Pedro Padilla
Biografía Provisional de Mose Eakins es una obra breve de teatro, firmada por Evan Dara. Apenas 120 páginas distribuidas en dos actos. No soy un lector habitual de teatro. Lo reconozco. Mi aproximación a la pieza se debe sobre cualquier otro aspecto al autor. Leí de Evan Dara La Cadena Fácil. Una obra narrativa con todo lo bueno (y también no tan bueno) de las obras que tienden hacia el posmodernismo. Me gustó. Sobre todo, los diálogos entre los personajes secundarios en los que definen la imagen del personaje principal. Por este motivo, me resultaba de gran interés una obra construida a través de diálogos y que estuviese firmada por Evan Dara. Y la verdad es que el resultado no puede ser más satisfactorio.
Biografía Provisional centra su atención en Mose Eakins, quien es diagnosticado de una enfermedad que afecta a su comunicación con las personas que lo rodean. Mose Eakins mantiene intacta la capacidad de expresarse a través del lenguaje. Habla, pero sus palabras no son comprendidas por las receptoras de éstas, sumergiéndolo en el más hondo de los abismos al que el ser humano puede temer. Solo sus palabras afectas por un fin mercantil pueden ser comprendidas, incrementando aún más la confusión. La obra, de indudables tintes beckentianos, profundiza en la soledad en pleno siglo XXI, en la futilidad de nuestras relaciones sociales y amorosas, en el ego que antepone lo que quisiéramos escuchar a lo que verdaderamente nos dicen. Como las grandes obras, Biografía Provisional de Mose Eakins se encarga de plantear cuestiones al lector. Es como esas metralletas que empleaban los gánsteres más malvados en las películas de género. Nos deja repleto de agujeros, de dudas existenciales.
Evan Dara forma parte de ese enjambre de autores que difícilmente coparán las primeras listas en las ventas. Su lectura, aun en esta obrita accesible, dista mucho de ser cómoda. Es un bofetón de realidad. Un golpe necesario. Y es una pena. La pléyade de autores respetados y admirados por los compradores de libros la componen una serie de autores que se asemejan a niños que colorean. Se les premia por no salirse de la línea marcada. Por ajustarse a lo que un lector cómodo consume. Sin embargo, autores como Evan Dara (cuya identidad forma parte del misterio) acaban por ser como los documentales de la 2. Sabemos que están ahí, pero pasan inadvertidos.