Existen muchas generaciones que siempre cuentan lo bueno y lo malo por donde han transcurrido sus vidas. Es decir, transmiten las vicisitudes y contratiempos en los que se han visto inmersas por el paso del tiempo, pues desde la llamada revolución industrial llegaron muchas novedades que se han ido impregnando y ensamblando a la vida diaria hasta hacernos vivir en el día de hoy un nuevo mundo en la sociedad actual, donde algunos nos convertimos en auténticos analfabetos digitales por la cantidad sin límites de las nuevas tecnologías que nos han sorprendido y que en muchos casos no somos capaces de superar. El desconocimiento de las nuevas tecnologías está provocando una rebelión de millones de personas que no sólo por la edad avanzada, sino por otras muchas causas se están negando a afrontar el manejo esencial de cualquier ordenador personal y que les está impidiendo el poder interactuar o navegar en internet, acceder a contenidos multimedia y socializarse por las redes sociales, lo que hace pasar un duro calvario para muchos que no saben o no quieren ensayar en esa plataforma digital que se nos impone a todos, por lo que se quedan obsoletos y llenos de falta de objetivos para seguir una vida normal y actual.
Lo que sí es cierto es que los sistemas telemáticos nunca acaban. Cada vez hay más innovaciones en ellos y la carrera de obstáculos es inmensa, pues los simples móviles que utilizamos se hacen cada vez más complejos y complicados y más con la cantidad de aplicaciones que surgen a diario, bajadas de app, enlaces para cuentas corrientes, verificación de saldos bancarios, transferencias de todo orden, envíos de escritos y solicitudes a las administraciones, notificaciones judiciales y un sinfín de aplicaciones que ya se hacen incontrolables y más aún si los propios ordenadores, teléfonos o tables, se van quedando antiguos y no existen innovaciones salvo el tirarlos a la basura.
Por todo esto, no todos somos capaces de ser iguales en el manejo de estas tecnologías y hay que buscar urgentemente fórmulas con cargo a las administraciones para que todos sepamos manejar el tabulador, portátiles o un simple teléfono inteligente y no digamos llegar a una entidad financiera para manejar en un cajero automático el apartado de reintegro o ingresos, porque cada uno es distinto y entonces la desigualdad en las personas se hace incontestable.
El analfabetismo digital es especialmente prevalente en la generación nacida antes de los años 60, cuyo principal acceso a la información era y es a través de los medios impresos y medios de comunicación, como son la radio, la televisión y la telefonía fija, distinto es con la población posterior, la cual ha aprendido a utilizar las TIC siendo adolescentes o adultos e incluso los nacidos a partir de 1990 que ya prácticamente en la cuarentena tenían el móvil de sus progenitores para ver dibujos animados y hacerles callar con canciones y cuentos infantiles, pero sin embargo la sociedad civil de hoy no perdona y los nacidos antes de los 60 siguen huérfanos de que alguien les enseñe y lo poco que conocen es a golpe de buscar sin saber en un teléfono digital qué quiero para distraerme o qué información me viene oportuna, pues ello tiene inclusive repercusiones laborales, ya que quien no conoce la telemática le hace ser poco competitivo con el trabajador digital, por lo que las habilidades en las tecnologías informáticas la sociedad las ha impuesto sin saber que existen millones de personas que han nacido en otra época, pues los actuales buscan trabajo en bolsas de empresas, compran billetes de autobuses y trenes e incluso reservan entradas para teatros y cines, reservan aparcamientos, pedidos a comercios etc., de manera telemática, pero quien no lo hace no solamente es analfabeto, sino que no puede crear nuevos espacios en las relaciones laborales ni personales, pues hoy son todas virtuales y, por tanto, se les posterga como si fuesen un infractor informático que no sabe a dónde va y no digamos la cantidad de aplicaciones que hoy traen los vehículos, donde ya no solo vale saber conducir, lo que está haciendo de esas personas que se autodenominen inútiles y lo que es peor, adquieran el complejo de inferioridad con quienes saben, cuando su inteligencia y su trabajo seguro que da mil vueltas a ese sistema telemático. Por tanto, las bolsas existentes de personas que no están al día en la informática deben ser corregidas y no maltratarlas como hacen los bancos, cajas de ahorros y las administraciones, pues no son personas invalidas ni incapaces, son gente sencilla que han nacido en otro tiempo y que por no conocer más que lo que entonces existía se han condenado al ostracismo y casi están apartados de la vida real. Estamos ante una cruel sociedad que maltrata a los mayores por haber nacido en otra fecha, sin saber que para llegar hasta hoy solo tenían en su frente el sudor del trabajo y las herramientas de la época, por lo que ni son analfabetos, ni son inútiles, son personas a las que hay que ayudar, socorrer y que sean preferentes en todo, pues los tiempos que corren harán pagar también a estas generaciones de listillos informáticos no sabemos con qué.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Muy bueno. Y si hablamos de la época COVID que aún colea y muchas criaturas, no mayores, con Administraciones cerradas que no podían tramitar ninguna prestación por obligarse a tener que hacerlo a través de internet que o bien no sabían o no tenían medios.
Los mayores solo son un estorbo para estos sectarios que nos gobiernan, no les importa ni que tengan que hacer colas en la calle para entrar en un banco,para pagar los impuestos casi igual, citas medicas etc etc, creo que tenemos obligación moral de hacer lo imposible para echarlos, aunque miedo me da lo que van a dejar.
Gracias por hacerte eco de estos problemas
Cuanta razón y verdad hay en este artículo, es injusto como se tratan a quienes no conocen la informática o la telematica, se abusan de los mayores y los bancos, cajas de ahorro y las administraciones esconden sus personas y obligan a los mayores a verse desprotegidos porque no han utilizado nunca estos sistemas. Ya es hora de no obligar a pasar por la piedra a tantas personas desconocedoras de estos sistemas y ahorrarse personal a costa de los usuarios y del administrado. !!! Esto es una vergüenza como maltratan a los mayores en especial y a quienes no saben de informática,
Artículo que pone el punto en algo real y que pasa cada vez más. Es algo bochornoso ver cómo las personas más mayores y quienes no tienen acceso al sistema telemático suplican para que les ayuden en los bancos, en las administraciones, etc., y para hacer gestiones personales que son importantes para ellos y se ven maltratados como se describe en el artículo. Enhorabuena D. José que de nuevo ds en el clavo con el análisis de lo que ocurre a diario y es una pena de este trato inhumano y discriminatorio.