Los autónomos entran en una nueva encrucijada

José Blas Fernández Sánchez

El reciente Real Decreto-Ley 13/2022 de 26 de julio, viene a establecer un nuevo sistema de cotización para los trabajadores autónomos y de igual modo, mejora la protección cuando estos cesen en su actividad, El número del Real Decreto-ley que curiosamente es el 13, ya de por sí no ofrece muy buenas perspectivas, pues  sin ser un número nefasto sí tiene en su haber unas connotaciones que iremos  desarrollando en los próximos meses hasta llegar al 1 de Enero de 2023 que es cuando entra en vigor esta reforma del RETA.

En nuevo régimen de autónomo  ha aprobado unas tablas  en las que según sus rendimientos netos se cotizará por un importe o por otro, estableciendo  varias diferencias entre el autónomo persona física  o el autónomo societario y familiar colaborador, pues las bases mínimas para el 2023 no podrán ser inferiores a 1000 euros y lo que no sabemos es cómo para el 2024 y 2025 estas bases mínimas serán establecidas por los Presupuestos Generales del Estado. Por tanto, vengo a considerar y a  presumir  que mientras  que no transcurran unos 10 años aproximadamente,  no se va a establecer una igualdad entre los salarios de un trabajador por cuenta ajena y un trabajador por cuenta propia. El Real Decreto-ley tendrá que ser convalidado, como todos, en el Congreso de los Diputados y si bien han existido asociaciones conformes con el mismo,  es cierto que todas no aglutinan a todos los autónomos de nuestro país, pues concretamente y para los miles de autónomos que existen entre los profesionales liberales nadie les ha consultado, porque  no olvidemos que los autónomos existentes  no sólo  los componen ATA o UPTA, sino que hay   una infinidad de autónomos no vinculados a ninguna asociación y que precisamente, forman parte de esa mayoría silenciosa de los autónomos y que no han sido consultados para nada.

El principal objetivo de este Real Decreto-ley es acercar las bases de cotización a los ingresos reales para así  poder  llevar a cabo las futuras pensiones, tanto que han buscado hasta quince tramos para esos 3,3 millones de autónomos  y así aplicarles unas bases de cotización y lo que es peor una cuota diferente, pero olvidan que existen rendimientos inferiores al salario mínimo interprofesional y que a estos no se les menciona por  ningún sitio.

De igual modo,  calcular los rendimientos netos computables  de los autónomos societarios (art. 308 de la LGSS, en su nueva redacción) no es nada fácil, pues para calcular esos rendimientos netos  hay que sumar todos los rendimientos dinerarios o en especie que deriven de la sociedad y siempre en la que se tenga el 33% o más del capital social o un 25% en el caso de ser administrador  y a la suma anterior hay que añadirle la cuota de autónomo y restarle el 3%, es decir, todo un embrollo  confuso  donde habrá que calcular  los rendimientos altos o bajos para así cambiar las bases de cotización, por lo que considero que llevar esto y de esta manera a un autónomo que su principal preocupación es sacar adelante su negocio,  no es más que  un enrevesado y entramado conjunto de inseguridades donde entre la base inferior  que le hubiese correspondido o la base superior que le pueda corresponder es tal  el cálculo  y  fórmulas para llevarlo a cabo que precisamente el autónomo es el menos indicado para ejercerlo y si hablamos de bonificaciones  por cuidado de menor, en función de la enfermedad o  por nacimiento de hijos, entonces apaga y vámonos y, por desgracia, tendremos miles de reclamaciones de la TGSS por la inseguridad que el sistema presta.

Aun cuando sea pronto para una valoración tenemos  que desarrollar  aquél autónomo que ya venía con una base de cotización propia anterior a la entrada en vigor de esta reforma, lo que dará muchas controversias, ya que si venías cotizando al 31 de diciembre de 2022 por unos rendimientos y ahora a partir de enero te los varían esto dará  unas  ruletas de problemas tanto a la administración como al administrado, en este caso autónomo, que no se sabe  en qué terminará.

A todo esto, estamos ante un sistema transitorio  que tiene carácter progresivo estableciendo las cuotas y bases de los tres primeros años y determina que sólo en el 2032 cotizarán  por los ingresos reales que ganen con su actividad, con lo cual Hacienda  remitirá los datos de los ingresos netos reales de cada autónomo a la TGSS y ésta cotejará los datos con el tramo por el que ha cotizado cada autónomo y si el tramo elegido es inferior al que le correspondiera por los ingresos reales tendrá que  abonarle a la Seguridad Social la diferencia, así como si fuera superior, entonces, será la TGSS la que devuelva el exceso. 

Considero que cada vez que algo se modifica tiene un fin recaudatorio, pero se nota desde lejos que  el autónomo tendrá que pagar más y hasta que no tenga un largo plazo en sus cotizaciones no podrá ver  el resultado que hoy se atisba. Por ello, si las pensiones no contributivas son para los que no han cotizado nada  y las contributivas son ínfimas par algunos por las bases existentes, habrá que pensarse si trabajar y cotizar por tus ingresos netos no  hará que muchos entren  en  la plataforma de la economía sumergida, que es en la que están hoy.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

3 Respuestas a “Los autónomos entran en una nueva encrucijada”

  1. Pues otro sablazo más a las clases medias para recaudar más y poder subsidiar a más personas y por ende comprar más votos. Una locura…
    Gracias D. José por el análisis del RD

  2. Todo lo que toca este Gobierno lo corrompe y lo enreda de tal manera que perjudica a quienes ponen todo de su parte para intentar levantar a este país. Sánchez es lo peor que lo ha podido pasar á este país y espero que se vaya antes de que convierta a España en otra Venezuela. Espero que tengamos memoria para echarlo de la Moncloa cuando llegue el momento. Es un inepto peor todavía que Zapatero que ya es decir. Buen artículo D. José.

  3. Los autónomos son tan diferente de una actividad a otra que nunca estarán contentos, porque en este sector tienen una gran economía sumergida y cotizar por lo que ganan, nunca han querido. No obstante se debería hacer una reforma profunda en lo que les queda de pensión de jubilación o invalidez, ya que cuando llega esa hora se quedan muy desprevenidos . Si al final existe un tope de jubilación e invalidez, se debería tener varias cuotas fijas y que el trabajador autónomos elija. Yo a ATA me la quitaría de encima para negociar, pues no representan a Nadir como le ocurre a Apta.

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