La mala hija | Pedro Martí

Una de las novedades literarias que más está dando que hablar últimamente es este thriller policíaco y de misterio, ópera prima de Pedro Martí.

Su historia arranca con la desaparición en Almansa de Belén, una carismática y brillante joven. A cargo del caso estará Alma, Guardia Civil de métodos peculiares que no pasa por sus mejores momentos y que, para colmo, tendrá que regresar a su Almansa natal y trabajar codo con codo con su hermana Paula, con quien se encontraba distanciada. Destacan también otros personajes como Irene, joven hacker, y Diego, pícaro y oportunista periodista.

Llama la atención cómo logra que cada personaje nos cautive y no se vean como simples comparsas de la protagonista al servicio de la trama. Este aporte emocional me ha parecido uno de los puntos fuertes de la novela, con un adecuado balance entre la acción y los pasajes más intimistas, convirtiendo las secciones de investigación e interrogatorios en partes divertidas y muy reveladoras.

Todo en esta novela está cuidado al detalle, tanto los diseños a nivel físico y psicológico de cada personaje, como el ritmo de la trama. Ésta funciona como un reloj y cada giro se encuentra situado en el momento justo para dejar al lector con la boca abierta. Es una novela que se devora, de los que cuesta soltar.

Se trata de una de las novelas de género policíaco más ambiciosas que he leído en los últimos años y el resultado ha quedado a la altura del gran trabajo que Martí ha puesto en esta obra. Da gusto descubrir novelas realizadas con tanto mimo hacia su contenido y con un enorme respeto hacia el lector. El elenco tan elaborado de personajes contribuye a su potencial para convertirse en una interesante saga literaria.

Pedro Martí ha entrado por la puerta grande en el selecto grupo de autores destacados de novela negra a nivel nacional. Una excelente opción no sólo para amantes del género policíaco: cualquier lector que valore una historia con ritmo impecable disfrutará de esta propuesta.

Planta:

Amapola (Papaver rhoeas): sus flores son muy delicadas y se marchitan en poco tiempo, por
lo que se han empleado para simbolizar la belleza efímera. Sus propiedades las vinculan con el
dios Hipnos y el consuelo.

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