
El comisario Mariño me alarga el informe del nuevo interrogado. En lugar de la clásica carpeta mis manos aferran un sobre de manila. Enarco las cejas en un gesto irreprimible que no puede ocultar la sorpresa.
El lenguaje corporal del comisario resulta lo suficientemente ilustrativo como para etender que el contenido del sobre explica la presencia de nuestro hombre. En el anverso se puede leer “Indira Ramos” manuscrito con un rotulador de punta gruesa. La inspectora ha tenido a bien facilitarnos parte del trabajo. Nota mental: luego haré por contactar con ella para agradecérselo.
Santiago Díaz, escritor y guionista madrileño. Tras echar un vistazo presuroso a los apuntes de mayor interés, despego la vista del contenido del sobre y mis ojos se encuentran con los del autor; acabo de saber de su reciente nominación como finalista del VI Premio Cartagena Negra. Mi boca dibuja media sonrisa, Santiago corresponde con lo propio, logrando distensar el rigor impostado del momento.
Sin más dilaciones me dispongo a comenzar el interrogatorio…
Unir la realidad con la ficción como elemento exponencial de grandes historias; ¿Te costó mucho ponerte en la piel de un depredador como Anglés?
Siempre es complicado pensar como lo haría un asesino de estas características, y más aún cuando se trata de alguien real. Pero, quizá por eso mismo, también es atractivo, ya que he intentado responder desde la ficción a las preguntas que todos los que vivimos el crimen de Alcàsser nos hemos hecho alguna vez: ¿Dónde está en la actualidad Anglés?, ¿ha formado una familia?, ¿se ha transformado físicamente?, ¿ha seguido matando?, etc.
El crimen de Alcàsser sacudió por entero a la sociedad y paralizó a todo el país. ¿Recuerdas qué hacías en ese trágico momento en el que encontraron a las niñas?
Yo tenía 21 años y, como casi todos los españoles, viví aquello horrorizado. Durante 75 días tuvimos la esperanza de que fuese cierta alguna de las informaciones que decían que se las había visto en diferentes puntos de España, pero por desgracia, aquel 27 de enero de 1993 se acabaron todas nuestras esperanzas. Yo recuerdo que fue mi madre la que me dijo que las habían encontrado muertas, y fue un auténtico mazazo.
La novela negra evoluciona. Basta con radiografiar la sociedad para hallar el hilo conductor de buenas historias que contar, ¿no te parece?
Lo que se conoce hoy en día como novela negra es, para mí, la unión de varios géneros que antes eran independientes: novela negra pura, novela de enigma, de acción, policial… Lo que se ha conseguido con esto es que, de ser considerado un género menor, es ahora el más complejo de todos. Yo creo que ahí radica la clave de su éxito.
Eres el padre literario de Indira Ramos, alguien…vamos a decir, un tanto “peculiar” para no spoilear más de la cuenta. Imagina lo que debe ser quedarse encerrado en un ascensor con ella dentro, ¿quién lo pasaría peor?
Jajaja supongo que, después de pasar un rato aguantándola en un espacio tan pequeño, cualquiera intentaríamos salir por el techo del ascensor.
Eres guionista y dialoguista. Personalmente, ¿qué te cuesta más?, ¿crear historias, dar con esa idea, o desarrollarla?
Buscar buenas premisas es algo que me apasiona, pero también la parte más complicada del proceso, porque no basta con tener una buena idea, sino que hay que saber estructurarla y lograr que en el papel siga manteniendo esa frescura que tanto nos atrajo. Una vez que se tiene eso, desarrollarla es para mí la parte más divertida.
Tres obras de género negro que no pueden faltar en tu estantería.
Mystic River, de Dennis Lehane, La Dalia negra, de James Ellroy y Los mares de sur, de Manuel Vázquez Montalbán. Me dejo cualquiera de Lemaitre, alguna de Nesbo, etc.
Que el gran público, o al menos una parte selecta, prefiera el libro a la versión televisiva o cinéfila de una historia, tiene que suponer un orgullo tremendo para un escritor y guionista como tú…
Todavía no he tenido la suerte de que se adapte alguna de mis novelas, pero espero que eso se remedie pronto. El problema de las adaptaciones es que hay que dejar fuera muchas cosas que aparecen en la novela, y la historia se puede resentir. Pero es una cuestión de espacio, algo inevitable.

En el género noir, desde los grandes clásicos, el papel de la mujer ha quedado relegado al rol de víctima o de viuda doliente. Hoy en día, afortunadamente, esa perspectiva ha cambiado. La inspectora Ramos es una mujer que irrumpe con fuerza en sus novelas, a pesar de sus propios miedos e inseguridades…
Por fortuna, ya nadie ve raro que una mujer pueda ser astronauta, presidenta del gobierno o inspectora de policía. Es una cuestión de justicia que ahora adquieran el papel protagonista más allá de las novelas románticas.
Cuéntanos algo de tus próximos proyectos. Imagino que aún quedan cosas por desentrañar entre Indira Ramos e Iván Moreno. ¿Alguna primicia?
En este momento estoy terminando de escribir la tercera entrega de la serie protagonizada por Indira e Iván, y os aseguro que habrá muchas sorpresas. Si todo va según lo previsto, se publicará en enero de 2023. Mi siguiente proyecto es un thriller histórico, pero todavía no puedo contar mucho más…
Para finalizar, dinos un autor/a de género negro que te gustaría que entrevistásemos.
A Blas Ruiz Grau y a Nagore Suárez, grandes escritores y buenos amigos.
Santiago, queremos agradecerte tu amabilidad. Esperamos que este breve encuentro te haya resultado ameno. Desde “La alternativa digital” seguiremos muy atentos a lo que nos tengas que ofrecer, que seguro será mucho y bueno.
Muchas gracias a vosotros. Un abrazo muy fuerte.
Fdo: Luis Rodríguez