáticas contemporáneas y con títulos  tan significativos desde su comienzo como «Coronavirus» o «Inteligencia artificial». Hay incluso títulos totalmente homónimos, como es el caso de «Vacío», que da nombre a tres  poemas de temáticas diferentes abordadas también desde primas distintos. El primero (p.  33) alude al vacío del habla; el segundo (p. 48) hace referencia a las carencias materiales y, especialmente, a las espirituales; y el tercero (p. 53) está inscrito en la óptica del  recuerdo que puede producir observar lo que antes estuvo ocupado. Otro caso similar de  homonimia puede hallarse en los dos poemas titulados «Sombra» (pp. 30 y 66). 

Asimismo, existen otros poemas de temática más abstracta y que gozan de una  rica tradición clásica. Estas poesías abordan el paso del tiempo, la perfección, el recuerdo  o el olvido, la muerte, etc. Todos ellos temas sobre los que los grandes de poetas han  reflexionado a lo largo del tiempo. A modo de ejemplo pueden citarse como ejemplos más brillantes de Reflexiones poéticas «El tiempo» o «Añoranza». 

Así pues, los poemas de temática diversa aparecen alternados y no se presentan divididos en bloques temáticos, lo que podría resultar saturante, repetitivo o monótono.  De esta forma, la variedad, pasar de un poema a otro con distinto contenido permite  reflexionar más detenidamente sobre cada problema presentado sin perderlo de vista, ya  que su contenido reaparece páginas más adelante. En este sentido, entre las temáticas  todavía no expuestas pueden hallarse los poemas que aluden a la contaminación, por  ejemplo, en «Polución», o a los muertos que no cesan de aumentar en el mar Mediterráneo, como en «Un niño ahogado» o «Emigración (El último vuelo)». Otros  presentan elementos o fenómenos de la naturaleza con una visión desgarrada, afligida,  podría decirse desesperanzada, hacia el porvenir, por ejemplo, en «Recordatorio».  También es constante la preocupación que se desprende de estos poemas sobre aquello que será legado a las futuras generaciones y que, en conjunto, se plasma tan  profundamente en estos versos de «Lo que quedará»: «Pero qué quedará / para los que  vendrán después, / como rastro de nosotros // qué más / salvo construcciones de mal gusto,  / la polución del agua y del aire, / la codicia del ahora» (p. 73). La libertad o su falta son otros de los grandes temas del poemario. La denuncia de la falta de libertad es  magistralmente representada en «Perdida libertad», donde una paloma monitorizada  puede universalizarse y adoptar un significado más profundo en el que cualquier ser  humano es esa ave que no sabe que su vuelo no es libre.  

Casi a medio camino, en otras palabras, a mitad del poemario, se halla la  «Esperanza». Este poema es el único que puede catalogarse verdaderamente como una  composición de carácter esperanzador, ya que se opone considerablemente a la visión  presentada hasta ese entonces en el poemario y que despuntará en los poemas siguientes.  Pues, aunque en muchos de ellos han aparecido con frecuencia una flora y una fauna  idílicas, estas solo han servido de radical oposición al espacio perturbado injustamente  por las guerras, como puede volver a encontrarse posteriormente en «Inhumano», o por la acción del hombre, en «Dislocado». De hecho, naturaleza y pensamiento crítico van de  la mano en gran parte de los poemas presentados en este volumen y cuyo ejemplo más  destacado podría ser «Progreso».  

Además, en Reflexiones poéticas, el lector o la lectora puede leer otros poemas  que permiten establecer conexiones con distintas tradiciones, muestra del gran bagaje y  de los influjos literarios diversos de los que goza el poeta. Por ejemplo, la estrofa «El  camino de la vida / no tiene meta: / la meta es el camino» (p. 83), de «La meta», recuerda  a aquellos célebres versos del poeta Antonio Machado de su «Poema XXIX» de  Proverbios y cantares: «caminante, no hay camino: / se hace camino al andar». En la  línea bíblica, «Asimismo, el ser humano / por muy alto que vuele / tarde o temprano ha  de volver / para convertirse en polvo / y mezclarse con la tierra» (p. 91), de «Regreso», remite al pasaje bíblico «porque polvo eres / y en polvo te has de convertir». Igualmente bíblica es la imagen evocada en «Pérdida», donde se nombran el arca de Noé y las  posibilidades de salvación.  

El cambio climático, la pobreza, la avaricia, la huella humana sobre la naturaleza,  las catástrofes naturales o las epidemias, la dependencia y el crecimiento desmedido de  la inteligencia artificial… todos ellos son temas que se presentan en alternancia en estas  Reflexiones poéticas. Ciertamente, la decisión de titular como «reflexiones» las poesías  que componen este poemario ha sido totalmente acertada por parte del poeta, ya que, pese  al lenguaje poético bello, la materia poetizada no puede dejar al lector o a la lectora  indiferente. Se trata de poemas que producen imágenes múltiples, pero también crudas  porque su contenido es la realidad, una realidad actual sobre la que el autor reflexiona e  induce a quien lee sus poesías a reflexionar, a pararse a pensar sobre todo lo que ha  sucedido recientemente en la sociedad y lo que puede estar por suceder. En cualquier  caso, no puede catalogarse Reflexiones poéticas como un poemario pesimista, sino como  una llamada de atención necesaria sobre todos y cada uno de los frentes que hay abiertos  en distintos lugares del mundo y que no solo afectan al presente, sino también a los que  están por venir. En resumen, y para concluir, quizás este poemario no pueda ser mejor  definido que con uno de los numerosos poemas, «Escribir poesía», de contenido  metapoético del propio Germain Droogenbroodt y que, para mí, es claramente uno de los  mejores del poemario: «Decir lo indecible / en las orillas del tiempo // escuchar / lo  inaudible // iluminar con la antorcha de la palabra / lo que era noche y oscuridad //  experimentar / lo más profundo del ser» (p. 118). 

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