
En estos momentos la Justicia está tan sobrecargada y tan llena de despropósitos que un juicio para que se celebre tiene en algunas jurisdicciones y concretamente en la del orden social más de cinco años de espera como está ocurriendo hoy en muchos casos y en Juzgados de la geografía andaluza. El justiciable tiene derecho a que un juicio y una sentencia, que es su garantía para recibir lo que considera suyo, sea rápida para resolver sus problemas, pero actualmente el tiempo hace imposible ejecutar lo que se ha pedido.
Conocemos la cantidad de juzgados y tribunales que han estado vacantes porque o bien no tenían titulares para ello o bien el Gobierno en ese arrebato de creerse que es suyo todo lo que se legisla, ha vaciado de magistrados tanto al Tribunal Supremo como a muchas sedes judiciales por no proveer lo suficiente para ser ocupadas, pero el justiciable que considera sus derechos vulnerados no tiene otro camino que acudir a esa Justicia que ya cuenta con que es lenta, tardía y que llega hueca porque el cumplirla muchas veces no hay forma ni medios para ello, por lo que estamos viviendo una época que tanto los profesionales del Derecho, como quienes acuden a nosotros para ser vehículos de sus reivindicaciones o aspiraciones topan con el tiempo y en muchos casos la lentitud del procedimiento termina en la falta de credibilidad de quien acude a ella. ¡Cuántas personas fallecen antes de conocer su sentencia y poder vivir lo conseguido!.
Los medios de comunicación vuelcan a diario las memorias de las Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia o del propio Tribunal Supremo, donde exponen la necesidad de jueces, juzgados, sedes judiciales y medios para poder agilizar las pretensiones de quienes estamos en este mundo del derecho, pero como todo esto que es dependiente de un poder como es el judicial, está sometido a las decisiones del ejecutivo, ya sea nacional o autonómico, tenemos millares de sumarios pendientes de resolver y millares de asuntos por juzgar que no hay capacidad bajo ningún concepto de poner en marcha una maquinaria como la de la Justicia que se queda muchas veces obsoleta y oxidada por la falta de rigor de todos los operadores jurídicos que componen este mecanismo judicial. Hemos entrado en sistemas informáticos nuevos y hemos impuesto trámites judiciales con un rigor tan legalista que se hace lento y en algunos casos se abusa de él porque así se dilatan los procesos, pero lo que está ocurriendo en estos momentos, donde en la Jurisdicción Social hay miles de personas pendientes de una incapacidad, pensión, despido o un derecho fundamental, no es de recibo y tienen que perderse en el tiempo y olvidarse que al menos durante cinco años sus derechos y aspiraciones duermen de juzgado en juzgado, entre montañas de sumarios y de autos que no se sabe nada de ellos y ya cuando llegan a ser resueltos no sirven para nada, pues posiblemente quien tenga que cumplir la sentencia haya desparecido.
Se habla siempre de arreglar la Justicia, mejores sedes judiciales, más especialistas en las materias, pero con todo esto se está peor que nunca y en definitiva la Justicia de hoy no es justa, porque para que un Juzgado o Tribunal funcione posee tres pilares que son en muchos casos inaccesibles, como es el Poder Judicial, el Ministerio de Justicia y la Comunidad Autónoma correspondiente, pero unos por otros, la casa sin barrer y las sedes judiciales con una imagen impresentable y a veces ruinosa, como estamos viendo, por decenas de juzgados diariamente, pero claro, no conozco propuestas de ayuntamientos y diputaciones que pidan mejores instalaciones para quienes se desenvuelven en la justicia, porque eso no da votos y es más fácil pedir un parque infantil o un polideportivo porque eso contenta al ciudadano y crea estómagos agradecidos.
Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.
Es algo que hace no creer en la justicia aunque te den l as razón. La justicia que es lenta no es justicia y no es de recibo comprobar cómo hay señalamientos para más de 5 años en algunos juzgados de lo social. Luego si tienes que recurrir y pretendes llegar al Supremo, te metes en más de 12 años. Una falta total de seguridad y el daño se hace irreparable, pues en muchos casos o te has muerto sin ver la sentencia o no cobras por haber desaparecido la empresa. Un despropósito total.
Una vergüenza. Muy bueno el artículo
Magnífico artículo totalmente de acuerdo con usted y con la respuesta del Señor José María , es increíble en la incertidumbre que viven tanto empresas como trabajadores por la nefasta actuación de la » Justicia».
De nuevo en la denuncia de una parcela del Estado de Derecho totalmente olvidada. Es penoso ver a alguien pendiente de una invalidez y que el juicio este a tres o cinco años vista o un despido que el juicio se señale a un año o más de un año. La empresa puede que ya ni esté cuando sea el juicio y de eso algunas se aprovechan para no conciliar o conciliar abusando de la situación. Y ningun gobierno hace nada para solucionar este despropósito y seguiremos con este déficit de una justicia justa. Enhorabuena D. José por denunciar sin pelos en la lengua.
Es un despropósito estos márgenes de tiempo para celebrar un juicio, lo que ocurre es que los juzgados no tienen suficientes medios para sacar tanto papel y no es de recibo que existan jueces y secretarios judiciales (hoy Laj) que no conozcan el procedimiento laboral. Felicito al autor porque sabe lo que está escribiendo y además lo practica y desde luego así los juicios serán eternos y en definitiva no sirven para tener una justicia rápida y eficaz,