Quienes tienen memoria y añoran el pasado y, por supuesto, con cierta edad más allá de la madura de la juventud, recuerdan que entre los años 40 y 60 existía la novela popular que fue el máximo exponente de la cultura del ocio en España, sin olvidar que también por aquél entonces existían grandes escritores e ilustradores que hacían de nuestro país episodios de la vida de aquél entonces que superaban muchas veces los culebrones norteamericanos, pero no podemos marginar que entre los editores críticos literarios y coleccionistas que abordaban los distintos géneros de la novela popular, existían tres destacadas figuras como fueron las del maestro José Mallorquí, la prolífica Corín Tellado y el virtuoso Silver Kane, los cuales tienen auténticas colecciones de aventuras, de amor, de novela rosa, policiaca y cómo no del oeste. Es decir, en aquellos años podemos enumerar tantas colecciones que no me daría tiempo para nombrar las más importantes, pero recuerdo la colección espadachín, el FBI o aquella famosa novela de la editorial Molino llamada, “El Príncipe Romántico”, sin olvidar aquellas de aventuras que se titulaban “Una Estrella en Peligro” o “Pecado Venial”, de la colección amapola y quién no se acuerda de “Los Invencibles”, de la editorial Calleja. Es decir, un gran catálogo que ya existen libros sobre ello donde semanalmente se deleitaba a la sociedad de una manera vertiginosa como ocurría en todos los países de occidente, si bien se decía que la literatura popular iba dirigida a las clases populares, o mejor dicho, a los lectores de bajo nivel cultural, pues se caracterizaba por una baja calidad en cada capítulo que no tenía precedente, pero sin embargo, a lo largo de estos años, España no se quedó atrás y la novela popular de los años 40 y 50 hizo brillar a magníficos escritores que supieron superar su nivel literario y artístico, por lo que es bueno que se rescaten aquellos momentos de la literatura, pues posiblemente ya estemos volviendo de nuevo a repetir la historia.
Por aquellos años, la novela popular española contenía historias que, por fascículos se leían semanalmente, sobretodo, porque no existía tan de lleno la televisión y todo entraba en un entramado para un público mayoritariamente popular. Dicho esto de aquellas características de escritura, donde existía un precio para un lector de clase popular, se trabajaba en el formato, en el estilo y en el lenguaje propio de los personajes que se hacían, por lo que tantas editoriales desaparecidas que guardaran en sus archivos obsoletos y amarillentos personajes inventados y premios de la época, están volviendo a aparecer por nuestras televisiones. Hoy, tal vez por el cansancio que tiene la sociedad de las noticias del COVID, de los conflictos políticos, de las guerras dialécticas y bordes del parlamento o de los insultos mediáticos de personajillos que viven de la política, es frecuente observar cómo hemos vuelto a la telenovela, que no es más que un sucedáneo de aquellas novelas populares, pero que ahora nos las tragamos todas, incluidos los oportunos anuncios que en algunas televisiones duran más que el propio capítulo. Por eso, el nivel que tienen algunos programas como el de “Sálvame” que acaparaba todo el compendio de las mayores broncas y mentiras a las que se prestaban sus personajes y aún se siguen prestando, hemos vuelto a tener esas telenovelas que nos están invadiendo diariamente, en especial, las series de televisión de Turquía, que son esas telenovelas turcas conocidas frecuentemente como DIZI, de género dramático que se han hecho famosas en su país de origen y popularmente en el resto de los países que internacionalmente trabajan en ello.
La gente está apasionada y enganchada o ya ha terminado de engancharse a estos ejemplos claros, como fue “Mujer”, la cual, posteriormente hizo enganchar a “Mi Hija”, donde nos cansamos de ver a una niña enferma y abandonada dentro de una sociedad consumista, pero no terminó ahí, porque ahora ya tenemos en antena a “Tierra Amarga”, la cual desde el 2018 tiene a Yilmaz en ascuas permanente y Hünkar desconfiando de Züleyha. Es decir, todo un culebrón que sin saber cuándo termina, no solamente nos hace gastar electricidad, sino que mata el tiempo de muchas sobremesas que con ansiedad creen que la vida real es “tierra amarga” o “El Infiel” que también tira del carro, lo que demuestra que los turcos nos han “comido el coco” en el populismo televisivo y se ha quedado atrás “cine de barrio” y tantas películas de Marisol, que junto a Rocío Durcal nos hemos tragado.
En definitiva, la novela popular española era mucho mejor que lo que tenemos hoy, porque aquellos personajes se vivían por auténticos protagonistas, pues hasta las novelas de piratas gustaban a mucho público, lo que ponía de manifiesto que aquella novela popular era variopinta y para todos los públicos, pero hoy, los folletines de la tele nos han invadido y puedes dejar de ver algunas de estas novelas, como “amar es para siempre”, que si la reinicias a las dos semanas, no te has perdido nada, porque entre anuncios e historietas inventadas y huecas, solo puede ocurrir que duermas la siesta que seguro te sentará mejor que tener encendida la tele, pues hay capítulos que son los mismos que cuando se iniciaron, eso sí, tenemos la taberna “El Asturiano” que entre pinchos de tortillas y croquetas nos hace ver de otra manera los folletines que nos presentan.
Desgraciadamente esta es la España populista y en las manos de quién estamos, por lo que prefiero seguir leyendo a Corín Tellado que tuvo más mérito que lo que hoy estamos viendo.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
La TV de hoy es una adiccion permanente de situaciones absurdas y mercantilistas. Antes esas novelas no tenían anuncios pero hoy es de pena los anuncios que ponen y solo sirven para tener más sociedad de consumo. Tele 5 es de lástima con tanta chusma contando su vida y las demás como Antena 3 , todas son series turcas llenas de basura.
Hoy gracias a Dios tenemos una gran oferta televisiva, pero ocurre que este País tiene una gran parte de su población en un nivel de incultura preocupante. Cadenas como Telecinco que desde mi punto de vista, es el mayor exponente de chacabaneria y mal gusto. Realizan sus programas con personas que no tienen el título de periodismo hoy cualquier personajillo dirige un programa, y se sirven de gente que no tienen dignidad y carecen de valores éticos. Sobre las novelas turcas, soy un sufridor de esta epidemia pues a mi esposa le gusta ,los guiones pésimos y la música insufrible.
Hoy los programas de la tele son para aborreguizar al personal. Todos los programas igual para borregos e incultos de todo. Chusma y vulgaridad. En fin con este gobierno no se puede tener nada diferente sólo quiere tener al pueblo adormilado. Interesante artículo Sr. Blas.