A lo largo de esta semana hemos visto como había dos canales de información. Por una parte, periodistas independientes, como Matthew Bennett, nos han comunicado lo que está pasando sin ningún filtro, manteniendo contacto con profesionales de la salud, que pasaban el apuro de verse sin material. Ha cumplido una labor informativa impagable, demostrando que todavía hay periodistas que en situaciones en las que se ven comprometidos los interese, apuestan por la información, y no el entretenimiento, o la soflama del partido.
Por otra parte, el Gobierno nos ha tenido en vilo. No ha sido claro, y una legión de periodistas, amparados por el duopolio informativo, que favorece claramente a una ideología concreta, se ha dedicado a desprestigiar la labor informativa de los que permanecen más preocupados por los ciudadanos que por sus intereses económicos y personales. Se sabe ya, por el discurso que dio ayer el presidente, que en Twitter se está molestando. Que solamente son bienvenidos los comentarios y notas informativas a favor del Gobierno, y que los que quieren la verdad incomodan, alteran el orden público, intoxican.
La clave del paquete de medidas real de este Gobierno la dio ayer en su discurso el presidente. El “Estáis” es clave. Un discurso que parecía más un video motivacional, de autoayuda, que una respuesta real ante la crisis. Desde un principio se ha delegado al pueblo la responsabilidad total del virus, con esa preocupación desmedida por el “Quédate en casa”. Se sabe hoy en día que es muy importante quedarse en casa, pero también queremos saber cuánto tiempo. En el fondo, todos queríamos que nos dijeran cuanto tiempo. Y una vez más nos falló.
Otra clave fundamental del discurso es la promesa de material. Desde determinados hospitales se ha amenazado a algunos médicos para que no comuniquen la problemática de los materiales. También nos hubiese gustado que nuestro presidente nos dijera ayer exactamente cuando llegará el material. Sin embargo, se dedicó, una vez más a alabar las virtudes de nuestros profesionales sanitarios, sin concretar plazos concretos (días, horas) y medidas nuevas para ese material inexistente.
A cada día que pasa el duopolio informativo se encarga de tapar y combatir a base de propaganda la falta de responsabilidad de un Gobierno que no ha tomado medidas ante esta crisis que atenta contra la salud pública. Y muchos periodistas se han dedicado a desprestigiar a todo aquel que se queja de la falta de reacción. Un Gobierno, que, desde aquí, hemos criticado muchas veces como muy apto para la campaña de Marketing, pero poco fiable para la gestión de un país.
Supongo que todas aquellas cosas que teníamos que haber sabido ayer nunca nos las dirán. Sin embargo, el enemigo, tal y como dice el presidente con esa metáfora bélica, sigue avanzando. Y nosotros no tenemos más que un discurso casi soviético, que nos recuerda que no hay nada peor que un líder enfocado al narcisismo y la propaganda política y dictatorial en tiempos de crisis y colapso.
Gentil