Aitana Larrinaga
¡Feliz semana del libro! Creo que no soy la única que ha esperado estas fechas semanales para desempolvar esa lista de pendientes y aprovechar los descuentos para disminuirla. Otros, con más suerte que yo, han podido ir a Barcelona a Sant Jordi y conocer a algunos de sus autores favoritos o pedirles que les firmaran un libro. En general, esta es una fecha importante para la comunidad lectora que crece cada día más.
Podría hablaros de eso. Daros algunas recomendaciones o contaros qué libros se han sumado a mí estantería (la que por cierto, cada vez se me hace más pequeña). Pero no, hoy os quería hablar de por qué esta fecha es tan importante para mí.
No es una novedad que sepáis que amo leer, por eso escribo aquí todas las semanas. Recuerdo que mi primer artículo iba prácticamente sobre eso, sobre que habían sido los libros para mí. Pero hay algo más. Quizás lo que no sabéis es la otra parte de la moneda y es que gracias a leer tanto, descubrí mi otra pasión ; la escritura.
Efectivamente. No hay nada como en un día gris, donde no tengo ánimos para nada, sentarme frente a mi teclado y dar voz a esas personas que habitan en mi cabeza, contar su historia. Esa sensación de hormigueo en los dedos, cuando en lo único que puedes pensar, es en la necesidad de escribir, de desahogarse frente a la pantalla.
Pues bien, hace aproximadamente un año sobre estas fechas, acabé mi primer manuscrito. Tuve miedo cuando llegué al punto final, pero también me sentí bien. Extasiada.
Hoy, un año después, y tras muchas correcciones, puedo decir que por fin auto publiqué mi primera novela : “Mi accidente con cara de ángel”. Una de las razones por las que me gusta hablaros sobre escritores autopublicados es por esta misma, por que formo parte de esa categoría y creo que es necesario darnos esa visibilidad de la que disfrutan algunos bajo las alas de sus editoriales. Ojalá todos aprovechasemos para leer algunas de las maravillas que hay colgadas en la red.
Y vosotros, ¿sois de los que dais esa oportunidad? ¿También disfrutáis del poder de la palabra para desahogarnos y plasmar en una página las historias que os susurran vuestros personajes?