El calígrafo de Lodz | Manuel Fresno

Marisol Cabrales Sánchez

El Calígrafo de Lodz es una novela de ficción histórica cuyo núcleo argumental se centra en los años previos a la II Guerra Mundial, en torno a la persecución de los judíos por parte del nazismo. Además, dicha trama se ve aún más cohesionada con la introducción de otros dos períodos históricos que a lo largo de la novela se irán vinculando a ella: la destrucción del Templo de Salomón por parte de las legiones romanas (70 d.C) y la actualidad, cuando una pareja de jóvenes a punto de casarse entra en contacto de forma inesperada con su pasado familiar.

La forma de narrar de Manuel Fresno es impecable, llevando las transiciones entre épocas de forma fluida y dotando a sus personajes de una identidad y carácter que los hace inolvidables. Viven una serie de acontecimientos históricos reales de forma que el lector parece acompañarles en eventos terroríficos como la Noche de los Cristales Rotos o la vida en los guetos.

Con un adecuado rigor histórico, en esta novela se nos transmiten los acontecimientos de forma amena e incluso cinematográfica, por lo que esta obra también funciona bien para quien no se encuentre muy familiarizado con el género de novela histórica.

Bien documentada y con un adecuado equilibrio entre la barbarie, la incertidumbre y la esperanza, se ha convertido en una de las mejores novelas basadas en este período histórico que he leído. Personajes como el pequeño Oskar, su hermano Samuel o su tía Esther son ejemplos de resiliencia que se han ganado mi corazón.

Su trama e inolvidables personajes se ven coronados por un final que ata todos los cabos y deja un buen sabor de boca a quienes nos hemos adentrado en esta novela, en la que se equilibra el grado necesario de dureza para no volver a repetir estos errores y, a su vez, ofrece una luminosa esperanza que nos enseña que podemos ser íntegros aún en los peores momentos de nuestras vidas.

Una historia que todos deberíamos conocer y que en este novela aparece explicada de forma amena, ofreciendo todos los ingredientes para que permanezca en nuestra memoria mucho tiempo tras su lectura.

Planta:

Rosa de Sharon (Hybiscus syriacus): una de las plantas con mayor presencia bíblica y cuyo significado se ha repetido en la cultura popular. Aparece en la Canción de Salomón y simboliza la capacidad de superar obstáculos.

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