Este año 2020, no cabe duda de que batirá el record de vicisitudes, penalidades y desalientos, pues pese a ser bisiesto y ya se contempla ese 29 de febrero como día infernal, han sito tantos los acontecimientos adversos que difícilmente podremos mirar hacia atrás y ver que desde la Segunda Guerra Mundial, Europa y concretamente, España están marcadas negativamente para afrontar todo lo peor.
El año empezó el 5 de Enero con un discurso del actual Presidente del Gobierno, donde anunciaba un Gobierno de coalición y lo que sí ha hecho es presidir, pero no gobernar. Es decir, el Gobierno con más Ministros de la historia, donde no se les conoce a casi ninguno y donde la imposición del social-comunismo se está luciendo de lo lindo, está demostrando ser un Gobierno inútil. Lo que parecía y anunciaba como un proyecto ilusionante se ha convertido en un proyecto demoledor y desmoralizante, pues independientemente de no haber contemplado ninguna ley hasta el momento en beneficio de la sociedad, solo tenemos el impulso hacia el odio y el revanchismo político, pues por desgracia, la pandemia que nos ha envuelto, al no tener unos gestores capaces de afrontar ese mal con medidas correctoras, estamos sufriendo algo que no tiene precedentes y que por día va a peor, pues nos ha bañado de reales decretos-ley donde sin contar con un debate profundo sobre ellos, los íbamos recibiendo día a día y noche a noche.
Hemos pasado por millones de trabajadores en los ERTEs, parados por doquier, autónomos desaparecidos, empresas descapitalizadas, una administracion inoperante, empresas públicas cerradas, Ayuntamientos sin proyectos, jóvenes desilusionados por no encontrar trabajo, estudiantes que han terminado como han podido los estudios de sus respectivos cursos, alumnos de colegios que sin llegar a terminar el curso escolar, se enfrentan a una incógnita desapacible para estos próximos días, un turismo decapitado y no hablemos de nuestros mayores que han sido los grandes sufridores y donde habiendo levantado a este país, tras una guerra civil y recuperar su economía, han caído en las trincheras de sus camas sin que nadie los recogiese porque no existían medidas ni para enterrar a los muertos, todo ello resumido en un confinamiento demoledor que no ha dejado títere con cabeza y donde la economía se ha desangrado diariamente y todavía no conocemos lo que nos espera para el próximo trimestre, que será no solo caliente, sino desesperanzador porque la ilusión en la sociedad civil está desmoralizada y se atisba un rescate en cubierto que no sabemos cómo se podrá llegar a pagar toda esa deuda. Es decir, habrá posteriores generaciones que todavía tendrán en sus espaldas el déficit de esta economía hundida.
Como todo no puede ser negativo, habrá que salir a la palestra y apartar de un lado la adversidad de la pandemia, que no es culpa de nadie, salvo la poca firmeza que se tuvo para no reconocer que esto ya venía de finales del 2019 y apartado esto, buscar a personas con conocimientos, leales y con lealtad a España para afrontar con medidas el levantamiento de la sanidad y la economía, pero personas formadas, llenas de ilusión y, en especial, que ilusionen, porque la situación de España es demoledora y ante tanta adversidad, unámonos para trabajar y reprobemos a quienes, pensando sólo en ellos y engañando a la ciudadanía, creen que esto se arreglará, Por eso, afrontemos los rebrotes, tengamos garantía de prosperidad y junto con Europa, digamos basta ya a quienes nos quieren embaucar en un túnel sin salida y para abortar los grandes acontecimientos políticos que se nos pueden avecinar, ya es hora de que existan profesionales en la política y no profesionales de la política, porque los segundos quieren sobrevivir a toda costa de la “sopa-boba”, mientras los demás y, en especial, las clases medias estén saetadas a impuestos.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Presidente del Consejo Andaluz de Colegios
Oficiales de Graduados Sociales.