La inseguridad política, jurídica y de valores hunden a España

En estos precisos momentos  las Cortes Generales están llenas de ideas contrapuestas hasta por los mismos parlamentarios que sustentan al Gobierno, por lo que  las Cámaras Legislativas están con una fractura política irreversible que sólo puede enderezarlo un  llamamiento al consenso por todas las fuerzas políticas  que tengan voluntad de ello. Estamos acudiendo  quienes formamos parte de una sociedad civil atemorizada a que a golpe de boletín oficial se quiere contentar  a todo aquél que se ponga por medio,   odiando al que esté en contra y sin rumbo político que llevar a cabo. En estos momentos el Poder Judicial no tiene margen de maniobra para resolver el desasosiego del justiciable, pues el Tribunal Supremo al no poder renovar los distintos Magistrados que por vacantes producidas tienen que llevar a cabo y de manera colegiada la aplicación  de las normas fundamentales de un Estado de Derecho,  está produciendo un desasosiego tal que  lo vamos a pagar muy caro  porque  si la Justicia no tiene capacidad de  obrar, será irreversible el que tenga que sostener  tanta  depresión jurídica y tantos conflictos como se están produciendo por días. 

Tenemos una reforma laboral que es tan sólo un simulacro y una pura pantomima, sólo para aparentar  que existe creación de contratos indefinidos y a fin de cuentas estamos ante el mismo perro con distinto collar, ya que el mundo del trabajo tampoco tiene  aliciente  de prosperar, pues al absentismo se ha disparado  en este  último y año y unido a la falta de estimulación en el mundo laboral, nadie  corrige cuanto está ocurriendo en estos momentos  en los trabajadores autónomos y las pymes que son las menos protegidas por tanta normativa como se ha dado, porque aquí nada más que se hace perseguir con inspecciones de Hacienda y de Trabajo para que el pánico cunda y con esas amenazas mediáticas y de sanciones incalculables se quiere arreglar todo. Es más,  las insolvencias  de las empresas aumentan por día y el Fondo de Garantía Salarial está  tocando fondo. Si se toca el mundo de los pensionistas, el miedo los tiene envueltos  en algo insólito, porque las pensiones contributivas no se sabe si serán tocadas o no en función del gran boquete existente hoy y si el Estado  va a poder hacer frente en los próximos meses a tantas personas que han entregado su vida cotizando puntualmente y ahora no saben si tenemos que entrar en un “corralito” al estilo de Argentina, porque  el IPC es terrorífico  y la  inflación  está tomando unos derroteros que difícilmente nadie nos ganará, pues  estando en más del 10%,  como en estos momentos nos encontramos, el consumo está bajando, las colas del hambre nos están envolviendo en parámetros  irreconocibles y como es lógico, la cesta de la compra para los productos más esenciales es prohibitiva. Esto está  carcomiendo el poder adquisitivo de los españoles, pues entre que es el país de Europa donde más desempleo existe y donde el empleo juvenil tiene cotas que rompen el horizonte negativo, las clases medias están sucumbiendo y por mucho escaparate que  nos quieran dar con la OTAN para  distraer  que estamos en guerra por UCRANIA, tenemos tales frentes abiertos  que  desgraciadamente  la guerra ha pasado a un segundo plano y no hablemos de los agricultores que hasta tienen que vender a pie de tajo las sandías, porque todo el mercado agrícola es  un auténtico despropósito.

Un país que su Gobierno  sólo sabe publicar medidas de miedo y de sanciones para incumplidores y a la vez recaudando más impuestos que nunca, no se merece gobernar nada. La inercia no sólo los está llevando a la tumba económica, sino que inclusive cada Ministro va por libre, dicen lo que quieren, asustan lo que pueden y  con publicar en esa diarrea legislativa que no para y que nadie puede cumplir,  miran para otra parte y esto es un campo lleno de minas que no sabemos si más tarde o más temprano nos van a dejar tan desprotegidos que  va a quedar  como cuando pasaba el  caballo de Atila.

Hoy, los profesionales del Derecho que vivimos muy cercanos a tanta normativa, tenemos que afrontar e interpretar tantas normas jurídicas no definidas que a la postre la inhibición de esa aplicación obligada se queda  en nada de nada. Es triste que los españoles  tengamos todos los días que recibir noticias negativas de un Gobierno inoperante. Es decir, no hay ilusión en los españoles, las nuevas generaciones están navegando en un mar de grandes oleajes  sin saber cómo y cuándo llegaran a la orilla. Los valores de la sociedad se han perdido, aquí todo vale, la autoridad brilla por su ausencia para no ofender a nadie y las familias andan  en solitario nadando contra corriente para poder sacar adelante a los suyos, pero en esta pirámide que emana de un gobierno frustrado y dónde  va a dejar endeudada a España durante una década completa, sólo existe pasividad  y descontento, porque no hay planes de futuro para nadie y aquí solo viven  esos políticos apesebrados  que se reparten  las mejores parcelas de poder para asegurarse su porvenir y los escándalos, el separatismo y la división es la única moneda de cambio que se tiene para utilizar  en esta España de pan y circo.

¡Esto no va bien!. Yo diría que a peor y quien gobierna y está viendo  que su proyecto es un fracaso debe marcharse, pero no, aquí sólo existe  el querer conquistar  parcelas para beneficio propio  y gracias  a  que las instituciones de la Iglesia y las fundaciones que con su ayuda quitan el hambre, no podríamos seguir por más tiempo.

En definitiva,  estamos  ante  la risa de Europa y la inseguridad jurídica y política de un país que siendo tan grande como es España se está arruinando por día.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez