Los fijos discontinuos resucitan

         En estos  días se han dado los datos de la creación de empleo donde al parecer se han sumado a la lista de nuevos trabajadores unos 220.289 empleos, pero curiosamente al decirse que el paro baja a lo largo y a lo ancho de toda la geografía española, no se cuenta la verdad de que esa creación de empleo es una falacia y todo porque en el mes de mayo y siguientes de la época estival todos los fijos discontinuos que están cobrando el desempleo y que están ocultos en las listas de parados, al procederse a su llamada de nuevo al empleo que mantuvieron en la época, lógicamente vuelven a cotizar y aparentan una creación de empleo que no es ni más ni menos que los mismos que antes percibían la correspondiente prestación. Si esto fuera realidad no habría quejas de los hosteleros como existe en estos momentos, pues no se encuentra mano de obra y en todas las CCAA el déficit de la especialización es notable. 

         Es verdad que van a venir muchos turistas y esto es buena noticia para el sector de  la hostelería, en especial para las zonas costeras, pero todos los hoteles y restaurantes que  en su época dieron de baja el pasado año a sus trabajadores por terminación de temporada, son llamados para que de  nuevo ocupen ese lugar provisional que tienen todos, pero muchos  no quieren volver porque  están cobrando alguna prestación  y no les interesa trabajar, lo que pone de manifiesto la falta de  cocineros y camareros  que requiere la hostelería, como así se quejan los hosteleros de que  pese al paro existente no encuentran personal  para poder  combatir la afluencia de clientes.

         Es curioso ver  cómo los contratos indefinidos que son los que la reforma laboral impuso,  se han hecho un 8% menos que el año pasado y los que han aumentado son los contratos a tiempo parcial que pone de manifiesto que jornadas completas no existen en su conjunto. El que la Seguridad Social gane 220.289 afiliados puede ser un nuevo récord, pero lo que no se dice es que hay muchos contratos basura de una y dos horas incluso semanales que lógicamente aumenta la afiliación, pero eso no es empleo, por lo que  pese a la estadística manipulada de la bajada del paro, la situación sigue siendo la misma y seguimos teniendo cerca de 3 millones de parados, lo que pone de manifiesto que solamente son los servicios los que aumentan de forma alcista en la temporada estival y que está lleno toda esa faceta de trabajadores fijos discontinuos,  porque la industria bajó un 1,8% y otros sectores llegaron a cantidades similares, pero todo como consecuencia de esta época estival donde los jóvenes siguen sin trabajo y las mujeres lo mismo.

         Para clarificar aún más el desastre de la reforma laboral, tenemos que irnos a la contratación indefinida, la cual cae  al igual que en 2023, lo que pone de relieve que los contratos  indefinidos y a tiempo completo bajaron un 8% y los indefinidos a tiempo parcial también bajaron un 6,2%.

         Con todo este resumen, no se dice que el coste del desempleo alcanzó un 6,9% más que en el 2023, lo que claramente estamos comprobando que salvo la hostelería no se ha impulsado los cotizantes como se esperaba  y en resumen tenemos 21.321.794 ocupados que no es ni más ni menos que estar a la cola de la contratación en Europa.

         Se puede jugar con esos números todo lo que se quiera. Hay estadísticas para todos los gustos y el Gobierno siempre dirá que la economía va como un cohete, pero la realidad es otra, pues  hay muchos que prefieren vivir de la paguita, no trabajar, estar en la economía sumergida  y orillar la formación profesional que es la única que hoy puede dar empleo, pero no se quiere utilizar y las universidades lanzan a la calle a miles de universitarios que todo su problema es hacer oposiciones para tener un empleo público, continuar  preparando un máster o hacer un doctorado, pero  esa preparación que tanto nos cuesta a los españoles termina con unos talentos como son esos egresados  marchándose fuera de España, cobrando más que aquí y ejerciendo una profesión que aquí no pudieron, por lo que ese pago que estamos ya teniendo de falta de profesionales y de especialistas  puede ser  grave  y  que dará muchos dolores de cabeza y lo que es peor,  las industrias españolas tendrán que ir cerrando muchos de sus departamentos porque no encontrarán titulados para  subsistir   y vivir de un trabajo digno y no digamos los autónomos, que escondidos bajo la figura del falso autónomo son los que están levantando a las pymes y micropymes de este país, pese a que también andan de capa caída. Es un auténtico desastre la falta de mano de obra existente y que por parte de las autoridades competentes no den  y faciliten  la caña para pescar a tantos jóvenes que por no tenerla emigran  a otros países y vivimos diariamente el destierro de tantas miles de personas que de seguir así los cotizantes serán como en los años 60,  cuando miles de españoles se fueron para Alemania y otros países de Europa y aún allí persisten muchos de ellos  y sus raíces.

         En definitiva, la reforma laboral ha restado no solamente la jornada completa en los contratos, sino rescisiones de todo tipo de contratos laborales, por lo que el “cohete lleva una descompresión  en cabina” que pronto los pulmones de los trabajadores corren graves riegos y la presión saldrá por algunos agujeros donde no tengamos salvación.

   Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.