Los que ya tenemos cierta edad y hemos pasado de ser los beneficiarios de quienes nos pagan o nos pagaban la electricidad, recordamos cómo de niños nuestros abuelos y padres tenían una permanente frase que nos decían que cuando acabásemos lo que estábamos haciendo apagásemos la luz que costaba mucho. Esa cantinela ha sobrevivido décadas en todos los hogares y establecimientos públicos, pues el consumo de la electricidad siempre ha tenido un detonante económico que en algunos hogares tenían que recaudar o economizar una parte de los sueldos o pensiones para poder pagar un coste que siempre era desorbitado. Es más, sorteábamos, en aquellas lámparas de los dormitorios, el tener aflojadas el 50% de las bombillas para que el exceso de esa luz se amortizara y con tal de ver lo indispensable ya suponía un ahorro en la electricidad. Por eso, el decir “apaga la luz” como titulo hoy mi tribuna, se ha multiplicado por diez, porque desde luego su consumo va a llevar unos detonantes de quiebra y un encarecimiento sobrevenido en las empresas que ya se calcula en un 30%.
La electricidad, que se encuentra descontrolada en su coste, avanza de una manera tan desorbitada que la sociedad está altamente controvertida porque las consecuencias de estas subidas vertiginosas están produciendo efectos colaterales que no se conocen su resultado final. Los sectores más afectados y que tienen un maltrecho contexto económico están clasificados en función de la actividad y de la producción que en su conjunto, lleven a cabo, pues entre los autónomos nadie podría olvidar que los bares, restaurantes, peluquerías, talleres y negocios, ya fuertemente golpeados por la crisis derivada de la covid-19, están recibiendo una estocada con la subida de la electricidad que no saben en qué lugar pueden quedar sus negocios, tanto en el presente, como en el futuro, pues precisamente esta subida no solamente crea una situación económica complicada, sino que está anunciando que para estas actividades, en especial las pymes micropymes, el incremento medio de la factura de la luz llega al 30%, pues pagar entre 200 y 400 euros más de electricidad es prácticamente no salir del bache, ya que es lógico que cualquier comercio o negocio que posee escaparates, iluminaria, calefacción o aire acondicionado, sin olvidar los que poseen cámaras frigoríficas, aparatos eléctricos, cocinas, máquinas de café, ordenadores, etc., y curiosamente encendidos en los momentos en que los picos de la electricidad tienen mayor coste, como está ocurriendo ahora en este verano, el despropósito es incontrolable, pues estas subidas no previstas y sorpresivamente cargadas mes a mes llegan en un momento de recuperación para muchos negocios, los cuales están viendo lastrada esa tendencia positiva y, por supuesto, no hablemos de las plantillas de trabajadores que también unidas a la subida de impuestos hacen un conjunto negativo a una economía que podría poco a poco salir adelante, pues de hecho, la subida del IPC que hemos tenido en el pasado mes de Agosto, ha sido el detonante para que estos negocios tengan que replantearse el seguimiento de su actividad y mantenimiento de las plantillas.
Por lo visto nadie tiene la culpa, se echan unos a otros las responsabilidades, lo que en definitiva hace que las ayudas que se han dado en la pandemia se pierdan ahora por el coste de la electricidad, porque ello conlleva que la economía doméstica nos va a resultar muy regresiva para seguir a delante, por lo que a la recuperación no se le ve horizonte y de hecho ya se atisba un otoño caliente por la cantidad de impuestos y gastos que nos van a imprimir en la débil economía de muchos españoles, porque no cabe duda que el despropósito de la subida de la luz está acaparando todas las esperanzas de mantenimiento, pero ello y en cascada está taladrando las economías de quien produce, de quien da servicios y de quien consume, por lo que las perspectivas que se avecinan no son nada halagüeñas, ya que si ahora inclusive pretende el Gobierno subir el SMI veremos cómo se afronta esa subida, pues también muchos convenios colectivos que estarán por debajo del mismo, revolverán la economía y las cotizaciones a la Seguridad Social, que unidas a ese IPC que habrá que aplicar a las pensiones, tendremos un déficit de todos los elementos de la economía que aun cuando Europa nos ayude a salir del covid-19 no cabe duda que volveremos a los números rojos y todo porque alguien no ha sabido controlar el precio de la electricidad y su efecto multiplicador, por lo que el endeudamiento del país no tiene perspectiva de disminución, sino todo lo contrario. Entre el alto déficit público y el desempleo que junto a Grecia, somos los que mayores cotas tenemos de Europa, ya me dirán qué es lo que se nos avecina.
En resumen, lo de “apaga la luz” sigue vivo y en directo, porque esa expresión no sólo no ha desaparecido, sino que es la que se está utilizando para poder afrontar la maltrecha situación que ya tenemos encima.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Cuanta verdad y estamos viendo y muy calladitos una subida estrepitosa de la electricidad y nadie se mueve. Si esta subida fuese gobernando Rajoy, estaría España ardiendo. Esto está destrozando a los pequeños empresarios y el hundimiento de este país es notable y además hasta los sindicatos miran para otro sitio.
Muy de acuerdo si esto pasara con gobiernos de otro signo político estaría toda la izquierda en la calle con las manifestaciones
Una frase que no tiene caducidad y ahora menos que nunca pero también ahora como nunca. Es un atraco a mano armada y no pasa nada!! Este país con este gobierno no levanta cabeza y los más perjudicados, cómo dice el Sr. Fernández, los autónomos y las pequeñas empresas que no salen de una y tienen otra. Enhorabuena D. José por poner de nuevo el dedo en la llaga.
Esto de la subida de La Luz es de pena y vergüenza, los pequeños negocios como bien dice este autor de la tribuna no pueden seguir, por lo que espero que Sanchez se vaya pronto y España empiece a tener una economía mas saneada y seria. Sanchez, está Ud haciendo bueno a Zapatero y eso que era un mamarracho.