La misión que cambió una guerra: Operación Mincemeat

Javier Fornell

Detrás de las más conocidas batallas y campañas de la Segunda Guerra Mundial se esconde una historia secreta; la de operaciones encubiertas y planes de engaño destinados a confundir al enemigo en cada oportunidad. La Operación Mincemeat (carne picada) es una de las más curiosas.

La Operación Mincemeat fue un plan concebido por la inteligencia británica para engañar a los alemanes sobre el verdadero objetivo de la invasión aliada de Sicilia. Un cadáver sería lanzado frente a la costa de España con documentos secretos que podrían revelar que los objetivos de la próxima invasión serían Grecia y Cerdeña, con Sicilia solo como una finta. Para asegurarse de que los alemanes se tragaran el engaño, fue necesario crear una identidad falsa y totalmente detallada para el cuerpo, que era el de una persona sin hogar que había muerto después de tragar veneno para ratas. Esto era necesario ya que tiempo antes se había intentando sin éxito el mismo plan pero los alemanes no creyeron la historia por no haber rastro vital de los fallecidos.

Capitán Ewen Montagu RNR


En esta operación, el papel fundamental recayó en el capitán Ewen Montagu RNR. Montagu era un oficial de inteligencia que desempeñó un papel destacado en el diseño de la Operación Mincemeat, junto con el líder de escuadrón Charles Cholmondely RAFVR.

La operación secreta conllevó vestir este cadáver como un Mayor de los Royal Marines y darle la identidad falsa de ‘William Martin’. Los documentos de identificación apropiados y otros papeles le darían al cuerpo una personalidad y antecedentes. Para dar la sensación de que era una persona descuidada, además de un un juego de llaves, entradas de teatro o una factura de alojamiento de su club de Londres, se incluyeron otras facturas sin pagar, una tarjeta de identidad duplicada para reemplazar la que había perdido, una carta de su banco, el Lloyds Bank, por un descubierto de «£17 19s 11d» y un pase caducado del Cuartel General de Operaciones Combinadas que se le había olvidado renovar.

Además, incluían hasta una fotografía de la prometida del comandante Martin, un recibo por un anillo de compromiso, una entrada de teatro y otras pruebas. Y también se creó la historia de ella, a la que se nombró Pam y se le dio el rostro de una agente del MI5.

La falsa prometida

Pero lo realmente importante era una carta personal del  teniente general Sir Archibald Nye, Segundo Jefe del Estado Mayor General Imperial, al general Sir Harold Alexander, comandante británico en el norte de África en el que se le comentaba que se iban a realizar dos operaciones. El objetivo era que los alemanes creyeran que la carta era real sin enviar documentación cifrada; se trataba de un descuido o de un aviso fuera de los cauces oficiales entre dos amigos. Amigos que se implicaban en la «Operación Husky»: Alexander atacaría Córcega y Cerdeña, mientras el general Sir Henry Wilson lo haría en Grecia. (Aunque el desembarco, con el mismo nombre de operación, por si los alemanes interceptaban información, iba ser en Sicilia)

A primeras horas del 30 de abril de 1943, el cuerpo del ‘Major Martin’ fue lanzado al mar desde el submarino británico HMS Seraph y se dejó a la deriva a poco más de una milla de la costa sur de España. El cuerpo fue descubierto a las 07:30 en la playa de El Portil (Huelva) por un pescador de Punta Umbría de origen portugués, José Antonio Rey María, que lo llevó al puerto e informó a las autoridades españolas. Una vez recuperados por las autoridades españolas, los documentos «secretos» que llevaba el cuerpo fueron abiertos, fotografiados y pasados ​​de forma encubierta a través de simpatizantes nazis a los oficiales de inteligencia alemanes en España.

Carta de los documentos privados del capitán Ewen Montagu RNR que muestra la autorización del plan en nombre del primer ministro Winston Churchill.

Señal que describe el papel del submarino HMS Seraph en la entrega de su cargamento secreto.

Después de comprobar toda la documentación, los alemanes enviaron de vuelta el cuerpo a las autoridades inglesas. Cuando el cuerpo del comandante Martin fue devuelto y se comprobó que la documentación había sido leída y vuelta a guardar cuidadosamente se informó a Winston Churchill, que estaba en Estados Unidos, con un simple telegrama: «Mincemeat Swallowed Whole» («Se han tragado toda la carne picada»).

Los alemanes actuaron rápidamente sobre la información falsa al duplicar el número de tropas enviadas a Cerdeña, mientras que muchas divisiones alemanas adicionales también fueron transferidas a Grecia y los Balcanes. La invasión aliada de Sicilia se inició el 9 de julio de 1943 y, como estaba previsto, resultó ser una gran sorpresa para los defensores alemanes. En poco más de un mes, la isla fue capturada por completo por los aliados, y la falta de refuerzos enemigos resultó ser un factor decisivo en el éxito. ‘Mincemeat’ había sido tragado bien y verdaderamente.

Más información

Los documentos del oficial de inteligencia naval Ewen Montagu se han depositado en los archivos de IWM y aparecen en el libro The War on Paper, que cuenta la historia de la Segunda Guerra Mundial a través de veinte documentos clave, cada uno de los cuales marca una diferencia significativa en el curso del conflicto. Las órdenes militares y los acuerdos políticos determinaron la naturaleza de la lucha entre los Aliados y el Eje, mientras que los registros más personales tendrían un impacto directo en el destino de las personas y, en algunos casos, incluso en la propia sociedad.

Ojo, que este 2022 vamos a hablar mucho de la historia, ya que el 29 de abril está previsto el estreno de «Operation Mincemeat» (en español, «El arma del engaño») protagonizada por Colin Firth y Matthew MacFadyen, y dirigida por John Madden.

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