Feria del libro de Madrid para celebrarla

Recientemente, como conclusión de la Feria del libro de Madrid, han salido varias declaraciones en redes sociales, en relación con lo bien que ha ido. Resulta curioso lo que viene a ser realizar un análisis sobre una feria del libro, así a nivel general, con una total falta de información.

La organización de la feria del libro de Madrid hacía una media de todo lo facturado en el total de la feria, y daba por hecho que eso eran cifras muy buenas, adoptando el peligroso camino de continuar de esa manera “tan buena” en futuras ediciones. Atrás quedan algunas de las actividades en paralelo, que a modo de reivindicación han realizado algún que otro colectivo de pequeñas editoriales disconformes.
El mundo de las ferias se debate entre las expectativas realas y las expectativas de lo que debería ser. Pero esto enfocado al mundo editorial, porque en el terreno de los autores esto es otro charco en el que no nos vamos a meter.

En el sentido de las editoriales, que vienen a depender de lo puramente económico, aunque muchas de ellas no lo quieran admitir y tengan esto de publicar como actividad de tiempo libre para funcionarios, las ferias no están siendo algo para celebrar. Aunque alguna si lo haga, y aunque pueda parecer hasta una sátira (que lo mismo lo es y todo).

Me refiero a las declaraciones en twitter de Newcastle ediciones, que venia a celebrar que había vendido en toda la feria 94 libros (842€ facturados) celebrando que era un “milagro que en medio de la multidud unos pocos lectores hayan comprado sus libros”.

Yo, que aun siendo un animal, tengo algo de empatía hacía mis queridos Javi y Dani, no sabría muy bien como consolarlos en el caso de que les pasara esto en al feria del libro de Madrid. Y ya que estamos, aunque sea un animal, los números se me dan más o menos bien; hablar de éxito con 842€ facturados… quítale gasto de impresión, quítale royalties de escritores, quítale impuestos sobre beneficios y no sé si te quedarán si acaso 200 eurillos pelados. Ya la editorial había aclarado que iba con una caseta de una asociación de editores, así que suponemos que pagarán un fijo al mes en esa asociación, tal y como pasa en otras. ¿Les habrá quedado beneficio alguno por participar en la feria, lejos de ese bucólico objetivo de “encontrar lectores entre la multitud”? Lo dudo mucho.

Otro día entraremos en el fangoso terreno de “por qué las editoriales por pequeñas que sean tienen que tener como objetivo ganar dinero”

Palabra de Miko Kaizen

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