No puedo más que sentirme identificada con las palabras de Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social de España, que ha sido recientemente atacada por Pablo Iglesias en un discurso en el que habla de la izquierda española como un espacio en el que domina el patriarcado machista. Estoy completamente en desacuerdo con esa afirmación y quiero expresar mi apoyo a Yolanda Díaz y mi rechazo al machismo en la política y en la sociedad en general.
Es cierto que la presencia de las mujeres en los espacios políticos de poder no es tan amplia como debería ser, pero la existencia de mujeres como Yolanda Díaz, que ha conseguido llegar a uno de los puestos más importantes del Gobierno español, es un avance importante en la lucha contra el patriarcado. La ministra ha demostrado una gran capacidad de liderazgo y ha trabajado duro para mejorar las condiciones laborales de las personas más vulnerables, especialmente durante la pandemia.
Por otro lado, el discurso de Iglesias es una muestra más del machismo que sigue existiendo en la sociedad y que se reproduce en los espacios de poder. Es lamentable que todavía haya personas que piensen que las mujeres no son capaces de liderar o que deben adaptarse a los roles que la sociedad les ha asignado históricamente. El patriarcado sigue siendo una barrera para el progreso social y económico de las mujeres, y su erradicación debe ser una prioridad en la agenda política de cualquier partido de izquierda que se precie.
Es cierto que la izquierda española no es perfecta y que aún queda mucho por hacer para conseguir una sociedad más igualitaria y justa. Pero la solución no pasa por atacar a las mujeres que están trabajando por el cambio, sino por escuchar sus voces y sus demandas, y trabajar juntos para construir un futuro más inclusivo y justo para todas las personas. El patriarcado es un enemigo común que debe ser combatido desde la unidad y la solidaridad de todas las personas comprometidas con la igualdad y la justicia social.
En resumen, el discurso de Iglesias no solo es equivocado sino que también es peligroso, ya que perpetúa el machismo en la sociedad y en la política. Es importante que apoyemos a mujeres como Yolanda Díaz y trabajemos juntos para construir una sociedad más igualitaria y justa para todas las personas, sin importar su género o su origen. La lucha contra el patriarcado es una tarea de todas y todos, y no podemos permitir que las palabras de una persona dañen el trabajo que se está haciendo por la igualdad y la justicia social.