Los alumnos en prácticas maquillarán el aumento de las afiliaciones de la Seguridad Social

         El pasado 1 de enero ha entrado en vigor la cotización  de los becarios o estudiantes en prácticas,  aunque no sean remuneradas para tenerlos en cuenta y aumentar las afiliaciones a la Seguridad Social que ese es su único fin. Toda esta problemática que regula el Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, es una medida que no estaba pensada ni incluida en el Estatuto del Becario. Ha sido el que era entonces Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el que ha  retorcido el espíritu de la ley para que estas prácticas formativas tengan la novedad de cotizar a la Seguridad Social y así verse aumentadas las afiliaciones. Las cotizaciones de los becarios ya están reguladas, pues tendrán que ser dados de alta como trabajadores por cuenta ajena en el régimen general de la Seguridad Social, produciéndose al inicio de las practicas el alta  y la baja, como es lógico, cuando estas finalicen,  no cotizando por desempleo ni  al FOGASA y menos por formación profesional ni para el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), que es el llamado “impuesto de las pensiones” aunque en verdad es una burda mentira que viene a reforzar la también denominada “hucha de las pensiones”.

         La decisión ultima de la cotización de estos becarios ha supuesto un gran problema para las empresas, pues éstas e instituciones públicas se están negando a asumir la parte de la cotización que les corresponde, aunque con la bonificación sea una cuantía mínima, pero en definitiva son las universidades y las CCAA las que van a tener que abonar las cuotas y gestionar las altas y bajas en Seguridad Social. Todo ello, bajo la coacción de que si no se llevan a cabo las practicas no remuneradas que forman parte del plan de estudios y que  es obligatorio realizarlas para poder recibir el título correspondiente, obliga por tanto a las universidades a asumir este coste o bien quitar las practicas de los planes de estudios, lo cual repercutiría muy negativamente en la formación de los alumnos.

         Tradicionalmente,  las universidades son las encargadas de la formación académica de quien estudia al igual que la Formación Profesional la tienen  las CCAA,   bajo cuya responsabilidad están  los centros de formación, pero hoy al incluir  en estas practicas  las cotizaciones aludidas  están a su vez  obligando a terceros a desembolsar unas cuantías muy importantes que en función de la capacidad económica de la Universidad o de la CCAA tendremos el resultado  de querer sacar dinero para que se cotice y aumenten las incorporaciones a la Seguridad Social. Algo inaudito  y de falta de rigor y de seguridad jurídica.

         Este galimatías que ya ha entrado en vigor aun cuando se ha pedido que se ejecute para el mes de marzo aproximadamente, no tiene marcha atrás, pero no se puede maquillar los afiliados a la Seguridad Social incorporando a miles de becarios  por el mero hecho de tener una estadística decente  que ampare  y engañe  cómo las afiliaciones suben de una forma vertiginosa  y en definitiva son afiliaciones y cotizaciones que sólo tienen humo y poco recorrido y para mí, presuntamente falsas, porque esos alumnos ya poseen el seguro escolar. Entiendo que quien tiene el Boletín Oficial del Estado tiene la mayor y mejor arma para imponer sus debilidades, desaciertos y aciertos, pero  lo que no puede imponer es marcar directrices a otras instituciones,   donde se forman estudiantes por el mero hecho de aparentar lo que no es y tener  en las estadísticas un resultado  de muy  baja calidad  para que se crea la Unión Europea que en España el empleo y las afiliaciones crecen  por sí solas.

         Esto es una  de las cualidades del actual gobierno para que ya no se sepa qué datos son los reales del desempleo, qué número de afiliados tiene la Seguridad Social o cuántos parados realmente existen tanto provinciales como sectoriales y lo que es peor, cuántos contratos se han llevado a cabo  por tiempo indefinido sin decir la verdad  de los miles que existen a tiempo parcial, los extinguidos en periodos de prueba y cuántos fijos discontinuos se les han dado carta  de naturaleza como si fueran trabajadores fijos cuando son parados de verdad que cobran el desempleo, por lo que es tan alto el engaño,  que  haciendo números  con realidad  y con  sentido de la verdad, los parados en España ya han superado los más de 4.200.000 y no  los 2.707.456 que informa el SEPE tras haber escondido a los fijos discontinuos.

         La reforma laboral ha sido un fracaso  y  querer darle vida activa con estadísticas apañadas no llega a ningún sitio, pues el empleo indefinido no ha crecido, es mentira.  Y haber quitado los contratos temporales  y creerse que  todo el mundo está a jornada completa y por tiempo indefinido es jugar al solitario, porque esa reforma laboral que se ha querido vender a Europa para que crean que hemos aumentado el empleo, no es más que mirarnos al espejo y engañarnos a nosotros mismos.

  Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.