Amen, el Papa responde

Araceli F. Zapata

«Amen, el Papa responde» es un programa de Disney+ emitido estos días en el que Francisco ha respondido las preguntas de un grupo de jóvenes escogidos para tal fin. En primer lugar, es importante reconocer que el Papa Francisco es una figura influyente en el mundo y muchas personas buscan su consejo y guía espiritual. Y este programa plantea algunas preocupaciones y cuestionamientos que afectan tanto a los católicos como a la propia sociedad. Pero hay cosas que me dejan dudas.

En primer lugar, es cuestionable que un gigante del entretenimiento como Disney+ esté presentando un programa religioso, especialmente cuando se trata de una figura tan influyente como el Papa. Esto puede llevar a preguntas sobre si Disney+ está tratando de capitalizar la popularidad de Francisco o si está tratando de promover una agenda religiosa específica, en la que el populismo del papa argentino se toma como valor. Y se hace aprovechando el morbo de las preguntas realizadas desde el colectivo LGTBi+

Además, me surgen dudas en cuanto a la forma en que se presenta el programa. Parece que está diseñado para presentar al Papa Francisco como una figura de autoridad infalible, en lugar de como un ser humano que puede cometer errores. En este sentido, el programa puede fomentar una cultura de culto a la personalidad en lugar de animar al público a hacer preguntas críticas y a pensar por sí mismos. A la vez que una forma de atraer a los más jóvenes a una iglesia encorsetada en el pasado.

También es importante mencionar que el programa parece estar dirigido principalmente a un público católico, lo cual limita su alcance y puede excluir a personas de otras religiones o sin religión. Pero a la vez trata de mostrar modernidad en la iglesia abriendo el abanico a la búsqueda de nuevas mentes que atraer a su idolología. Pero viendo respuestas del papa en la que se defiende a personas trans atacando a la parte más retrograda de la propia iglesia, también puede llegar a provocar una división dentro del catolicismo en lugar de fomentar la inclusión y la comprensión entre diferentes realidades sociales.

En conclusión, aunque entiendo que el Papa Francisco es una figura influyente en el mundo y que muchas personas buscan su guía espiritual, creo que el programa «Amen, el Papa responde» plantea algunas preocupaciones en cuanto a su presentación y la forma en que se presenta. Espero que los productores y los responsables del programa puedan reflexionar sobre ello y trabajar para crear un contenido más inclusivo y crítico.

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