El 12 de septiembre de 1714, los Tres Comunes de Cataluña decidían rendir la ciudad de Barcelona, que había sufrido el bombardeo continúo de las tropas del duque de Berwick, y sus 20.000 soldados franceses, durante la madrugada del día 11 (en el que se celebra la Diada). Se terminaba así la guerra de sucesión española que había enfrentado a las tropas del archiduque Carlos y Felipe de Anjou.
Con este acto terminaba el apoyo a los Hausburgos que había comenzado cuando las tropas del archiduque asaltaron Barcelona, en octubre de 1705, para situar al pretendiente de los Austria en la corona española. Durante 8 años, la guerra se mantendría activa y tras la marcha del Archiduque las tropas leales se mantendrán en Cataluña tratando de situar al frente del reino de España a su candidato frente al candidato francés. Finalmente, ascendería al trono como Felipe V, el primer Borbón. Un año antes, en 1713, el archiduque se había coronado emperador del Sacro Imperio y las potencias europeas temieron el poder de un nuevo Carlos al frente de los designios europeos por lo que le retiraron su apoyo.
Aquella guerra no fue, en ningún momento, una guerra de ocupación, por más que los Decretos de Nueva Planta conllevasen la unificación de las legislación en toda la corona española. Se trataba de una guerra de sucesión (una más) y europea en la que se enfrentaron ejércitos extranjeros, en gran medida, para colocar en el trono al candidato de una de las dos principales casas europeas: la línea francesa de los Borbón; o de la austriaca de los Hausburgos.
En 1714 los barceloneses no pudieron, por tanto, sentir que España les había conquistado. Más bien, se sintieron traicionados y abandonados por su pretendiente al trono. Creer que los catalanes, con Barcelona al frente, lucharon por la independencia de una supuesta nación catalana no es más que una falacia del nacionalismo catalán, que parte de una premisa falsa: la de una guerra de conquista que jamás existió.
La Diada en 2020
La Diada es un patrimonio democrático de todos y también una oportunidad para recordar al President Companys, referencia de la justicia social y la fraternidad republicana. Por eso fue asesinado por el fascismo. Feliz Diada a todos los catalanes
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) September 11, 2020
Hoy, en 2020, la Diada se celebra descafeinada pero cargada de ideología. El sectarismo independentista ha logrado hacerse fuerte en el día de los catalanes y se ha apoderado de él para promocionar y publicitar sus proclamas. Este año, con el posicionamiento de casi 3000 sillas vacías que recuerdan a los que ellos consideran presos políticos por su defensa de la república catalana.
Debido a la crisis del coronavirus, este año los actos serán solo institucionales eliminándose las grandes concentraciones y manifestaciones, pro-independencia que venían celebrándose desde 2012. En palabras del vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias, «es un patrimonio democrático de todos y también una oportunidad para recordar al president Companys quien fue referencia de la justicia social y la fraternidad republicana». «Por eso fue asesinado por el fascismo. Feliz Diada a todos los catalanes», ha tuiteado.