Lo estamos mostrando al mundo entero, que se den cuenta todos. Que se den cuenta de una vez por todas que España ha fracaso y ha llegado a lo más bajo.
El primer gran error viene de este Gobierno que hemos elegido. Decidimos votar un Gobierno que ha traicionado a todos los españoles desde el primer momento, que ha apoyado a filoterroristas y separatistas. Un Gobierno que se ha dedicado a la propaganda y no a la gestión. El Gobierno de las buenas intenciones, recordemos. Nos equivocamos eligiendo a estos ineptos, que se han dedicado a fomentar el amiguismo, el aumento de sus sueldos. Han estado más preocupados por sus intereses personales (aviones y casas) que por la buena administración y los intereses de los ciudadanos.
Un Gobierno que se ha dedicado a desinformar hasta el mimo 8 de marzo, diciendo que no pasaba nada, sin tomar ni una sola medida. El Gobierno inutilizado para cancelar eventos aquel fin de semana que pasará a la historia como el más negro. Su sectarismo les impidió parar la propagación de un virus que desconocían por completo, aunque ya llevaban más de una semana avisando desde Italia. Había que convocar la manifestación porque la ministra de igualdad, la más inútil de todas, la representación de la ineficiencia total en la política tenía que demostrar que no estaba haciendo el ridículo. Ella tenía que hacerlo a toda costa, espero que entienda, que ha sido a toda vida. Cada uno con su consciencia.
El primera gran error ha venido de los medios. De aquellos prosumidores de información, que tenían la responsabilidad de informar. De aquellos periodistas adoctrinados, como Lorenzo Milá que se dedicaron a propagar el bulo de que El coronavirus era una simple gripe con esta frase que quedará a la historia en una de sus intervenciones como corresponsal desde Italia: “Pero chico, parece que se extiende más el alarmismo que los datos”. Pues sí, chico, al final habéis extendido más la tranquilidad que los datos. Y así ha reaccionado la gente ante una bomba de realidad repentina, con Pánico.
Paso a paso hacía la Pandemia
A finales del mes de Enero Fernando Simón nos decía que en España no habría casos de coronavirus. Empezaban así los mensajes de tranquilidad y la campaña para hacer ver que el coronavirus era una simple gripe.
A partir del 2 de marzo, el Gobierno de Madrid ya había pedido medidas para controlar el virus. Y un Gobierno mal gestionado les ha impedido a los ciudadanos de Madrid impedir la difusión del virus.
La prensa y los medios a favor del Gobierno de izquierda desde el primer día de marzo desviaba toda la atención hacía el día de la mujer y la manifestación que se celebraría el 8 de marzo. Muchos medios contrarios a la nefasta gestión del Gobierno se quejaban de la insensatez al no cancelar eventos y manifestaciones el Domingo 8 de marzo, ante los casos que aumentaban día a día y el colapso del sistema sanitario que estaba viviendo Italia.
El lunes 9 de marzo todo empezaba a ser un poco preocupante. En las redes sociales la gente discutía sobre lo que estaba por venir, y el Gobierno callaba. Algunos políticos se hacían pruebas, no solo de Podemos, sino de Vox, que también habían organizado una gran convocatoria. Hoy en día resulta increíble que no haya dimitido ningún alto cargo de esos partidos.
El martes 10 de marzo se declaraba oficialmente que había una epidemia y riesgo, sobre todo en un foco tan importante como Madrid. La gran parte de los madrileños que tenían segunda residencia comenzaban una migración hacía sus viviendas en la costa, sobre todo en sitios como las costas gaditanas, para pasar unos días de vacaciones. La información seguía dándose con pinzas ante el inmenso desastre que sabían que habían creado el domingo con aquella Manifestación.
Después de dos días de incertidumbre, y de que la OMS pasara a calificar la situación como Pandemia, se cierran colegios, la gente entra en pánico. Algunos supermercados venden en sus dos primeras horas abiertos lo de un día. La gente está confundida porque se les ha estado transmitiendo un mensaje que no es real. Conocen a familiares que están en Italia, llega mucha información desde allí a través de las redes sociales.
Para colmo, nuestro presidente anuncia que decretará al día siguiente, el sábado, el estado de Alarma nacional. Esto le da a la gente mucho más margen de movimiento. El malestar entre ciudadanos que están recibiendo a algunos de otras comunidades y que están propagando el virus se intensifica. La gente está indignada porque otros desinformados se han tomado el cierre de colegios y el teletrabajo como unas vacaciones. Normal, no se les ha informado y las medidas llegan por fascículos, todo se descontrola. Se extiende como la pólvora el lema Quédate en casa, pareciera que le Gobierno hubiera cargado toda la responsabilidad de esta situación a un ciudadano extremadamente desinformado, tal y como se hizo con la anterior crisis económica. Algunos empezamos a recordar aquella tendencia de los tertulianos, que repetían una y otra vez «La gente ha vivido por encima de sus posibilidades». En esta ocasión ¿Ha propagado la gente el virus por encima de sus posibilidades?
Al menos, sabemos que con estas medidas que nos esperan para las próximas dos semanas, tendremos la oportunidad de salir de casa para pasear al perro, comprar la prensa, el tabaco, darnos una vuelta por el banco y lavar los edredones que hemos utilizado durante el invierno.