Es más fácil divorciarse que practicar un despido

José Blas Fernández Sánchez

         En estos momentos donde los que pueden  disfrutan sus vacaciones e intentan olvidar sus labores cotidianas del esfuerzo mantenido en sus trabajos, los empresarios y muy especialmente los autónomos, pymes y micro-pymes buscan   unas veces con préstamos bancarios y otras con el esfuerzo de su trabajo el poder asumir el pago de  pagas extraordinarias, atrasos de convenios colectivos, regularizaciones  de turnos y horarios, Seguridad Social  y un sinfín de obligaciones que el mundo de las relaciones laborales impone para todos. Pero no podemos olvidar que quienes trabajan para la administración en su conjunto tienen mayor relax, ya que no es su  problema  que los empleadores que somos todos los que pagamos los impuestos, puedan pagar sus salarios, sus vacaciones y todo lo que conlleva ese específico trabajo de vivir de los fondos públicos y no  del sacrificio y trabajo de los empleadores medianos y pequeños.

         En España hoy es mucho más cómodo y fácil separarse de su pareja,  porque los trámites que conllevan ese episodio, si bien suelen ser a veces desgarradores, existen otros de común acuerdo y que son la mayoría donde se desvincula el compromiso  de ese  matrimonio civil y cada uno  inicia un camino,  unas veces comprometido y otras lleno de facilidades, porque alguien siempre sale  mal parado. Sin embargo, despedir a un trabajador, el cual también mantiene un contrato en la mercantil en la que trabaja o con el empresario va a suponer mayores palos en la rueda porque así ya se atisba que tras conocerse que el Consejo de Europa reclama a España que encarezca el despido improcedente tiene un horizonte feo, pues si ello no se hace con cautela y con consenso dentro del diálogo social, la situación puede ser muy negativa. Es cierto que  esos límites máximos  que se prevén de indemnización  podrían inducir a los empleadores a hacer una estimación de la carga financiera, pues lógicamente un despido improcedente, se sitúa sobre la base de un  análisis de costes y beneficios, lo que aumentarían  los despidos por su efecto multiplicador.

         El Consejo de Europa critica que el empleador tenga la certeza de que el despido improcedente está limitado en 33 días de salario por año de servicio, hasta una cuantía máxima de dos años, al margen del daño moral o económico que haya podido tener el trabajador, lo que viene a poner sobre la mesa que los despidos sin causa y muchas veces caprichosos salgan gratis, cosa que si bien es un parecer  de Joaquín Pérez Rey, Secretario de Estado de Trabajo. Si embargo, la  CEOE está apostando para que estos despidos e indemnizaciones sean flexibles para las empresas y sectores, pues de lo contrario si la negociación que se lleve a cabo es negativa para las empresas, no cabe duda que éstas son las más perjudicadas, pues como todos sabemos el sector privado es el que suele despedir, cosa que no se hace en las administraciones, pero si esas cuantías   aumentan desproporcionadamente de lo hoy establecido existirá una menor creación de empleo, aumentarán considerablemente los contratos a tiempo parcial y habrá una previsión muy desafortunada si observamos que muchos convenios colectivos que van a terminar en el 2024 y 2025 y que son la mayoría se van a enfrentar con negociaciones muy duras porque  el coste  de los despidos improcedentes va a suponer una  merma importante en el desarrollo del mundo empresarial.

         Hasta aquí es lo que hoy tenemos, pero sigo apostando que los grandes perdedores en estas indemnizaciones van a ser las pymes, micro-pymes y autónomos porque no podrán mantener por más tiempo  este tipo de obligaciones y creo que sería coherente que también las indemnizaciones por despido improcedente se distinguieran  entre las empresas de mayor numero de trabajadores, pues hasta cinco por cuenta ajena es insoportable hoy mantener  todos los derechos y obligaciones  en igual sintonía que  tienen las grandes empresas, pues en este país la normativa laboral es para todas por igual y comparar una pyme con una gran empresa  en todos sus parámetros y metidas dentro del mismo convenio colectivo se hace insoportable  continuar y lo que es peor,  puede suponer  la desaparición de miles de empresas que con esta nueva situación caerían en bancarrota.

         Ya estamos también viendo cómo el régimen de empleados de hogar está entrando en la economía sumergida de mayor  nivel, es decir, la contratación está desapareciendo y el trabajo es totalmente bajo parámetros de ilegalidad y  observamos en estos meses de época estival cómo  muchos empleadores no tienen, incluso,  de alta en Seguridad Social a sus trabajadores, lo que hace desarrollar aún más la falta de contratación en el empleo juvenil y femenino.

         En conclusión, si el despido improcedente tiene un rasero igual para todas las empresas sin distinguir pequeñas, medianas y grandes y aumentan sus costes, esto no funcionará  y entonces seguiremos viviendo de la paguita que es a lo que el paternalismo del actual gobierno nos tiene acostumbrados.

   Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

3 Respuestas a “Es más fácil divorciarse que practicar un despido”

  1. Totalmente de acuerdo, muchos trabajadores solo buscan ser despedidos para vibrar una indemnización y el desempleo buscando si pueden un despido nulo para obtener salarios de trámite. Encarecer los despidos es una barbaridad para las pequeñas empresas pues la contratación bajará una enormidad . Esta patata caliente ahora después dexque entre en vigor será un desastre y antes veremos despidos a mansalva antes de entrar en vigor. Yoli ahora verás las encuestas del paro y la contratación.

  2. Totalmente de acuerdo a lo que propone D.Jose Blas, no se puede medir con el mismo rasero a las grades empresas multinacionales que alas pymes, micropymes y autónomos. Ye esto en otros países de nuestro entorno existe. Es una muy buena idea que debería llegar a los agentes so iales para que trabajen sobre ella.

  3. Buenísimo artículo que da ideas reales a tener en cuenta. Es imposible que los autónomos y pymes sigan así con una barbaridad de impuestos y obligaciones sociales como si fueran grandes empresas. Están ahogando el tejido empresarial y nadie pone pie en pared. Espero que pronto esté Gobierno dé mil pasos al lado y se diluya en la nada y deje que España remonte. Lo contrario es ir dirección a Venezuela!!! Enhorabuena D. José.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *