La desigualdad del ministerio de igualdad

El pasado día 13 de Diciembre, el Ministerio de Igualdad ha dictado una resolución,  por parte de su Secretaria de Estado,  contra la violencia de género publicando el acuerdo de la Conferencia Sectorial de Igualdad,  donde se relacionan las acreditaciones que dan lugar a las situaciones de violencia de género, algo que cualquier profesional del Derecho le chirría, pues el Ministerio de la Sra. Irene Montero determina que las mujeres serán víctimas de violencia de género aunque el acusado sea absuelto. Esto,  ya  rompe todos los esquemas de la seguridad jurídica y en especial, lo que debe dominar toda norma en un Estado de Derecho como el nuestro.

         Leer el BOE ya no ofrece ninguna garantía, pues como  el papel todo lo admite, se vuelca sobre el mismo  todo aquello que se considere por un Ministerio como este,  el cual debería  desparecer por su coste y porque debe estar integrado en otro con mayor capacidad y defensa de los ciudadanos. Ver las situaciones en las que cabe la solicitud de la acreditación administrativa de  las situaciones de violencia de género no ofrece más que inseguridad y desasosiego, pues la violencia de género está perfectamente tipificada y contra la que no tengo objeto de oposición y, por supuesto, aquellas mujeres que están rodeadas de cualquier atisbo de esta violencia, debe tener una protección totalmente clara y contundente contra  el acosador o acosadores que pretendan violar la norma, pero no cabe duda que  la mujer que ha denunciado un acoso y éste fuese  sobreseído o archivado por un Tribunal y el acusado  fuese absuelto o bien no se llegó a demostrar la existencia de la violencia a la mujer, se le califica también a ésta  como víctima de  violencia de género, lo que  jurídicamente es improcedente.

         En este texto aparecido en el BOE se declara explícitamente que la violencia por razón de género que se ejerce sobre las mujeres por el mero hecho de serlo constituye una clara vulneración de sus derechos humanos y una discriminación contra las mujeres que obliga a los poderes públicos a adoptar las iniciativas y medidas necesarias encaminadas a su eliminación, así como  a la protección y atención de sus víctimas. Lo más curioso es cuando se llega al apartado segundo de estos procedimientos, donde se especifican las situaciones en las que cabe la solicitud de la acreditación administrativa como tales víctimas de violencia de género, donde se  incluye a aquellas  que se encuentren en proceso de toma de decisión de denunciar o víctimas de las cuales el procedimiento judicial haya quedado archivado o sobreseído y lo más alarmante es cuando se refieren  y transcribo literalmente  a las víctimas con sentencia condenatoria firme con pena o penas ya extinguidas por prescripción, muerte del penado, cumplimiento de la condena, entre otras causas u orden de protección  que haya quedado  inactiva (las medidas impuestas ya no están en vigor), por sentencia absolutoria o cualquier otra causa que no declare probada la existencia de la violencia, así como  víctimas a las que se hayan denegado la orden de protección, pero existan diligencias penales abiertas, y por último, cuando existan antecedentes previos de denuncia o retirada de la misma, lo que determina que con los simples indicios ya es suficiente  para acreditar sin ningún otro título esta situación.

         Lógicamente,   las denuncias falsas van a correr como la tinta, pues esto  desiguala a las verdaderas víctimas, ya que no van a gozar de discriminación positiva alguna, pues es injusto e imprudente  que las denuncias cuando sean falsas,  aplicando el uso indebido del Derecho para beneficiarse e incluso para agilizar divorcios, van a resultar llamativas y aberrantes, pues en este boletín pese a que exista una sentencia absolutoria a favor “del maltratador” se podrán beneficiar  de las ayudas sociales todas las víctimas denunciantes, suponiendo no solamente una guerra  de sexos, sino  una desigualdad de las más importantes que se darán a  partir de ahora.

         Con todo esto, rechazo plenamente  la situación de violencia de género que tenemos en nuestros días, pues aunque en este año hemos alcanzado la cifra más baja desde el 2003,  es injusto seguir con un número tan alto como tenemos hoy, de 37 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas y esto hay que afrontarlo con toda dureza  y siempre con medidas que den un resultado para su eliminación y, por supuesto, valorar el pacto alcanzado  para garantizar   a estas mujeres atacas por esta lacra que no cesa,  su prestación y ayuda adecuada para poder sostener  la carga que conllevan, pero entiendo que si no se demuestra y se acredita la violencia  que es lo que hay que perseguir seguro que  los tribunales y la jurisprudencia también operará en favor de la presunción de inocencia y hoy aunque no guste y se oculte, también existen muchas denuncias falsas que con este sistema va seguir una línea ascendente para cobrar prestaciones cuando no exista maltratador o cuando los tribunales ni siquiera lo hayan probado.

         Creo que lo que no se puede es  ampliar la desigualdad, cuando ese no es el tema  de fondo y legislar de forma populista  y creyéndose que con ello se arreglan los problemas,  estamos ante un gran error y el tiempo y los tribunales dirán cómo termina todo esto.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

6 Respuestas a “La desigualdad del ministerio de igualdad”

  1. Gran artículo y como siempre muy bien documentado, Pepe Blas. La verdad a mi el tema en cuestión no me extraña y más teniendo en cuenta quién es la ministra de Igualdad que, por cierto, igualdad que no se corresponde dónde vive la ministra y Pablo Iglesias, un gran chalet, en La Navata (Galapagar), con la mayoria de los trabajadores a los que dicen defender. La violencia de género es ruín y cruel y debe ser castigada sin reparos, pero con los mismos derechos, unos que otros. Igualdad, dice la ministra, jajaja. Ella no sabe qué significa esa palabra en toda su extensión. Se lo han dicho sus mismos compañeros de partido y la izquierda a la que abandera.

  2. Lo veo no acertado y existe un gran malestar en la sociedad con esta resolución publicada en el BOE. Un hombre como aquí se dice y muy bien, si es absuelto ¿como se va a beneficiar la que no ha sido declarada víctima de unos beneficios?. Esto es eso populismo y odio contra los hombres, los cuales siempre son culpables y afortunadamente hay muchísimos inocentes y tragándose el marrón de una mujer que solo busca el dinero con esa indemnización. Sra Ministra, es ud una provocadora pero ya le queda poco tiempo para engañarnos y ser un fantasma populista.

  3. La gran culpa del ministerio de igualdad no es otra que tener a una ministra que no sabe ni hacer la O con un canuto, siendo una cuentista que solo se defiende ella por el suéldalo que tiene y el casaplon que le ha dejado un vividor como es el coletas. Este país es de pandereta y de oportunistas.

  4. No paramos de tener lindeces de este gobierno como esta última ley que se pasa por el arco del triunfo la inocencia de alguien que ha sido acusado y absuelto. Al final lo que dice esta Ministra de Pacotilla es que el Estado de Derecho no sirve para nada,para nada un juicio y para nada una sentencia porque al final la que denuncia consigue si o si lo que quiere. Qué pena de país que tiene como dirigentes a inútiles y a vividores y a mentirosos. Buen artículo Pepe Blas.

  5. Otro despropósito más de este gobierno y más concretamente de esta ministra inepta claramente para el puesto que ocupa. Y vaya por delante mí más absoluto rechazo a la violencia y más si cabe a la de género. Gracias como siempre a D. Jose Blas por desmenuzar el BOE y plasmarlo tan acertadamente en este artículo.

  6. Pepe Blas nos deja pocas opciones de opinión, con su gran artículo lo dice todo esto tiene que cambiar,una vez más enhorabuena y muchas gracias por ilustrarnos cada semana

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