«Venganza en Tierra Firme», de Leticia Tello, nos redescubre el género de las novelas de piratas.
Publicada en octubre bajo el sello editorial de Grijalbo, Venganza en Tierra Firme es una novela de Leticia Tello que ha llegado para demostrarnos que las historias de piratas tienen un trasfondo más profundo de lo que creíamos, que el Caribe no tiene tanto que ver con el tópico que hemos imaginado y que las mujeres podían ser tan fieras como el más temible de los corsarios.
Asegura la bilbaína Leticia Tello, autora de Venganza en Tierra Firme, que mujeres como su Carolina Arroyuelo eran más frecuentes en el siglo XVII de lo que nos podemos imaginar. Lo que sucede es que seguramente no las conocemos igual que conocemos a las figuras masculinas que sembraron el terror en las islas del Caribe y que han protagonizado libros y películas. «A pesar de suponer una minoría, eran más frecuentes de lo que comúnmente podemos pensar. Para muestra: Isabel de Barreto, adelantada, gobernadora y almirante; Antónia Rodrigues, mosquetera y capitana; Ana María de Soto, granadera (cargo muy prestigioso de la Marina), o María Estada, soldado que combatió junto a Hernán Cortés».
Con esta premisa, ya nos podemos imaginar que Leticia Tello no ha llegado hasta aquí para escribir una novela más de piratas, sino para aportar una visión distinta y muy necesaria a un género que, como ella misma asegura, a menudo tiende a la idealización excesiva de la piratería. «Por supuesto que en la literatura encontramos muchas historias de piratas, pero no son realistas; generalmente reflejan una imagen distorsionada y blanqueada de lo que realmente fueron estos criminales. Así que lo primero que se echa en falta sería eso: rigor histórico, tanto de la piratería como de la presencia española en América», comenta la autora, que también señala que existían diferencias incluso en cuanto a los tipos de piratas que surcaban los mares y lo que perseguían con sus incursiones: «Si hablamos de piratas comunes, la prioridad era el saqueo, ya que vivían de ello. Si hablamos, en cambio, de corsarios (piratas al servicio de un monarca), su principal objetivo era la destrucción, mermar los recursos del país enemigo».
Venganza en Tierra Firme nos cuenta la historia de un misterioso pirata conocido como el Berberisco y su particular periplo tras los pasos del Olonés, otro bucanero, en este caso uno del que se dice que era el tipo más sanguinario y cruel que jamás haya navegado las aguas caribeñas. La escritora vasca confiesa que no le resultó nada fácil encontrar documentación para el periodo exacto en el que quería ubicar su historia, especialmente a la hora de manejar mapas sobre el territorio concreto de Tierra Firme, que correspondería a lo que hoy son Venezuela, Colombia y el istmo de Panamá. «Recuerdo que me costó lo mío recrear el Maracaibo del siglo XVII. No encontraba documentación ni mapas de la época», rememora. Unos problemas con las fuentes que además se agravan por la intoxicación de las mismas, ya sea interesada o no: «Hay mucha desinformación del periodo colonial español, sobre todo en lo referente a los indígenas», afirma Tello.
La historia es, en definitiva, realmente disfrutable, como reseñan en La Reina Lectora, no solo por la premisa de la que parte, o por algunas de las sorpresas que nos depara, sino por esa salsa que tienen que tener este tipo de novelas para poder saborearlas adecuadamente: la ambientación. Como ya se ha comentado, Leticia Tello afirma que le costó Dios y ayuda encontrar documentación para recrear la ubicación de su novela, pero ya podemos decir que ha merecido la pena. Eso y el léxico tan cuidado que tienen los personajes, que son detalles que ayudan al lector a zambullirse en la trama desde las primera páginas. Como sostiene la propia escritora: «Lo primordial es que los lectores disfruten y pasen un buen rato. Luego, que descubran otro Caribe. También, que descubran otra historia, más fidedigna, alejada de los tópicos y los mitos».