Entrevistamos al violinista Dairo Montaño

Almudena Fuentes Puntas

Dairo Montaño en la Catedral de Jerez

¿Quién es Dairo Montaño?

Soy Dairo Montaño, tengo 32 años, soy colombiano de un pueblo llamado Zipaquirá que está a unos 45 kms de Bogotá, la capital. Vivo hace 4 años en España, aunque vengo viniendo desde hace 8 años por aquí. Soy filólogo hispánico y violinista desde hace 15 años.

¿Dónde te formaste?

Todos los instrumentos que toco, los he aprendido de manera autodidacta, la guitarra, el piano y el violín, con ellos empecé experimentando. Sin embargo, he recibido clases de técnica de violín y piano en Colombia en un proceso de escuelas de música llamado EFAT y actualmente hago en el Conservatorio de Jerez cuarto de profesional.

¿Cómo te iniciaste en el mundo de la música?

Mi formación como músico siempre se ha caracterizado por la experimentación empírica, cuando tenía diez años, mi padre compro una guitarra porque quería aprender a tocar. Yo en mis tiempos libres cogía la guitarra y en libros vi las posiciones de los acordes mayores, menores y empecé a aprender junto con los ritmos, todo esto de manera autodidacta.

Pasados unos años me fui de casa a un seminario misionero y en el lugar donde me encontraba había un violín antiguo, sin cuerdas y pedí a mi encargado que me dejara restaurarlo, lo hice y empecé a sacar melodías que me gustaban. Allí nos daban clases de canto y solfeo y gracias a ello pude traspasar ese conocimiento de escalas y tonalidades al violín y empecé a tocar improvisando cuando las personas cantaban. Y así pasé muchos años con el violín, iba improvisando sobre la marcha y acompañando a la gente que cantaba.

Después salí del seminario y estuve en unos procesos orquestales en Colombia, donde recibí mis primeras clases de lenguaje musical, técnica básica de violín y tuvo mi primer contacto con las partituras. Ello me dio muchas herramientas para empezar a trabajar con el violín tocando en eventos.

Cuando llego aquí veo la necesidad de formarme profesionalmente para seguir creciendo como músico y decidí hacer el profesional de violín.

¿Dónde trabajas en estos momentos?

Actualmente trabajo en Medina Música y desde ahí estoy destinado en la Escuela de música del Colegio Altillo International de Jerez y en la Escuela de Música del Cuervo. Además de este trabajo me dedico a tocar violín en el sector nupcial, el cual tiene ahora un gran nivel de exigencia, ya que los músicos que tocamos en este sector estamos cada vez más preparados y profesionalizados para interactuar en el sector.

¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar violín?

Primero, que tengan mucha paciencia. Pienso que el violín es un instrumento muy exigente donde se trabaja mucho para obtener resultados que apenas se notan. Un buen sonido, un buen legato, ser afinado implica mucho trabajo que muchas veces no se ve lo suficientemente reflejado en tus actuaciones.

Por tanto, mi siguiente consejo es ser muy constante, cualquier instrumento exige estar con él, dedicarle tiempo. Es la única forma de ir creciendo con el instrumento, implica un esfuerzo en el que los frutos no se ven inmediatamente, sino que se ven al pasar del tiempo, cuando empiezas a ver soltura en tus manos, cuando oyes tus videos y te das cuenta que puedas controlar tu sonido, tu volumen. Pero muchas veces en tu estudio diario encuentras frustración, que las cosas no sales como quieren, no suenan como tú esperas, por eso digo de tener paciencia porque, aunque parece que el trabajo no surte efecto, se ve cuando pasa el tiempo.

¿Qué debe tener un artista para que le llamen para tocar el violín en eventos de bodas y de toda índole?

Primero, un escaparate donde se muestre el trabajo que realizas en tus eventos. Ahora bien, ese escaparate debe mostrar tu personalidad como artista. Desde mis redes sociales intento mostrar un trabajo que se hace con pasión, cada pareja tiene una historia y llega a ese momento de la boda en unas circunstancias particulares, por lo que estar allí para tocar, no solo implica un trabajo más, sino que exige una preparación ya que es un momento único, que nunca más se va a repetir y eso hace que este sector de las bodas sea tan exigente.

Segundo, los músicos en cualquier actuación nos enfrentamos a la creación de momentos únicos en el que debes transmitir y expresar a través de lo que tocas, de tu música, si no expresas no puedes imprimir ese sello propio que es lo que buscan muchos novios cuando contactan contigo, que lo que yo transmito se transmita ese día tan especial para ellos.

¿Qué es lo mejor de ser violinista? ¿Y lo peor?

Lo mejor de ser violinista, o más bien, músico en general es que tienes una herramienta de expresión que no tienen muchos. Y esta manera de expresión, desde mi punto de vista, te proporciona paz, te llena de energía y eso no se da en otra parte.


Ahora bien, desde el punto de vista más material, esto te permite ir a un montón de sitios, conocer mucha gente, colegas músicos como tú, gente famosa y te obliga a interactuar con mucha gente. Eso creo que es una ventaja muy grande que puedes conocer muchas personas de toda índole, estás constantemente en interacción, aunque no hables y solo toques, pero ellos te están escuchando.

Lo peor, como dije antes, el aplauso, el reconocimiento, el éxito en general es la punta de un iceberg que mantiene oculto un trabajo que no se ve. Estudiar técnica del violín, estudio de repertorio, todo el montaje. En el caso de las bodas, yo creo las pistas de la mayoría de mi repertorio lo que implica escribir partituras, hacer arreglos, ensayar, memorizar el repertorio.

Por otro lado, en el mundo de la música profesional el hecho de trabajar en Bodas se considera un trabajo de “segunda categoría”. Lo normal sería trabajar en un conservatorio, pertenecer a una Orquesta profesional y tocar en Bodas es un trabajo transitorio que se hace mientras se llega a ese objetivo por lo que profesionalizarse en ese sector no está tan bien visto, cosa con la que no estoy de acuerdo.

¿Qué estilos musicales son tu especialidad?

No tengo ningún estilo con el que me identifique particularmente. He ido tocando muchos “palos” durante toda mi trayectoria musical. Es verdad que actualmente, por mi trabajo en Bodas, tengo que estar muy puesto en el repertorio actual, de las bandas sonoras, canciones románticas, más movidas, etc. De todas formas, eso no me ha impedido hacer música orquestal, zarzuela, clásico, flamenco y otros muchos estilos con los que aún hoy sigo trabajando.

Si tuviera que hablar de alguna especialidad o facultad en la que sobresalgo de alguna manera, es la improvisación. De los 15 años que llevo con el violín solo dos han sido de “academia” y el resto ha sido improvisación acompañando melodías, cantantes, pianistas, etc. Saber en qué tonalidad estás y poder intuir hacia dónde va la música, qué es lo que quiere el cantante, eso es en lo que más me he desempeñado y en lo que más me siento cómodo cuando toco. Porque me preocupo de transmitir y expresar y no estoy preocupado de seguir una melodía o una partitura, simplemente fluye.

¿Cuál es la clave para ser un buen músico?

Como dije anteriormente, creo que la constancia y la disciplina con el instrumento es fundamental, en cuanto dejes el contacto con el violín o con el instrumento que sea, tu nivel baja un montón. Ser músico es como ir al gimnasio, mientras estés yendo se nota el trabajo, en cuanto lo dejas todo ese trabajo previo se va desapareciendo, se pierde.

Eso desde el punto de vista técnico.

Ahora bien, para mi ser músico es mucho más que tocar. Implica que tu “yo interior” se expresa en lo que tocas, estás hablando a través de tu instrumento, porque para ser buen músico hay que querer serlo. Ese deseo te lleva a superarte, a tocar con pasión, a hacer tu trabajo con calidad, a esforzarte por hacerlo perfecto.

¿Nos podrías contar una experiencia divertida en tu experiencia profesional?

Pues mira, como toco en bodas, no solo en la ceremonia, sino que también toco en el cocktail de bienvenida e incluso en las comidas. Lo normal es que comamos, si comemos allí, después de tu actuación en el evento.

Fui a tocar en una comida durante 3 horas, hacía pases de 50 minutos, descansaba 10 y seguía tocando. Pues un hombre se pensó que yo no había comido absolutamente nada, se levantó de su mesa con un trozo de jamón y mientras yo tocaba me lo puso en la boca, aunque intenté negarme fue imposible y tuve que acceder a comerme el trozo de jamón, todo esto sin dejar de tocar en ningún momento.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Dentro del tema de las bodas, creo que me gustaría afianzarme en el sector como un referente de marca. Y me gustaría tener un tipo de “club/co-working” en el que podamos tener una sociedad de varios músicos que nos dedicamos a ello. Ya lo hacemos, de alguna manera, ayudándonos entre nosotros, cubriéndonos en bodas en las que ya no tenemos disponibilidad, recomendándonos entre las parejas que contactan con nosotros, pero me gustaría formalizar un poco más esta sociedad, intentando ser un proveedor más eficaz a la hora de seleccionar los tipos de parejas con los que queremos trabajar, el tipo de evento que ellos quieren y de esta manera mandar la plantilla más adecuada para que ese día sea perfecto.

Creo que ahora tengo una cartera de contactos de colegas músicos, de solicitudes de bodas que me permitiría poder distribuir el trabajo a más músicos. Por ejemplo, para 2023 ya tenemos el calendario lleno y hemos empezado a llenar el de 2024, porque hemos tenido más de 100 solicitudes de parejas que querían contar con nosotros y casi al 50% hemos tenido que decirle que no porque ya no tenemos más disponibilidad de tiempo para poder estar con ellos. Así que esas solicitudes rechazadas podríamos redistribuirlas si creáramos una sociedad estable donde pudiéramos repartir ese trabajo de una manera más efectiva.

Aunque me encanta trabajar en bodas, no es un trabajo al que me puede dedicar al 100% porque no cubre mis necesidades familiares y económicas, por lo que me he dedicado a trabajar en el ámbito educativo en el que también quisiera arraigarme en algún sitio donde pueda tener unas condiciones que me permitan conciliar la vida familiar, la enseñanza y las bodas, lo intentaremos…

¿Qué implica ser violinista?

Ser violinista implica que debes emplear cierto tiempo de tu día a día para estudiar violín, implica estudiar el repertorio que tienes y sacar nuevo repertorio. Sin embargo, creo que, como violinista o artista, en general, el contacto con las personas con las que trabajas, las que te escuchan, las que te ven es diferente a cualquier otra cosa. Creas un vínculo particular con ellos, con las parejas que contactan conmigo creamos, con algunos de ellos, casi una amistad, porque estamos en contacto constantemente para seleccionar el repertorio, para que escuchen nuestros ensayos, viendo cualquier novedad que pueda pasar antes del día de la Boda. Después allí, cuando te escuchan, cuando ves la impresión de sus amigos, sus invitados, la emoción que envuelve ese día, hace que empatices con ese sentimiento y tú pasión para que salga perfecto se acrecienta. Además, que entras en el recuerdo de su boda, que es algo que te une a ellos para toda la vida, tengo parejas que después de casarse todavía hablan conmigo, me preguntan por mi familia, hablo con ellos y ese vínculo es muy especial.

¿Cómo fue tu participación en el último vídeo de Andy&Lucas y los Rebujitos?

Pues fue gracias a dos personas, la primero el productor Diego Gallego que contacto con Jorge Vázquez con quien trabajo en el sector de las bodas, él no dudó en llamarme para participar en la grabación del video de “quiero ser tu sueño”. A él le mandaron el audio, ya que todo el audio estaba hecho desde producción y no tenían las partituras de los arreglos que habían hecho de las cuerdas, así que Jorge me mandó el audio y transcribí el arreglo que había hecho Diego Gallego para que pudiéramos hacer una realización profesional del video, coordinar los arcos, las digitaciones, las notas, etc.

No es la primera participación que tenemos con artistas de esta categoría, con Jorge también participamos en algunos conciertos de Il Divo en Chiclana y en Sevilla, donde tuve la oportunidad de ser concertino de la Orquesta del Il Divo y es una ilusión muy grandes después ver que lo que suena ahí, lo has tocado tú, que apareces en video de millones de reproducciones y eso nos sirve como escaparate para nuestra actividad profesional.

Además, Andy&Lucas son personas muy cercanas y se han comportado increíble con nosotros, se han tomado un montón de fotos, han hecho saludos personalizados y estaban disponibles para cualquier cosa que necesitáramos y eso dice mucho de ellos.

¿Dónde podemos encontrarte en redes sociales?

Pues principalmente en Instagram @dmviolin donde pueden ver todo mi trabajo en bodas, conciertos, eventos, etc y en tiktok @dmviolin1 donde también subo mi trabajo y todos los videos que hacemos de las bodas.

Muchas gracias a Almudena por invitarme a hacer esa entrevista

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