Entrevistamos a Silvia Irles

«Menospreciar géneros se parece bastante a menospreciar estilos de vida o de pensamiento diferentes».

Silvia Irles

Silvia Irles pasea con sus tortugas, es amable con todo el mundo y da clases en un instituto, considerando esto último como una actividad de riesgo, en algunos casos. Lo que nosotros conocemos de ella es que escribe con seudónimo y que ha publicado recientemente su ópera prima de ficción para adultos, La tortuga ciega. Aunque, sería un desacierto por nuestra parte pasar por alto su cuento infantil, Blanca, la negra.

Silvia, estamos a punto de celebrar la publicación de La tortuga ciega, tu nueva novela. En ella, cuatro familias españolas viajarán hasta Pecubia por un proceso de adopción internacional. ¿Qué vamos a encontrar en esta obra?

Vamos a descubrir una novela de acción que va directa al corazón. 

La historia empieza cuando Dalia, al cumplir 18 años, decide viajar a Sudamérica para buscar sus orígenes. En su aventura la acompañan su hermano y algunos amigos que, como ella, fueron adoptados por familias españolas a principios del siglo XXI. Durante el viaje, los jóvenes se enfrentarán a retos insospechados y su propósito se verá dificultado por la aparición de numerosos fantasmas del pasado.

La trama de la búsqueda de Dalia y sus amigos se alterna con la que vivieron sus familias diecisiete años antes, cuando permanecieron en la capital de Pecubia durante semanas a la espera de la documentación necesaria para regresar a España con sus hijos adoptivos.

Los saltos en el tiempo son incesantes creando una atmósfera de intriga que desvela, poco a poco, cómo han evolucionado los personajes y sus relaciones a lo largo de los años. Acción y emoción a partes iguales. 

Se trata, además, de un drama salpicado de conversaciones y situaciones cómicas que dibujará a algunos personajes como sujetos elocuentes y perspicaces, y de los que el lector o lectora podrá enamorarse desde el primer minuto. 

Así, respondiendo a tu pregunta, en La tortuga ciega vamos a encontrar: acción, emoción, intriga, amor, amistad y una clara invitación a la reflexión. 

Aquí dejo la SINOPSIS, que detalla algo más lo que acabo de explicar.

Cuatro familias españolas viajan a Pecubia. Tres semanas de estancia en un país tercermundista como colofón a un proceso de adopción internacional. Antes de que las familias puedan regresar a España con sus hijos adoptivos, deberán superar múltiples dificultades y peligros inesperados. 

A través de aquellos niños adoptados, que volverán a Sudamérica diecisiete años después en busca de sus orígenes, conocerás la historia de su pasado y asistirás junto a ellos a una emocionante aventura de descubrimiento personal y paso a la madurez.

¿Qué sueñas con respecto a La tortuga ciega? Si tuvieras un genio de la lámpara concediéndote algunos deseos para tu nuevo lanzamiento, ¿cuál sería uno de ellos?

Mi sueño sería que la novela tuviera visibilidad, solo eso. 

Tengo la ambiciosa esperanza de que la historia enamore así que la visibilidad es mi principal objetivo. Lo demás vendría después. 

Tu anterior obra, Blanca, la negra es infatojuvenil. ¿Qué opinas de la literatura juvenil? No sé si eres partícipe o no de este debate, pero son muchos los que tienen varios prejuicios entorno a ella, y la consideran un género menor. ¿Qué dirías al respecto?

¿Un género menor? No sé. Simplemente les diría a las personas que piensan eso que se animasen a escribir literatura infantil o juvenil. Tal vez ellas mismas descubriesen que los géneros infantil y juvenil también enfrentan dificultades y retos. 

En general, me parece que menospreciar géneros se parece bastante a menospreciar estilos de vida o de pensamiento diferentes y que solo abriendo un poco la mente se puede llegar a entender y valorar los méritos de los demás. 

Dado que el argumento de La tortuga ciega abre con un proceso de adopción, ¿tratas este tema con algún fin reflexivo o es meramente un vehículo para desarrollar la trama? Es decir, ¿encontraremos mensajes acerca de las raíces, la paternidad/maternidad u otros?

El proceso de adopción que aparece en La tortuga ciega no es solo un vehículo para desarrollar la trama, es también un escenario que invita a reflexionar sobre el tema. 

Hay mensajes de todo tipo paseando entre las páginas de esta obra que incitan a la revisión de nuestros propios pensamientos y nuestras certezas.   

¿Te has planteado alguna vez adoptar a un hijo? ¿Por qué lo harías? ¿Crees que adoptando a un pequeño “le solucionas la vida”? ¿Buscarías a la familia que te abandonó o te dio en adopción? ¿Qué sentirías hacia ella? ¿Te has planteado qué harías si te enamorases de tu propio hermano? 

También preveo que la vida de estos jóvenes adoptados en España no va a ser fácil… ¿Prejuicios? 

En general, los niños y niñas adoptados afrontan la adaptación a sus nuevas familias de forma muy distinta dependiendo de sus vivencias anteriores. No es lo mismo ser adoptado siendo un bebé, que siendo un niño de cuatro años con plena consciencia de todo lo que dejas atrás. 

Además, no son solo los prejuicios de la nueva cultura a la que deben adaptarse, son también los que han interiorizado esos mismos niños adoptados en su país de origen, los que suponen, a menudo, un obstáculo a su felicidad y a su adaptación. 

Y, diecisiete años después, estos mismos jóvenes se vuelven a Sudamérica en busca de sus orígenes. ¿Qué papel juegan las emociones en tu novela? Porque sin haberla leído todavía, intuyo que llegados a este punto se van a remover muchos sentimientos en el lector… 

La tortuga ciega está plagada de mensajes y las emociones saltan entre líneas invitando al lector a reflexionar. Por supuesto, mi objetivo último es conquistar los corazones de mis lectores y lectoras.

Conocer los motivos que pueden llevar a las familias biológicas a dar a sus hijos en adopción o a abandonarlos tiene que remover algo en tu interior. E imaginar la búsqueda y el reencuentro de esos niños con sus familias no puede dejarte indiferente. 

Así, si bien la adopción es un examen para el corazón, La tortuga ciega es un examen para las conciencias donde, a través de las ironías de la vida, el lector o lectora podrá descubrir que la verdad tiene muchas caras y que, a veces, no es justo juzgar a las personas por lo que hacen sino por lo que sienten. 

En el futuro, ¿en qué casa editorial verías tu obra?

Ahora mismo no me planteo trabajar con ninguna editorial. Quiero ver cómo se comportan mis obras en Amazon. 

En el futuro, no descarto ningún sello que esté dispuesto a respetar lo que significa publicar bajo seudónimo. 

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