España, para atrás como el cangrejo

         No cabe duda  que la paciencia y el temple de los españoles están a prueba de bomba porque  un país como este que ha pasado una pandemia  donde miles de ciudadanos han entregado sus vidas en algo  que estuvo hasta mal planificado, al día de hoy nos encontramos con unas Cortes Generales totalmente en el aire y pendientes de una investidura que no se sabe ni cuándo se llevará a cabo por el cauce del consenso y si habrá que convocar nuevas elecciones,  porque todo esto ha sido un desastre político  que las propias instituciones  están inmersas en una confusión absoluta.

         Tenemos a un Gobierno en funciones, el cual no puede llevar a cabo por imperativo de la Constitución  su cometido en unos momentos tan críticos como los de ahora,  pues presidir el Consejo de Europa quien aún no sabe gobernar  su país, es un mal ejemplo no sólo para los europeos, sino para el mundo en general. Mientras, el Gobierno que está en funciones percibe sus devengos como si tal cosa, los Ministros y Ministras sólo saben salir a los medios para vapulear al adversario político y como  si aquí no pasara nada los parlamentarios han renovado tras las elecciones con el único fin de cobrar, no hacer nada y esperar innecesariamente a que esto salga por sí solo o como se decía antes, que la providencia lo lleve a cabo.

         Empezamos un mes de septiembre que no será maravilloso como dice la canción, pero sí tenebroso porque entraremos en un otoño caliente, donde cada uno hará lo que considere oportuno y donde nadie ponga orden. Ahora, no habrá presupuestos generales, las CCAA no disfrutarán de las transferencias que les corresponden y estarán discriminadas unas con otras y los Ayuntamientos por ende,  taparán boquetes y los nuevos alcaldes y concejales, todavía sin haber aterrizado en sus quehaceres, están viendo  la situación de desgaste municipal que tienen las ciudades porque en muchos casos quienes les  han precedido  no han hecho más que criticar, polemizar y  juzgar políticamente a todo aquél que no pensaba como ellos. Ahora, como antes, el Poder Judicial está amarrado, caduco y obsoleto. La Justicia no funciona cuando es el primer pilar de un Estado de Derecho y los asuntos  del justiciable y sus pretensiones están paradas y esperando como ocurre en el Tribunal Supremo, que nombren Jueces y Magistrados para sacar adelante este papel que se acumula en ellos. Sin olvidar, que posiblemente  ya lo tienen anunciado, habrá nuevas huelgas de funcionarios  y cuántos miles de personas necesitadas no verán una sentencia salvo que les llegue el juicio final.

         Así esta España. Por un lado, lo que acabo de relatar y por otro y lo que es peor, una Seguridad Social que está en el momento más alto de su endeudamiento, donde los pensionistas miran para otro lado, pero teniendo miedo de lo que pueda ocurrirles por una quiebra de ésta, sin olvidarnos del IPC que crece por día y donde los alimentos siguen su ruta del ascenso y de precios  como ocurre en los carburantes y la electricidad. Lo que quiere decir que de qué ha servido una subida en las pensiones cuando la carestía de vida se ha cargado todo lo que en sí y más tenía esta subida. 

         En definitiva, ahora que ya estamos dejando las playas y que empezamos a reaccionar por la llegada de las administraciones que han estado paradas, veremos cómo nuestro país anda para atrás como un vulgar cangrejo  que vendrá la ola  y nos llevará a sitios inesperados y mientras algunos tocarán el  arpa “mientras Roma arde” y el único problema es el indulto de unos pocos, negociar con herederos del crimen y preparar un separatismo que nunca será viable, pero eso es lo que perpetúa a un Presidente en el cargo mirando por su interés personal  y no por el interés general de los españoles.

        Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.