Profesión: Autónomo

No cabe duda que la vida nos ha marcado un paréntesis en esta pandemia del coronavirus y que muchos psicólogos y estudiosos del desarrollo humano nos han dicho que hay un antes y un después. Es decir, al mundo en general le cambiaran costumbres, quehaceres, hábitos, reuniones, etc., y donde lo que antes era blanco, luego será negro. Y digo negro, porque lo pasado queda ahí y lo que nos viene está lleno de asperezas y de situaciones inexplicables, así como insólitas que nos irá ocurriendo a toda la generación que tenga un soplo de vida. Pero en este mundo revuelto y apartando la salud que es lo más importante, hay profesiones que su desarrollo no tendrá horizonte y más aún, cuando ya antes era una profesión llena de sacrificios y de barreras, Y me estoy refiriendo al profesional autónomo. Aquél que depende de su propio trabajo, el que no tiene horario ni fechas para concluir su faena, aquél que cuando los demás finalizan su horario, está detrás ahorrando luz y dilucidando cómo empieza el día siguiente, quién va a venir a adquirir sus productos y cómo paga las deudas que ha contraído para poder tener una actividad competitiva. Es el autónomo aquél que se priva de su propia familia, el que tiene dos socios por imperativo legal como son la agencia tributaria y la seguridad social; socios que no perdonan, que te atosigan los finales de cada mes y que de todas tus ventas y de tu trabajo tienes que agregarle un impuesto cual es el IVA, para que cuando llegue ese trimestre puedas mandárselo puntual y sin recargo al socio denominado agencia tributaria, sin olvidar tus impuestos que no te los perdona absolutamente nadie y los tienes que abonar sí o sí, quitándolo inclusive de tu propio sustento.

Cuántos sacrificios hay detrás de esos autónomos, cuánta incomprensión de la administración, la que sabe que como tienes que subsistir y vivir, eres tú el que se preocupa de que tu frigorífico esté al menos con lo indispensable y que tu familia pueda tener una vida digna. Tienes que estar pendiente de actualizar tus instalaciones de tu comercio o despacho para ser algo atractivo a quien quiere entrar a verte. No digamos si es un comercio textil o un taller de automóvil, ya que tendrás que tener repuestos para no quedarte obsoleto y encima, tendrás que tener unas mercaderías atractivas para que los clientes pasen a verte y puedan confiar en tu actividad. Serás colaborador de todos los impuestos municipales que pasen por tu recorrido de vida, seguros por doquier y si te hace falta la ayuda de alguien ya te complicas con un trabajador o trabajadora por cuenta ajena que te exigirá sus derechos, los cuales a ti en tu actividad, no se te pasan ni por la memoria. Es decir, vemos cómo frecuentemente muchos autónomos tienen mucha menos jubilación que los propios trabajadores, porque claro, a ellos hay que aplicarles el convenio colectivo, además rigurosamente, pero para ti existen unas bases mínimas de cotización que con cumplirlas ya es suficiente, porque el aumentarlas tendrás otras carencias que te faltarán para ti y tu familia. Y no digamos si enfermas o te accidentas porque tendrás que poner en tu lugar a alguien y cotizando a la Seguridad Social para que tú percibas una irrisoria prestación por incapacidad temporal que con eso no tienes ni para pagar la factura del móvil y faltando de tu negocio el pilar fundamental que eres tú.

Todo esto y miles de cosas más las soporta el trabajador autónomo que puede ser un profesional libre, un hostelero, un comerciante o decenas y decenas de profesiones que viven al amparo de esa denominación del autónomo. Por eso, es comprensible la desazón y la desaparición de estos, pues tras miles de horas en la soledad de su trabajo, se encuentran que los clientes que no entran, otros que no pueden pagar por su situación, también económica y pobre de ti si la administración de justicia o la administración en general vienen a pedirte lo que tú adeudas, porque entonces te caerá el peso de la ley, recibirás embargos de tus propios bienes y si no pagas la Seguridad Social nunca cobrarás la jubilación de autónomo. Por eso, quiero recordar aquella botella del aquél genio que apareció en la orilla de la playa y que venía flotando de norte a sur y de este a oeste por los mares de nuestro continente y cuando alguien le quitó el tapón a esa botella y el genio salió de ella , le preguntó a su salvador “pídeme lo que quieras” y su salvador le respondió “quiero salud y mucha salud”, a lo que el genio le dijo: “te voy a convertir en autónomo”, dándole a entender que el autónomo no se puede poner ni siquiera enfermo, pues con los antecedentes descritos, ni siquiera una enfermedad le hace vivir en paz como el resto de los mortales.

Pues bien, tras la pandemia y el hundimiento de miles y miles de autónomos habrá una nueva vida donde no sabemos cómo se realizaran quienes trabajen, pues las perspectivas que se avecinan no son más que aquellas que la nueva generación va a adquirir, que es hacerse funcionario, trabajar por cuenta ajena en una multinacional y esperar acontecimientos, porque desde luego, la profesión de autónomo está a extinguir y cuántos lamentos habrá para entonces de quienes entregaron su salud y su vida al trabajar por cuenta propia. Y mientras, la administración estará tocando el arpa como Nerón cuando ardía Roma, pero ella en este caso, te dará cuatro limosnas para justificar que ha estado pendiente de los autónomos, pero olvidando cómo pagan asesores, niñeras, profesionales de la política y gente que a costa de esos autónomos y los contribuyentes no han trabajado en la vida ni por cuenta propia ni por cuenta ajena.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

6 Respuestas a “Profesión: Autónomo”

  1. Hoy este columnista ha retratado a los autónomos, es verdad que lo pasan muy mal y que el gobierno no les apoya ni ayuda, cuando son los que más empleo crean. Desde luego están acabando con ellos y deberían ser más estimulados porque responden con sus bienes directamente si la situación les va mal. Desde luego como desaparezcan con tantos impuestos y legalismos, España se hunde.

  2. Si los gobiernos y la Comunidades Autónomas dedicaran mas esfuerzos en los trabajadores autónomos, el país estaría de otra manera, no se puede cargar sobre ellos tanta presión fiscal y exigirles en todas las materias como una empresa de mas de 50 trabajadores. Hay que facilitarles exenciones y en cuanto a las normas laborales dispensarles muchos obligaciones y tener un trato de hasta 5 trabajadores y mas de cinco, eso se hizo en Italia y funcionó, pero aquí están prisioneros de impuestos y cargas sociales y así no se puede estar. Desde luego, no se pueden poner ni enfermos como dice este Sr Blas, pero el tiempo y este gobierno de Sanchez (que es lo peor en 40 años) los hunden y sin embargo tiran el dinero en proyectos inútiles y huecos.

  3. De nuevo un artículo en el que el Sr. Blas Fernández sólo habla de verdades y la pura realidad que están sufriendo los autónomos que gracias a ellos se crea empleo. Así que cuando desaparezcan esto será el mayor desastre economico que se haya vividos en 40 años. Deberian recibir más apoyo económico y menos palabras bonitas. Enhorabuena por decir siempre lo que muchos no se atreven a decir.

  4. Otro gran artículo que de nuevo pone el dedo en la llaga, en este caso , de un sector vapuleado y amordazado permanentemente tanto por las administraciones como por la sociedad misma.
    Las administraciones:atosigándonos a impuestos y obligaciones y sin ofrecernos a cambio ayudas , ni compensaciones. ( ojito cómo te las ofrezcan).
    La sociedad, no se solidariza con nuestras peticiones y necesidades, por uno de los siete pecados capitales que casi todos tenemos;la “ envidia”.
    Así somos un sector numeroso , que mantenemos la economía de este país ….. lo sabemos nosotros, pero quién más lo sabe?
    Le importamos al resto?
    Por poner un ejemplo, yo personalmente he querido jubilarme a los 66 años, con 35 cotizados, pero acaban de sacar una nueva ley , en la que hay que cotizar 37 años y 3 meses..; yo quiero jubilarme hoy y no me lo permiten, sin embargo el trabajador por cuenta ajena , se puede jubilar cuando él quiera aunque le resten la parte proporcional a los años no cotizados ,.
    Claro,,, es comprensible , verdad? Nosotros, somos , los ricos …
    Esto como se llama???
    Justicia social ????

  5. Magnífica referencia a los autónomos, este autor es un profesional muy conocedor del mundo laboral y lo felicito pues sabe lo que escribe. José Blas Fernandez en un referente nacional entre lis laboralistas.

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