Un salario mínimio con secuelas

Acudimos, en estos días, a unas declaraciones poco afortunadas en el Gobierno de coalición, donde cada partido quiere sacar su tajada, unos con demagogia y creyéndose que el dinero es suyo y otros, atemperando las consecuencias de una subida, porque en el fondo los dos son conscientes de que estamos ante una economía con la peor crisis de los últimos cuarenta años y donde “café para todos” tiene unas secuelas que difícilmente en, al menos, tres décadas vamos a poder estabilizar, tanto el déficit que arrastramos como hacer ecuánime y equitativo, para la sociedad futura, el PIB.

Decirles a unos trabajadores que no tienen convenio y que se rigen por una norma legal que siempre marcó los parámetros de la economía que se les va a subir el salario mínimo, siempre lo acogerán con buen agrado, pues quien quiere vender el producto con el dinero ajeno, como le ocurre a quien propone la subida, tiene fácil alcance y poco detractores. Pero ese no es el tema de fondo; hoy un salario de 950 euros mensuales por 14 pagas no es fácil que un autónomo con jornada de más de 14 horas diarias llegue a ganar esa cuantía líquida, por lo que para poder medir un salario que afecta a una gran parte de la población laboral en unos momentos donde el IPC está por debajo de la realidad salarial, pues es negativo, tiene unas consecuencias no sólo del salario, sino de Seguridad Social y de costes para categorías profesionales casi no reguladas, que darán al traste con miles de pymes, micropymes y autónomos que tendrán que dar un cierre porque nadie les puede prometer que la situación de esta pandemia derive en subidas importantes para la economía de este país.

No es bueno observar cómo ya existen enfrentamientos entre los miembros del propio Gobierno para esta medida, porque creo que no se ha debido pensar ni siquiera en la subida, ya que la congelación era lo más afortunado para “déjanos como estamos” porque el tocar esos pilares del salario mínimo es contraproducente y el propio banco de España ya ha manifestado las consecuencias tan dramáticas que va a tener cualquier retoque del mismo, pues la subida del SMI no solamente va a repercutir sobre quien hoy lo percibe, sino que convenios colectivos que estaban manteniéndose como el aceite sobre el agua, van a tener que sucumbir y para esa subida que producirá por imperativo esos convenios va a entorpecer hasta el desarrollo empresarial dentro de las categorías profesionales de los mismos, pues categorías más bajas se pondrán a la altura de otras superiores y el salario será de subida para unos y para otros no, lo que conllevará agravios comparativos y conflictividad social sin contar con la de miles de convenios colectivos que se podrían empezar a negociar y que por este capricho de subir para que vender humo, viene a desestabilizar el mercado laboral y a miles de trabajadores.

El SMI que marca el Estatuto de los Trabajadores siempre fue un parámetro para regular a muchas categorías poco definidas, pues mientras que en muchos convenios colectivos la regulación de los trabajos está establecida en esas categorías profesionales, otras muchas actividades que no se regulan por nada se les aumenta una cantidad que no se puede pagar y conlleva como resultado reducciones de jornada, cambios de horarios, contratación a tiempo parcial y, por desgracia, despidos, porque los costes de estos salarios hacen imposible la viabilidad de un pequeño comercio o de un establecimiento de hostelería, que terminarán al final por prescindir de los trabajadores por la subida tan inoportuna de un SMI y en un momento tan desconsiderado.

El Gobierno debe saber que esos salarios no los abonan ellos, que los tienen que afrontar los empleadores más débiles de la sociedad civil, los que posiblemente no tienen en su actividad recurso alguno para subsistir y sobrevivir, pero la demagogia de algunos políticos inexpertos e ineficaces que quiere tirar con pólvora ajena, sin pensar que ni es suya y desgraciadamente ya ni queda, la anteponen al sentido común y a la realidad social.

Desde luego, la pandemia nos ha hecho mucho daño y nos dejará grandes secuelas, pero la inoperancia y el desconocimiento de otros nos dejará tales lesiones en la economía que posiblemente, cuando se den cuenta de la desescalada económica y el descalabro social que están produciendo ya será tarde, pues creerse que el dinero de los impuestos no es de nadie es que no conocen de verdad los sacrificios y sudores de miles de autónomos y empresas familiares que llevan a cabo cada día.

Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

5 Respuestas a “Un salario mínimio con secuelas”

  1. Que poco saben estos dirigentes lo que es ser pyme o autónomo. Así de mal va España y aquí este profesional lo escribe muy bien.

  2. Suscribo cuantas verdades se dicen en esta tribuna .
    Tenemos un gobierno de impresentables y lleno de demagogia que no miran por el bien de España solo por el suyo.

  3. En este como otros muchos asuntos, no sólo lo desconocen, sino que no quieren que se le instruya.
    Son como avestruces que saben lo que les viene pero no quieren verlo.
    Tienen otro objetivo, menos proteger el el empleo.

  4. La subida del salario mínimo en estos momentos es una locura y hará caer a muchos trabajadores en el paro o en jornadas reducidas casi a la fuerza. Este artículo debería ser leído por este gobierno sordo y ciego a la realidad de este país. Este columnista dice verdades como montañas. Enhorabuena y seguiré leyendo esta sección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *