Vicente C. Cortes| WeltDeLibros
El Reto Lector de marzo me llevaba a leer un Premio Planeta, y aproveché para leer a un autor que llevaba tiempo pendiente: Javier Sierra.
El Fuego Invisible, Premio Planeta 2017 era el libro elegido, si bien no sé si fue el más acertado. Contiene una temática que a partes iguales me resulta atractiva pero también un poco desfasada en cuanto a las corrientes literarias. Y es que es una temática muy concreta que ya tuvo su cenit allá por el año 2003 con El Código Da Vinci.
De una parte tenemos una historia atrayente, con un grupo de personas que partiendo de una lectura medieval pretenden encontrar el origen y explicación de un misterio que lleva siglos escondiéndose en algún lugar de la península ibérica, más concretamente en la zona de los Pirineos.
Una lectura ágil, y con un lenguaje siempre fluido que facilita el avance del lector. La parte argumental también está bien construida, sobre todo en lo que a fuentes literarias e históricas se refiere. Las referencias literarias aportan credibilidad a la historia así como las detalladas descripciones del patrimonio románico que sustenta el hilo argumental de la historia.
De otra parte tenemos la parte de ciencia ficción de la novela, o cómo se argumenta que el objeto buscado por los protagonistas no es solo un objeto sino un símbolo o un poder que puede ser desarrollado por la persona adecuada. El autor muestra aquí su lado más esotérico, relacionándolo con hechos históricos documentados.
Esto es original, pero me parece que no termina de emparejar con la primera parte. Intentar argumentar las referencias literarias e históricas con hechos más cercanos a lo paranormal no es trabajo fácil, y en mi opinión no termina de converger en esta novela. El ritmo de lectura a pesar de ser ágil, se pierde en parte con una sucesión de datos, nombres y fechas que impiden avanzar en la historia o sentirse integrado en ella.
En el transcurso de la historia aparecen personajes que están poco desarrollados y definidos y que sin embargo llegados al final adquieren cierta preponderancia en la historia que dejan al lector con un halo de desconcierto. Otros, mejor definidos, no aportan a la historia la perspicacia y la intrepidez para mantener al lector pegado a las páginas, que terminarán con un final abrupto y poco esclarecedor.
En definitiva es una lectura que en otra época me hubiese parecido más entretenida, incluso buena y original por su intento de dar una alternativa a la explicación de un misterio que no deja de ser atrayente hoy en día. Sin embargo me ha parecido que el libro llegó tarde a la corriente literaria que trata y esto le hace restar puntos en cuanto a atracción lectora, así como la poca empatía que desarrollan los personajes principales.