La sociedad civil española está viviendo momentos que para algunos son negativamente históricos y para otros el pasotismo es la moneda de cambio para subsistir al margen de este trance histórico-político en el que se vive. En estos últimos años la ciudadanía está totalmente ausente de la política, de hecho comprobamos ahora, en época estival, cómo las playas están llenas de veraneantes, las terrazas ocupadas al máximo y el divertimento en general no se ha resentido aparentemente en nada y las plazas hoteleras en su conjunto, están llenas hasta la bandera. Por ello, muchos nos preguntamos si eso es así, si es que el español vive bien o está al margen de las cosas que van ocurriendo y quiere vivir al día para olvidar no sólo aquella pandemia que tuvimos, sino tener un horizonte claro de prosperidad, divertirse y no tener preocupaciones. Sin embargo, la influencia política que hoy nos dan los distintos partidos políticos, están matando la credibilidad del ciudadano y ya las redes sociales que están incendiadas, las televisiones dando noticias según quién les pagan y los medios de comunicación queriendo rellenar periódicos a diario y ver cómo el papel ya casi ni se lee, hace que tengamos que pensar por un momento que al no tener los españoles ilusiones y sólo “vivir que son dos días”, termina en reconocer que la política defrauda y que la credibilidad en quienes la manejan no hace más que entorpecer las vidas de jóvenes, adultos y mayores, viviéndose ficticiamente del dinero de plástico y de créditos bancarios.
Mientras, el panorama político es de discusiones permanentes, el tú más que yo, el buscar ingeniería judicial para salvar a sinvergüenzas, así como la falta de credibilidad en la clase política, todo este entramado nos está metiendo en ese denominado “fango” que, por cierto, quienes utilizan esa repetida palabra son los que mayores despropósitos llevan a cabo y los que a costa de nuestros impuestos viven como si el banco de España fuera suyo.
En nuestro país, el Gobierno está partido en mil pedazos, los Ministros ni saben dónde se encuentran y todo es a ver quién es más valiente para insultar al adversario. La justicia está no solamente desprotegida, sino desprestigiada, porque al tener un Tribunal Constitucional político que hace de tercera instancia y su papel es dar amnistías a todo aquel que le propone el Gobierno, ha dejado de tener el contenido y la esperanza para convertirse en una herramienta política al servicio de quien gobierna. Las CCAA están enfrentadas entre si y más ahora cuando VOX se ha descolgado en aquellas en las que co-gobierna, lo cual es una barbaridad y no olvidemos a unas Cortes Generales totalmente paralizadas sin presupuestos para España y políticos procedentes del paro que no hacen más que cobrar, tener seguridad social para su jubilación el día de mañana, pero todo saliendo del dinero de nuestros impuestos.
Siguiendo en esa misma línea descendente, contemplamos a miles de Ayuntamientos en bancarrota, económicamente débiles y sin ningún proyecto para la ciudadanía que tras un año de elecciones municipales, no han hecho más que servirse de sus cargos y asegurarse sus sueldos, algunos con subidas espectaculares, pero que sólo saben moverse por las redes sociales “vendiendo proyectos inalcanzables” y utilizando los medios de recaudación de impuestos para atosigar al ciudadano y una serie de lanzamientos de imágenes y fotografías aparentando proyectos y trabajos inútiles que solo sirven para la foto, pero siempre metiéndonos la mano en el bolsillo a los ciudadanos.
Todo esto ha llegado a una desconcertante actividad pública donde las ideologías políticas tienen escaso conocimiento y poco aprecio de las necesidades inmediatas, pues ya todas las instituciones están tocadas y quienes miran hacia la clase política lo hacen con desprecio y, porque claramente, se ha caído la pasión y la credibilidad tanto por la cultura, la educación como por las necesidades más perentorias que tenemos.
España, en estos momentos, está bajo la lupa de Europa. La propia sanidad pública no tiene medios para tanta gente como quieren tenerla ágil y rápida y muchos jóvenes que no encuentran trabajo están emigrando a otros países, cambiando talentos por analfabetos, porque el futuro lo ven allí mucho más claro. Están permanentemente queriendo opositar para tener un puesto en la administración, porque en ellas, la seguridad y la tranquilidad es un salvoconducto para vivir hasta la jubilación. Es decir, estamos endeudados hasta la medula en el sistema de pensiones, las relaciones laborales están bajo mínimos, porque no se crea empleo y lo que se crea es una pura falacia, las pymes y micropymes se han rebelado por los altos costes y obligaciones que tienen y puedo seguir contando tantas cosas que no tiene armonía con quienes disfrutan de vacaciones, llegan las terrazas y los hoteles como si no pasase nada.
Estoy convencido de que las cortinas de humo se echan todos los días para que tengamos tal confusión mental de noticias que no se sepa por dónde se camina, pero todo esto tiene las patas muy cortas y posiblemente el otoño será caliente porque tendremos tantas sombras que no se podrá seguir por este vial, donde por culpa de quienes nos gobiernan, el fracaso y sus consecuencias está servido.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Es un desastre de país, no existe seguridad jurídica alguna y los españoles pasamos de los políticos porque solo saben atacarse uno al otro y nadie cree en ellos y ellas. Antes había clase política con nivel y hoy es vergonzoso como se componen las listas y que gente que solo piensa en ellos y en colocarse sin el mínimo esfuerzo. Muchos títulos huecos que se han obtenido en universidades de solo pagar y creerse que con eso ya son alguien. La seguridad social en ruina y el Sr Sánchez rodeado de golfadas y muchos ineptos, pero la oposición más de lo mismo y sin hacer nada.
España desde que llegó el loco de Sánchez se ha quedado sola y sin nada. Sin seguridad jurídica, sin valores, sin instituciones. Estupendo artículo que denuncia la realidad que tenemos y a ver donde llegamos. Nos queda solamente Europa para que nos pueda salvar porque ni el Tribunal Constitucional sirva ya para salvaguardar la ley. Está comprado y vendido. Enhorabuena Sr. Blas por abrirnos los ojos!!!