El escritor que nos narra una historia a partir de la desaparición de Agatha Christie. Vamos a pasar un ratito con Andrés González- Barba.
Andrés González – Barba nos presenta su libro “El asesinato de Patrick O´Conelly”, editado por la editorial Algaida.
En su libro nos cuenta una historia, en la que la trama principal será la desaparición de Agatha Christie y todo lo que eso conllevó.
Partiendo de hechos reales, y hablándonos de la gran reina de la novela negra, González-Barba ficcionaliza esta historia que hará que los amantes de Christie se deleiten con esta maravillosa obra, acercándose a la escritora de una forma especial, sin sumergirse directamente en las aventuras de Miss Marple o Poirot, pero dándole la mano a sus libros.
Os recomiendo que os acerquéis a Agatha mediante “El asesinato de Patrick O´Conelly”, y aquí os dejo a su autor, para que os acerquéis a el:
Antes de empezar, cuéntanos quién es Andrés González-Barba.
Andrés González-Barba es como una especie de doctor Jekyll y Mr Hyde. De hecho, mi anterior novela, «El testamento de Mr Hyde», trataba ese mito literario creado por Stevenson. Quiero decir que por las mañanas me dedico al periodismo, una profesión que me apasiona y que me absorbe muchas horas. Pero por las noches mi imaginación echa a volar y entonces es cuando sueño con historias que me transportan a distintos escenarios y épocas. Ahí es cuando me siento más libre, y desde que debutara en 2010, he publicado novelas, libros de relatos, una novela juvenil, cuentos infantiles…
¿Cómo se te ocurrió la idea para «La muerte de Patrick O’Connelly»?
Hace años me enteré de un episodio muy oscuro de la vida de Agatha Christie. Se trataba de la desaparición de la escritora durante once días, en diciembre de 1926, como consecuencia de una grave crisis matrimonial. A partir de ahí vi que había una buena historia y que merecía la pena basarme en unos sucesos reales para comenzar a imaginar una trama. Poco a poco fui investigando y me di cuenta de que la autora no llegó a mencionar ni una sola línea de este turbio acontecimiento en su «Autobiografía», que se publicó de manera póstuma.
Detrás de esa historia, tiene que haber muchísimo trabajo de investigación e información. Cuéntanos cómo ha sido ese proceso.
Efectivamente, tienes toda la razón. Las labores de investigación y de documentación han sido arduas. Ese trabajo se corresponde muy bien a mi faceta como periodista, ya que tenemos que documentarnos perfectamente a la hora de redactar informaciones, de preparar entrevistas, reportajes, etc. Sin embargo, llega un momento en el que hay que saber dejar de revisar libros, páginas de internet, material audiovisual… A partir de ahí es cuando el autor tiene que saber crear una historia sólida donde esa documentación sirva de base para apoyarse, sin que el lector sea consciente de ese gran esfuerzo. Para ilustrar eso diré que esta novela se desarrolla fundamentalmente en un balneario de Harrogate donde estuvo Agatha alojada durante su desaparición. Naturalmente tuve que investigar sobre la historia del edificio y sobre el aspecto que tenía en la época de la escritora, pero luego me las ingenié para convertir ese hotel aparentemente pacífico en un escenario angosto y asfixiante, es decir, en un lugar reservado al crimen. Por eso a mí me interesan las novelas con una ambientación auténtica, no de cartón piedra.
Embarcarte en una historia con Agatha Christie como personaje ha tenido que ser muy especial para ti… ¿Por qué con Agatha?
Me ha interesado mucho dedicarle esta historia a Agatha Christie porque casi todo el mundo conoce bien su faceta como gran escritora, pero eso no ocurre con su vida personal. Fue una mujer apasionante y muy adelantada a su tiempo, no sólo porque se dedicara a escribir y lograra vivir de eso, sino porque luchó por su independencia económica, viajó por distintas partes del mundo, conducía su propio coche –un Morris Cowley-, fue de las primeras mujeres inglesas en practicar el surf, tenía un profundo conocimiento sobre los venenos gracias a su labor como enfermera voluntaria durante la I Guerra Mundial, etc. En esta novela he querido mostrar el lado más humano de Agatha, retratando sus miedos, sus dudas y sus pasiones.
Ya que estamos, recomiéndale a los lectores de La Alternativa tu libro favorito de Christie.
Aparte de «Asesinato en el Orient Express» y de «Diez negritos», que me parecen dos obras soberbias, me encanta «El asesinato de Roger Ackroyd», que revolucionó la novela policiaca de su época porque rompió todos los moldes y esquemas. Además, apareció publicada en 1926, un año que fue fundamental en la vida de Agatha, ya que falleció su madre –que fue un gran referente para ella- y meses después se produjo la crisis matrimonial que provocó su desaparición.
¿Alguna anécdota mientras escribías?
He de confesar que comenzó siendo una anécdota negativa, pero luego se transformó en algo muy positivo. Cuando llevaba unas sesenta páginas escritas más o menos, mi antiguo ordenador se me estropeó y perdí todo el texto porque no había grabado copias. Tenía dos opciones: tirarme por la ventana o levantarme y empezar de nuevo. Me decanté por esta segunda posibilidad y al final me vino hasta bien porque me replanteé de nuevo la historia y eliminé una trama que me parecía innecesaria. Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga.
¿Le ibas enseñando lo que escribías a alguien o te lo guardabas para ti hasta tenerlo acabado?
Escribí todo el texto del tirón y al final se lo enseñé a mi editor. A él le gustó y lo único que me dijo fue que reordenara algunos capítulos, con lo cual la historia mejoró bastante.
¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir el libro?
Quitando ese accidente que te he comentado antes, tardé en escribir el primer borrador de la novela unos diez meses aproximadamente. Esa fase es siempre muy alegre y desenfadada. Luego vienen las reescrituras, las miles de correcciones, etc.
¿Y tienes alguna manía de escritor? ¿Algún ritual?
Creo que soy muy normal en ese sentido y no tengo demasiadas manías. Me gusta escribir con música de fondo. Eso sí, un gran porcentaje de lo que he escrito lo he hecho en horas nocturnas, porque durante las madrugadas la ciudad se paraliza y apenas hay ruidos. Nadie te llama por teléfono para venderte algo ni te interrumpe el sonido del telefonillo. En ese sentido me considero un noctámbulo.
¿Y qué sentiste cuando viste la novela en papel por primera vez?
Para mí fue una enorme alegría. Después de luchar tantos días en soledad, con muchas dudas e incertidumbres, pensé que había merecido la pena ese gran esfuerzo.
¿Escribirías otro libro de este estilo u optarías por otro tipo de novela, por otra historia?
Creo que con esta novela he cerrado una etapa, ya que he culminado una trilogía con tres de mis escritores favoritos: Arthur Conan Doyle, Robert Louis Stevenson y Agatha Christie. A partir de ahora quiero explorar nuevos terrenos y por supuesto otros estilos. Lo más importante de todo es que cada cosa nueva que escriba tenga una gran calidad y que supere a la anterior.-
¿Nos puedes hacer un spoiler? ¿Tienes nuevo libro en el horno?
Ahora mismo tengo dos proyectos en marcha: uno, más inmediato, es un libro de cuentos fantásticos. Serán relatos que se desarrollan en la época actual y que protagonizan personas normales que se ven sometidas a situaciones extraordinarias. Y otro, a más largo plazo, que será una nueva novela. Ahí estoy en fase de documentación y quiero que sea la mejor historia que he escrito hasta el momento, o al menos esa es mi intención. También tengo pendiente publicar un poemario, pero no sé cuándo podrá salir.
Para ir acabando: dale un consejo a todos aquellos escritores que no se atreven a publicar.
-No soy bueno dando consejos porque creo que cada uno debe descubrir su propio camino, pero sí es muy cierto lo que dices de que es complicado atreverse a publicar. A mí me costó muchos años superar esa barrera psicológica por mis propios miedos interiores y mis complejos; sin embargo, siempre creí que tenía buenas historias que contar y eso fue lo que me salvó. A partir de 2010 mi vida dio un giro de ciento ochenta grados cuando publiqué mi primera novela, «Los diarios de Regent Street».
Como final, dinos tu frase o cita favorita, aquella que llevas por bandera.
Me encanta una frase que dice el maestro Yoda en «El imperio contraataca»: «No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes». Creo que sobran las palabras ante un planteamiento tan sabio.