
A propósito de nada, la autobiografía de Woody Allen, es un libro tan fascinante como polémico. Desde sus primeras páginas, Allen deja claro que no está interesado en redactar una memoria tradicional ni ofrecer una imagen edulcorada de sí mismo. Lo que ofrece, en cambio, es una narración caótica, plagada de ironía, digresiones y comentarios sarcásticos que reflejan perfectamente su personalidad pública.
El libro se lee como una larga conversación con el propio Allen: va de un tema a otro con una soltura que resulta, a ratos, divertida, y en otros, agotadora. Habla de su infancia en Brooklyn, sus inicios como guionista cómico, sus primeras películas y sus ídolos culturales, con un entusiasmo que resulta contagioso. Su amor por el cine, la literatura y la música jazz atraviesa todo el relato y le da al libro una energía que lo salva incluso en sus pasajes más disgresivos.
Pero no se puede hablar de esta obra sin mencionar la parte más delicada: la defensa que hace de sí mismo frente a las acusaciones de abuso y el conflicto con Mia Farrow. Allen dedica un buen tramo del libro a dar su versión, lo hace con insistencia, con cierto sarcasmo y sin un ápice de autocrítica. Para algunos lectores, esto puede ser visto como una reivindicación legítima; para otros, como una maniobra incómodamente narcisista. Lo cierto es que el libro no esquiva la controversia, pero tampoco la aborda con la complejidad que uno podría esperar.
Lo que sí se mantiene constante es su estilo: desenfadado, rápido, cargado de referencias culturales y con ese humor seco que ha caracterizado su obra cinematográfica. A veces, sin embargo, cae en un tono que roza lo repetitivo y autoindulgente, como si Allen necesitara recordarnos una y otra vez que, a pesar de todo, sigue siendo ese intelectual irónico que nunca quiso tomarse del todo en serio.
En definitiva, A propósito de nada es un retrato fiel de su autor: brillante en muchos momentos, incómodo en otros, pero siempre auténtico. No es una autobiografía para todos, pero quienes han seguido la carrera de Allen —o tienen curiosidad por los entresijos de la industria cultural estadounidense del siglo XX— encontrarán aquí una lectura que, al menos, no deja indiferente.