
Como es tradicional, la última semana previa al Domingo de Ramos la denominamos Semana de Pasión, que abarca desde el día en que Jesús entró en Jerusalén, montado en un pollino, hasta su muerte en la Cruz. Es decir, significa recordar el último periodo de la vida de Cristo en Jerusalén que tanto utilizamos los Cristianos los no creyentes la utilizan como una historia de grandes vicisitudes por la que pasó Jesús de Nazaret.
Este año, en ese recuerdo que tiene luces y sombras, ha entrado por la puerta grande de la historia la guerra de aranceles que ha provocado Donald Trump, la cual no tiene “resurrección” alguna y ha provocado un gran pánico en todas las bolsas mundiales, porque el comercio mundial tiene un claro impacto inflacionista que se extiende a Asia y a Europa, lo que nos recuerda que estamos ante un nuevo episodio de recesión económica y ya nos pesa sobre los hombros un 6% de carga en las bolsas
que están castigadas.
Esta guerra comercial o de aranceles ha empezado y va a tener unas consecuencias graves porque ya los bancos sufren por temor a que la recesión mencionada llegue a España y al igual que ocurrió con la pandemia, la economía va a asimilarse a dicha situación, donde la caída por culpa de los aranceles de Trump esta servida. Los partidos políticos están titubeando por qué camino pueden salir, porque la demagogia que han utilizado con el populismo hasta hoy los ha dejado mudos y, salvo el Partido Popular que en determinada materia está conforme con buscar una estrategia común y medidas para paliar el impacto económico de los distintos sectores y productos afectados, otros, que inclusive forman parte del Gobierno, están calladitos porque tienen miedo que esta crisis que se nos viene encima pueda acabar en unas elecciones generales, donde quien resulte ganador se va a tragar el “marrón” que se queda en España por una mala administración y pésima gestión de un Gobierno que lo único que ha sabido hacer es crear ministerios, colocar a diestro y siniestro a asesores y a amiguetes, corrupción y mentiras sin límite y hoy se enfrenta con algo que se puede diluir como un azucarillo.
Los ministros que nunca hablaban sólo saben dar mensajes de tranquilidad y calma, pero ninguno ha analizado los efectos e impactos que pueden resultar de esta guerra de aranceles, donde los sectores como el aceite de oliva y vinos ya están temblando por el futuro y la incertidumbre que se les avecina. Otros, como la Presidenta del Banco de Santander, Ana Botín, ha reiterado la apuesta de su entidad por el mercado estadounidense porque lo considera un gran potencial de crecimiento y además “estratégico”, pero los españoles de a pie sin conocer claramente cuánto todo esto nos va a suponer, vamos precisamente en la Semana de Pasión a tener la preocupación de que no es pasajero, que es algo que se va a vivir peor que muchas de las crisis económicas que Europa ha tenido. En esta guerra de aranceles, el Presidente del PP, Núñez Feijoo, ha convocado a las CCAA de su partido y a los sectores afectados por los aranceles de la administración norteamericana para buscar vías y minimizar los efectos de la sedación económica que se nos avecina, porque estamos viendo cómo la bolsa de Nueva York se ha desplomado y China ya ha hecho poner en ejecución un contraataque con aranceles recíprocos del 34% para que en definitiva esta guerra golpee a Europa y en especial al sector automovilístico, lo cual puede suponer una caída del empleo que no sabemos cómo se repartirá por toda la Unión Europea sin conocer el efecto multiplicador que eso supone.
Hay quienes dudan de la economía de EEUU y su estrategia es hacer caer el valor del dólar, pero lo que no cabe duda es que ninguna de las acciones que hoy se conocen puedan salirse de las cifras negativas que se avecinan. Aquí muy pocos se pueden salvar, hasta el sector del acero ha advertido de esta amenaza que va a terminar con la bajada de precios y contención del gasto público a límites insospechados, lo cual el estado del bienestar se tambalea y nuestra economía tardará años en hacer frente a esta guerra de aranceles. Si a todo esto tenemos que aumentar presupuestariamente los gastos para el Ministerio de Defensa, el horizonte no puede ser más negativo, pues ni tenemos presupuestos, están ilícitamente prorrogados y los proyectos populistas de gastar por gastar van a salir como una Dana por todas las tuberías, pero sin que se pueda contrarrestar, porque hasta el ahorro de las familias puede salir rodando con ella. Y no olvidemos el turismo que nos visita, que puede tener una bajada escalofriante donde la economía y el empleo pueden verse seriamente afectados.
En definitiva, una Semana de Pasión como nunca hemos tenido y encima enfrentándonos a una guerra comercial donde Donald Trump quiere por lo visto gobernar el mundo, o fracasar estrepitosamente dejando por el camino a muchos cadáveres, tanto políticos como económicos y, principalmente, el desajuste tan terrible que se avecina sobre la Unión Europea.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
La situación es complicada y vamos a tener movilizaciones de todo orden. España no está preparada por la falta de un gobierno serio, para cuánto se nos avecina. Estemos preparados porque hasta el empleo va a caer estrepitosamente. Europa está en declive y los gobernantes ya se han quedado obsoletos y no son políticos de talla.
Evidentemente vamos a empezar una semana de pasión, que va a ser larga, pero muy larga.
Las consecuencias de esta guerra de aranceles van a ser, según mi muy modesta opinión, catastróficas.
No hay que ser muy experto en economía para predecirlo.
Se leen comentarios sobre si es una una estrategia de Trump para, a largo plazo, rehabilitar la economía americana y sacarla de su base de deudas en la que se apoya, pero al día de hoy las consecuencias inmediatas que empezamos a ver ( bolsas en rojo, y los más que seguros aumentó de precios) son más que claros.
¡¡ Nos esperan días terribles !!
¡¡ Y lo que es todavía peor …….. sin un gobierno y sin una clase política capacitado/a para «sacarnos adelante «.
Mientras tengamos un na administración europea como la que tenemos y unos líderes europeos capaces elevar a la máxima potencia la locura 2030, estaremos condenados a los intereses anglosajones. Hace mucho que debíamos haber apostado en España por acabar con el socialismo de forma clara. El engaño del voto útil nos está costando muy caro
Estamos en Semana de Pasión y vamos a pasar a semanas de horror!!! Ya tenemos a dos locos y a dos insensatos que no hacen nada bueno por el buen común. Trump nos va a ahogar a impuestos, precios por las nubes, desempleo, crisis económica que se ve ya venir y por otro lado tenemos a un Sánchez que solo mira por sí mismo y que no tiene la suficiente solvencia para afrontar todo esto. En resumen, un Gobierno sin políticos con valía y con formación suficiente para agarrar al toro por los cuernos!! Esperemos que no se cumplan las previsiones. Enhorabuena por el artículo que cómo siempre nos hace reflexionar.