V. C. Cortes| WeltDeLibros
Hablar de Stephen King es hablar del “Rey” del terror, de lo misterioso y del horror, a veces macabro, a veces irracional y que se adentra en tu psique haciendo que una simple sombra en un rincón de tu habitación te deje toda una noche en vela.
Después del anochecer son 13 relatos que bien podrían haber sido un claro ejemplo de historias para no dormir de Stephen King, sin embargo, en mi caso, fueron historias con un inconfundible efecto somnífero. No puedo sino mostrar mi descontento con este libro, en el que prácticamente ninguna historia se salva del mas terrorífico de los tedios.
Para ser justos, la temática si da pie a este tipo de historias, en las que por ejemplo la “vida” más allá de la muerte ocupa un par de relatos, y los hechos paranormales o los animales diabólicos, otras de ellas. Son el punto de inicio perfecto para una historia que te haga sentir un escalofrío mientras pasas las páginas del libro. Otras abordan situaciones no menos desagradables, pero menos enfocadas al miedo irracional, son situaciones incomodas que
cualquiera de nosotros podría encontrarse, y en la que el miedo ocupa un papel fundamental pero no principal.
En este aspecto King es bastante acertado con la descripción de este tipo de situaciones donde no sabríamos decir a ciencia cierta cómo reaccionaríamos. Sin embargo, un amplia y desproporcionada descripción es también un sello de King, y esto, no siempre es sinónimo de calidad en sus historias.
Entre los relatos, si hay algunos que me han gustado, más por las referencias literarias que aporta, que por la historia en sí. Hablo en concreto de dos de ellos, “el gato del infierno” y “N”. Al leer el primero de ellos, es inevitable acordarse de otra historia clásica del terror, para ser exactos “El gato negro” de Edgar Allan Poe. No hablamos de una adaptación, pero si comparte detalles, como el más obvio de todos, un gato en la historia. Un gato que atormenta a los personajes hasta el más cruel de los desenlaces.
El segundo de los relatos, “N” no está tan clara la referencia, pero si me ha parecido vislumbrar retazos de H.P. Lovecraft. No es nada nuevo que King tenga una influencia lovecraniana, él mismo lo ha reconocido en muchas ocasiones y leyendo muchos de sus libros podemos encontrar una línea literaria con una estética al más puro estilo Lovecraft.
N, trata más del trastorno obsesivo-compulsivo, y aunque el propio King asocia a otras referencias literarias, encontramos detalles en esta historia que nos remite a monstruos cósmicos, o hechos inexplicables en lugares recónditos donde bien podría haber impactado un trozo de roca con…porque no, vida malvada e inteligente de otros lugares del espacio, que harían sufrir a una ya atormentada mente.
En definitiva, este libro puede estar entretenido, pues no todas sus historias son lentas y aburridas, pero en mi opinión se unen dos rasgos de King que no me convencen, historias planas y con mucho relleno que dejan al lector con una indiferencia respecto a la lectura que se aleja del horror que esperamos del maestro del terror.