Estamos ante los mayores asesinos del siglo XXI y de destrucción de empleo

Jose Blas Fernández

Los grandes asesinos de la historia no cabe duda  que han sido  las bacterias y los virus, por lo que al provocar las grandes pandemias  de la historia han acabado con millones de seres humanos y, de camino, han destruido millones de empleo. En España, casi nadie podía pensar oficialmente que un Gobierno recién llegado y de coalición  tuviera que afrontar  un estado de alarma que se ha hecho eterno en el tiempo  y cuyas consecuencias llevan un camino desmesurado  de cuesta abajo y sin frenos, pues lo que parecía una simpleza de confinamiento se le han agregado brotes, mentiras, cifras equivocadas y un sinfín de circunstancias que día a día nos están haciendo a la humanidad y, por supuesto, a España, tan débiles en todos los aspectos que considero que   tras el verano  la crisis que se atisba va a ser imparable.

Es verdad que la OMS publicó un informe en el que dos meses antes ya manifestaba lo que se nos avecinaba. Por ello, el Gobierno sin experiencia y desbordado ha empezado a dar “palos de ciego” para intentar abortar  la caótica situación económica que se avecinaba, pues ha legislado a capricho, ha puesto en marcha herramientas como los ERTEs que ya lo contemplaba el partido popular y pese a ello,  el confinamiento no ha dado los resultados que se esperaban, ya que  el turismo extranjero no viene, el interior está  asustado y las medidas que se han dado para combatir todo este entramado han resultado ineficaces y han producido cal y arena, ya que las decisiones para coordinar a las distintas administraciones han sido lamentables y a golpe de Real Decreto ley se han hecho y se están produciendo las mayores injusticias que una sociedad civil como la nuestra está viviendo.

Independientemente de la salud, que es lo más importante, no cabe duda que los trabajadores de la sanidad, con grandes facultativos a la cabeza han sufrido bajas en sus filas que no tiene precedentes, pero si la lucha ha sido titánica entre hospitales y enfermos, la que viene ahora de la economía no hay medios para combatirla ni vacunas para evitarla. Estamos en un Estado sin dinero, endeudado hasta los ojos y el Gobierno haciendo de pedigüeño ante Europa para poder sacar algunas partidas económicas y enjugar toda la situación endémica que tenemos. Es cierto que en todas las pandemias han caído millones de seres humanos y de eso nadie puede ser responsable, pero de una falta de previsión, de una falta de organización bien construida y de legislar solamente  para  rellenar el BOE, ni eso mantiene el empleo,  ni se consigue la mejora de tanto como se ha destruido.

Unas Cortes Generales, donde todo era alargar los  periodos de confinamiento para así legislar en solitario y sin consenso,  ha hecho de España un país envuelto en  la decadencia económica  y, por supuesto, en el enfrentamiento permanente donde cada uno campa por su respeto y donde el Gobierno de coalición ya está haciendo aguas. 

O nos ponemos las pilas, se deja de pensar en las adhesiones y los votos y se reconstruye todo lo perdido con tranquilidad y sosiego, o  el otoño caliente que se nos avecina no va a tener precedentes y, por supuesto, contar con los expertos y profesionales de toda la gama y del abanico de España y dejar a un lado durante un tiempo a políticos perturbadores con verborrea barata que sólo están dejando a los españoles al pie de los caballos.

Así, no llegaremos a ningún sitio, pero desde luego, cuando se den cuenta habrán dejado muchos cadáveres en el camino y a muchas colas de personas en los centros sociales pidiendo de comer porque no tienen qué llevarse a la boca y mientras el coste público de funcionarios, pensionistas y gastos de la administración van a ser tan altos que no se podrá hacer frente más que con recortes, pues el pensar  como piensan algunos en subir los impuestos,   puede ser  un ataque frontal a la línea de flotación del país, ya que llenaremos las universidades de parados, el empleo en precario será alarmante y la economía sumergida nos moverá para dejarnos en un barco sin rumbo y un puerto de llegada donde sólo se pueda pedir auxilio.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Presidente del Consejo Andaluz de Colegios 
Oficiales de Graduados Sociales.

Una respuesta a “Estamos ante los mayores asesinos del siglo XXI y de destrucción de empleo”

  1. Un gran artículo y muy bien orientado, se nota al experto en relaciones laborales y con experiencia, desde luego España camina muy mal y tendremos un otoño muy caliente como dice este comentarista.

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