Hemos vivido en estos días el décimo aniversario del reinado de Felipe VI que como monarca ha estado marcado por la herencia de su padre, el Rey Emérito, D. Juan Carlos I y en la esperanza de la continuidad en la Princesa Leonor para que ella lleve a feliz término una Monarquía que ha sido bienestar para España y bajo la tutela de 39 años de Juan Carlos I y estos diez últimos de un joven monarca que ha sabido ganarse el cariño y la simpatía del pueblo español.
Tuve la suerte de estar presente como parlamentario en el Juramento del Rey Felipe VI cuando en el Congreso de los Diputados fue el acto de proclamación como Rey, donde recuerdo sus palabras y su discurso en el que afirmó: “En esta España diversa cabemos todos” y “La Corona debe saber ganarse constantemente su confianza”. Aquél día, D. Felipe no estuvo acompañado del Rey Emérito, pero junto a él recuerdo a la Reina Letizia y a sus dos hijas que en esa unión monarquía-familia tuvo palabras emotivas e inició un camino nada fácil porque el Rey Emérito, con sus luces y sus sombras, supo abdicar en tiempo y forma, pero traía para algunos, recuerdos no agradables por un comportamiento personal que no se le perdonaba, pero dejó alta la Corona, tanto en la transición democrática, como en momentos muy duros para su persona como Jefe del Estado que no se podrán olvidar y que hay que reconocerle su valor y su entrega por España. Es decir, el Rey Juan Carlos I también ha sido un Rey cercano y cumplidor como Jefe del Estado.
El actual Rey ha sido cercano con todos. Fue capaz de estar junto al entonces Gobierno de Rajoy presidiendo un Consejo de Ministros y denunció el paro y la corrupción que España tenía como principales problemas, siempre eludió mencionar los vaivenes judiciales de su hermana la Infanta Cristina, así como su cuñado Iñaki Urgangarin, imputados por su implicación en el “caso Noos”, pero tuvo la valentía de saber mantener su papel de Rey de los españoles y antepuso los intereses de la patria a los propios suyos, es decir, un gran ejemplo que hasta nuestros días ha sabido sobrellevar pese a los malos modales de algunos políticos que no creyendo en su figura han vaciado sobre la monarquía improperios y malas formas porque para ellos el pensamiento único y no ser demócratas era la principal batalla a batir sobre quien legítimamente y por la Constitución es el Jefe del Estado, pero no han podido y la mayoría del pueblo español ha reconocido la entrega y trabajo de Felipe VI.
D. Felipe ha sido valiente en sus discursos, como así lo fue en los mensajes navideños, dejando claro que España era lo más importante y cuánta verdad se cumple cuando dijo que en España cabemos todos, porque el respeto por los disconformes y el cariño hacia quienes eran vulnerables ha sido su tarjeta de visita y no digamos su respeto por la Justicia y el ejemplo que ha dado en el exterior, donde su figura es internacionalmente reconocida y llena de prestigio.
La sociedad española ha valorado en estos diez años un reinado comprometido y afable porque ha visto a una Familia Real cercana y demostrando que son personas antes que reyes y no gente que miran por encima del hombro, pues han multiplicado sus actos de presencia en los eventos más importantes, sencillos y dolorosos que nuestra España plural ha tenido, por lo que D. Felipe se ha ganado el respeto y la confianza que seguro que mientras tenga vida dedicada a la Jefatura del Estado, será un ejemplo para la princesa que seguro que el día que tenga que sustituirlo sabrá sacar todo lo bueno que tuvo su abuelo y su padre y por supuesto, el ejemplo de una Reina como Dña. Sofia que inculcó la sencillez y la buena fe a todo aquel que la ha conocido y ha estado cercano a ella, porque desde luego la Corona sin la Reina Sofia no hubiese tenido ese talismán que hoy tiene y, por supuesto, pese a sus años y su talante sigue conquistando a la sociedad española y mundial, pues no olvidemos que es hija de Reyes, hermana de Reyes, esposa de Rey y madre de Rey.
En definitiva, mi criterio y mi pensamiento es que habiendo estado con el Rey en varias ocasiones y habiendo sido parlamentario en el trámite de abdicación de D. Juan Carlos I, así como fedatario en el juramento de D. Felipe como Rey en las Cortes Generales, le deseo mucha salud y al igual que me gusta manifestar un grito de “Viva España” no puedo olvidar otro como “Dios Salve al Rey”.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Por supuesto comparto lo de cercano y un gran Rey. Le felicito por un artículo tan elegante y claro con la familia Real.
Es cierto que S.M. El Rey nos ha dado mucha tranquilidad en estos últimos años y creo que la gran mayoría de los españoles valoramos su cercanía y entrega junto a toda la familia real. Por supuesto este artículo es acertado y oportuno, pues la monarquía es imprescindible en estos momentos para España. Comparto cuanto dice Sr Blas Fernández y como yo millones de españoles.