El diálogo social ya no existe

José Blas Fernández Sánchez

Durante muchos años los sindicatos y patronal han ido, de forma alternativa, capeando el temporal de la situación económica basada en las relaciones laborales como algo prioritario, porque eran conscientes de que una mala actuación en los acuerdos podía dar con un frente irreparable donde la alteración de los convenios colectivos, el salario mínimo y los acuerdos bilaterales en materia socio-laboral si no acababan bien provocarían un aumento del desempleo de cotas inalcanzables. En estos días, hemos acudido a comprobar en el Parlamento un indecente espectáculo de cómo por una votación sobre la reforma laboral, ésta ha salido tan depauperada y tan débil que en lugar de valorarse la reforma se ha magnificado la votación llevada a cabo de manera ridícula y  la Ministra de Trabajo, tal vez para dar un giro a la ridiculez en que la votación había quedado, pacta con los sindicatos la segunda subida del Salario Mínimo Interprofesional en menos de cinco meses, subida que ha hecho que la CEOE se descuelgue y que el diálogo social se rompa en mil pedazos y todo, porque la patronal ha rechazado la propuesta de 1.000 euros mensuales a aplicar al Salario Mínimo Interprofesional, por considerar inapropiado que ante la incertidumbre económica actual se suba dicho salario.

No voy a entrar en quienes agradecen dicha subida, pues en el fondo comparto que cuanto más gane un trabajador tendrá mejor calidad de vida y, por supuesto, podrá enjugar el déficit con el que se enfrenta quien pierde poder adquisitivo, pues de 965,00 euros en 14 pagas que también estuvo sin el apoyo de los empresarios, en el pasado mes de Septiembre de 2021, ahora por pura ideología y sin contar con los perjuicios que pueda tener cualquier movimiento al alza de los salarios se lleva a cabo un acuerdo bipartito con CCOO y UGT y con carácter retroactivo desde el 1 de Enero de 2022 la Sra. Ministra de Trabajo, para justificarse dice que esta subida “sirve para mejorar la vida de la gente, alzar los salarios más bajos y para elevar los salarios al alza en general”, lo que pone de manifiesto que este nuevo salario va a rebasar el objetivo del Gobierno en 12 Autonomías de nuestro país, lo cual es muy preocupante.

Considero que disponer del dinero de los demás como ha hecho la Ministra, es muy fácil, porque quienes pagan esos salarios son los empleadores y no olvidemos que la subida que dicen que se encuadra en las pymes y micropymes y lleva aparejado además el coste de la Seguridad Social, lo que incrementa el gasto de personal.

Algunos hablan de que esta corta subida afecta solamente a pymes, micropymes y autónomos, pero no se dice que centenares de convenios colectivos están a partir del 1 de enero de 2022, en sus salarios, por debajo del ese SMI que habrá que actualizar, con lo cual también existirá un agravio comparativo entre categorías profesionales, porque ya sea personal cualificado o no cualificado, con mayor o menor responsabilidad en una empresa, van a cobrar lo mismo. Es más, los empleados de hogar, sin que se desmerezca nunca su trabajo, también pasan a tener el concepto de mileurista, con lo cual, vamos a entrar en una guerra de convenios colectivos en cuanto a categorías profesionales que va a resultar de una explosión laboral sin precedentes, pues ahora dirá quien considere que su trabajo es de una importancia vital e insustituible por sus conocimientos que no le merece la pena trabajar por la misma cuantía que quien, por imposición de un salario mínimo, va a ganar lo mismo, por lo que la economía española va a tener una inflación mayor y un desempleo mayor, porque aquellos que tengan una corta plantilla y no puedan sostener con este nuevo SMI a sus trabajadores, lógicamente prescindirá de ellos o en parte, con el consiguiente perjuicio para la subida del desempleo y no olvidemos los contratos que se van a llevar a cabo para enjugar el déficit por una jornada inferior a la que realmente se lleve a cabo.

La Sra. Ministra tuvo que haber consultado con expertos y auditores socio-laborales si el mercado de trabajo ahora podía soportar esos mil euros y tras un análisis serio y coherente valorar que de 700 euros que existían en diciembre de 2016, se ha pasado a una cuantía que posiblemente tenga una repercusión negativa aun cuando ese salario nos parezca corto. Repito que no estoy en contra de que los trabajadores ganen más salario, pero lo que no parece prudente es que tras la situación económica de la pandemia, donde todavía no se ha salido del “boquete”, se venga a imponer lo que las partes no han acordado y, por supuesto, en un país donde los jóvenes están a la cabeza del desempleo en Europa, las mujeres también están infravaloradas en la contratación y en resumidas cuentas, la subida no responde a la lógica económica, lo que nos llevará de forma inmediata a una economía sumergida que será la que arrastre de proyectos y mejoras para la sociedad civil.

Por todo ello, esto no solo afectará a 1,5 millones de nóminas, que es lo que hoy se tiene como salario mínimo. Su efecto va a subir casi el doble cuando se empiecen a revisar forzosamente convenios colectivos y no solo discriminará categorías, sino que hará aumentar a los empleadores salarios que no pensaban que se les iban a ir de su proyecto económico como empresa, pues el capítulo de personal todos sabemos cuánto cuesta y cuánto influye en los costes de una patronal. Termino creyendo que se ha hecho por imposición algo que no se ha negociado y que el Gobierno ha dispuesto, por tener en sus manos el BOE, del dinero de los demás y con un agravante, el de recaudar más cotizaciones, más IRPF y lo que es peor, cuántas situaciones de ámbito social se extinguen con este salario mínimo porque su cuantía ya no da derechos a prestaciones y mejoras sociales que antes se tenían. Es decir, “ha desnudado a un Santo para vestir a otro”, sin saber el efecto negativo que vamos a vivir en los próximos meses, donde la economía está “gravemente tocada del ala”.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

4 Respuestas a “El diálogo social ya no existe”

  1. Muy de acuerdo con D.Jose Blas, como dice el autor es muy loable querer mejorar la vida de los demás, pero disparando con pólvora del rey.
    Esta subida se debería de haber llevado a cabo cuando la recuperación económica estuviera consolidada y con el acuerdo de patronal y sindicatos.
    Hay elecciones en Castilla León y había que aprobarla para ubicarla en campaña.

  2. Un artículo con mucha verdad. La subida del SMI dos veces en 5 meses es intolerable y lo más grave es que no pasa nada…..todo sigue igual. El nuevo SMI va a provocar mayores pérdidas que beneficios. Las empresas no pueden soportar más gastos cuando no se han recuperado de la pandemia. Esperemos que la memoria histórica funcione y en las próximas elecciones seamos todos más sensatos. Buen artículo Sr. Blas.

  3. La subida del salario mínimo es un arrebato de lo ocurrido con la reforma laboral, pero engañan a los trabajadores pues el IPC ha subido un 6,5 % y en nada se parece a la subida de ese salario mínimo. Desde luego engañan estos de la izquierda con una facilidad tremenda y la gente se calla. Si esto lo llega hacer Rajoy arden las calles pero aquí le aumentan las subvenciones a los sindicatos y a callar.

  4. Estoy totalmente de acuerdo, con la respuesta del Sr Joaquín Moreno. Es evidente que la subida del S.M. I no se hubiera dado si no fuera por las elecciones en Castilla Leon. Lamentablemente este Gobierno sigue siendo un cumulo de despropositos , pero aún es más lamentable la actual dirección del principal partido de la oposición. Una vez más un gran artículo de Don José Blas Fernandez

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