Solo sí es sí

Laura Travis

La aprobación de la ley del «solo sí es sí» en España ha generado una gran controversia en la sociedad, ya que algunos consideran que es una medida necesaria para combatir la violencia sexual, mientras que otros la ven como una restricción a la libertad sexual y un peligro para la presunción de inocencia.

En mi opinión, la ley del «solo sí es sí» es una herramienta importante para prevenir y sancionar la violencia sexual, que es una de las formas más graves de violencia contra las mujeres y otras personas vulnerables. Esta ley establece que la ausencia de consentimiento explícito y activo por parte de la víctima es suficiente para considerar un acto sexual como un delito de agresión o abuso sexual.

Esta medida no sólo es importante porque reconoce la importancia del consentimiento en las relaciones sexuales, sino porque también rompe con la cultura de la violación y el acoso sexual que ha sido naturalizada en nuestra sociedad. La ley del «solo sí es sí» transmite el mensaje claro de que cualquier acto sexual sin consentimiento es inaceptable y punible por ley.

Sin embargo, es importante señalar que esta ley no criminaliza el sexo consensuado entre adultos. Al contrario, la ley promueve una sexualidad sana y respetuosa, en la que el consentimiento es fundamental y el respeto mutuo es la base de las relaciones sexuales. La ley del «solo sí es sí» no implica una limitación a la libertad sexual, sino que busca garantizar el derecho de todas las personas a decidir sobre su propio cuerpo y su propia sexualidad.

En cuanto a las críticas que apuntan a que la ley del «solo sí es sí» puede poner en peligro la presunción de inocencia, creo que estas preocupaciones son infundadas. La ley no establece la culpabilidad automática de una persona acusada de agresión o abuso sexual, sino que exige pruebas claras y consistentes para demostrar la falta de consentimiento por parte de la víctima. Además, la presunción de inocencia es un principio básico del derecho que sigue vigente en cualquier caso penal.

En conclusión, la ley del «solo sí es sí» es una medida necesaria y valiente para combatir la violencia sexual y proteger a las personas vulnerables. Esta ley es un paso importante para construir una sociedad más igualitaria y justa, en la que la libertad sexual sea compatible con el respeto a los derechos de los demás. Es hora de que todos nos sumemos a esta lucha contra la violencia sexual y apoyemos esta ley que promueve una sexualidad sana, consensuada y libre de violencia.

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