Aitana Larrinaga
“Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él.”
Voy a ser breve.
Carlos Ruiz Zafón dijo las palabras con las que he empezado este apartado y cuanta razón tenía. Esa frase da contexto a este artículo, pues esta semana pasada la comunidad de lectores ha sido foco de gran atención, y ojala poder decir que es por algo bueno.
El 15 de marzo salió a la venta el cuarto y último libro de la saga “From Blood and Ash” de Jennifer L. Armentrout y como todo fan de este universo, muchos fueron los que compramos la primera edición. ¿Cuál ha sido el problema? Que a no todos les ha gustado el desenlace de este. ¡Que ojo! Es normal.
La crisis ha sido ha la hora de manifestarse.
Faltas de respeto, malas criticas, devoluciones. La autora a llegado a recibir mensajes con amenazas, acoso cibernético por las redes sociales…, básicamente, bulling. Es muy triste que la propia Jennifer halla tenido que hacer un comunicado pidiendo por favor respeto, que el libro es suyo y la idea también además de finalmente admitir que
quizás halla cometido un error a la hora de escribir.
No he visto el spoiler, y ni quiero verlo hasta que llegue la traducción a España, pero lo que no me parece normal es la gente que ha subido fotos con el libro rajado, con criticas escritas no solo al libro (eso es libre) sino a la autora, ensalzando a algunos personajes masculinos aún cuando su conducta era cuestionable y criticas a las femeninas que eran las protagonistas.
“Una noche tuve que tomar una decisión acerca de la historia e hice la incorrecta”.
Esas han sido las palabras que Jennifer dijo en un directo para explicar toda la situación y yo solo tengo que decir una cosa: BASTA. Tomó la decisión que ella creyó correcta. Es SU libro, es SU historia y es SU imaginación. Que haga, invente y escriba lo que le de la gana.