Nueva profesión: analfabeto informático

José Blas Fernández Sánchez

         El analfabetismo, además de limitar el pleno desarrollo de las personas y su participación en la sociedad, posee repercusiones  durante años que afectan a todo el entorno de las mismas y,  o te mueres siendo un analfabeto o con un gran esfuerzo llegas a la vejez en un estado  sin desarrollar y obstaculizado por la falta de conocimientos. Hoy, la sociedad  se ha montado sobre unos pilares donde la  informática se ha hecho dueña de las personas,  sin miramiento de edad y sin saber que todos no podemos tener conocimientos de alta gama sobre todo aquello que a cada uno se le ocurre introducir en cualquier sistema telemático de los que  tenemos.

Las administraciones en su conjunto y sin  ninguna excepción  han pensado  que quienes se entiendan con ellas tienen  que saber informática. Es decir, lo que siempre ha sido por ley que  la administración está al servicio del administrado se ha convertido en todo lo contrario, ha hecho posible tras la pandemia que  “el administrado esté al servicio de la administración”, sin saber ni la edad del administrado, sin conocer su formación profesional o académica y sin importar  que sepa o no sepa de telemática, extensivo todo esto a entidades financieras, grandes almacenes,  empresas públicas y un sinfín de comodidades para quien las impone que te convierte  a diario  en un analfabeto informático,  que cada vez te alejas más de esos trámites burocráticos que ya de por sí son complejos, pero que unidos a la figura de las técnicas de la comunicación y online hace de muchas personas que las aparten de la sociedad civil y si no saben que se apañen como puedan,   porque ni siquiera te reciben  para darte una simple explicación sobre   el sistema  de la comunicación  por el cual tramitan.

La informática ha destruido miles de empleos y seguirá destruyéndolos, porque ha hecho posible que todos los profesionales se conviertan en  “funcionarios B” de  las administraciones y sin cobrar. Es decir, tienes que conocer,  como profesional,  todos los cauces, páginas web y reglamentos de desarrollo  de quien impone la informática,  ya que de lo contrario te hacen abandonar el barco  y dedicarte a aquello  que sepas y puedas. Es más, ni siquiera te permiten conciliar la vida familiar, pues por cualquier canal informático te envían a cualquier hora, ya sea de día o de noche, la masiva información  que ellos tienen acumulada y tú te apañas como puedas  para recepcionarla, poder imprimirla  o aguantarte si no tienes los programas que ellos te imponen.

Así estamos, donde un simple trabajador autónomo que está todo el día subido en  un tractor llevando  con sacrificio labores de labranza tiene encima que tener un ordenador o un correo electrónico para  que la administración de turno le remita cualquier notificación caprichosa, como si ese autónomo tuviese conocimientos de todo ello, pero  si no lo recibe, lo acepta y lo ejecuta, pobre de él porque le vendrá el recargo  a su “silencio”,    el embargo de su cuenta corriente por no haber aceptado algo que ni él mismo sabe y que ellos se lo envían a su capricho y lo que es peor,  hasta el médico ni te recibe presencialmente, ni te hospitalizan como no sea de urgencias.

Días pasados hemos visto cómo en una ciudad el sistema eléctrico ha fallado en su totalidad. Es decir, no funcionaban los correos electrónicos, ni los teléfonos móviles por falta de carga  y todo ese embolado que conlleva la informática, incluido los WhatsApp. Y claro, el ciudadano ha vuelto con esa desconexión digital a charlas en las plazas, a tener tertulias en los bares y a vivir una vida sin sobresaltos porque estando desconectados parecía como si estuviesen en otro planeta y ahí es donde muchos se han dado cuenta que la vida continua mejor  sin conexión  que conectado a un correo electrónico, donde se cambian pareceres,  se recuperan relaciones personales y comentan sus quehaceres al margen de la informática. Todo ello nos demuestra que no se puede imponer  al que sabe y al que no sabe  las mismas materias, pues es tal el desbordamiento de criterios  y de páginas web,   donde cada ayuntamiento o administración impone la suya que  para saber entrar en cualquiera es un auténtico jeroglífico, haciendo de las personas auténticas analfabetas informáticas, pues  por esa falta de unificación de criterios iguales,  discriminan y autoaislan a muchos ciudadanos. Es más,  hasta la autoestima se la tiran por los suelos, pues las hacen personas  que no son capaces de desenvolverse de forma autónoma.

Todo esto es un pequeño resumen de lo que estamos viviendo y, en especial, para los mayores que han sido  condenados a estar apartados  de cualquier sistema telemático, los han hecho inútiles y  analfabetos, se están ahorrando funcionarios haciendo responsable al administrado y mientas quienes  inventan  y aumentan por día cualquier tipo de sistema de los mencionados  miran para otro lado y  si hablamos de los profesionales  nos han condenado a trabajar para las administraciones y si no sabemos recibir lo que se nos envía que aprendamos  o abandonemos las  profesiones, mientras para ellos ni el tiempo les transcurre ni los plazos se cumplen. Algo que estamos viviendo  torticeramente  en un siglo XXI y pedimos  a gritos a  quienes pagamos, como servidores públicos con  nuestros impuestos, al menos, que nos atiendan y se responsabilicen de su trabajo.

  Fdo.: José Blas Fernández Sánchez.

8 Respuestas a “Nueva profesión: analfabeto informático”

  1. Hoy a los mayores se les obligan a saber y conocer la informática y es una vergüenza como están orillando de la sociedad a quienes no saben de ello. Se abusa con la implantación caprichosa de sistemas informáticos y las administraciones hacen lo que quieren, como los bancos , quien no se ajuste a los sistemas los apartan de la sociedad. Es un abuso y es verdad no te atienden en nada personalmente y si no sabes te aguantas y te estafan y si recibes correos y no tienes un simple ordenador te dan por muerto.

  2. Muy verdad y muy acertado todo lo expuesto por el autor en el artículo. Un auténtico abuso de poder que tolerados los ciudadanos con nuestro silencio y nuestra inacción.

  3. Buenos días a todas todos , un magnífico artículo donde se denuncia una vez más todos los obstáculos que nos impone la administración.
    Se de personas de avanzada edad que este mundo de nuevas tecnologías implantadas de forma feroz y sin contemplaciones , les han creado graves perjuicios y como bien dice nuestro columnista simplemente por no tener un mínimo conocimiento para resolver asuntos que antes se realizaban con una cita presencial que un funcionario te resolvía, ahora si te equivocas o simplemente por desconocimiento no lo atiendes te crean un perjuicio económico y otro de salud osea ( una gran depresión)

  4. ¡¡ Magnifico artículo!!
    Estimado sr. Fernández ha puesto usted el dedo en la llaga.
    Aquellos que estuvimos relacionados con la administración, ya veíamos venir desde hace tiempo esta informatización del «asegurado» como se le denominaba a las «personas» que entendíamos están «detrás del papel» con el que realizamos nuestro trabajo.
    Estos asegurados, estas personas, eran atendidas «personalmente», haciéndose el funcionario parte del problema que se le presentaba e intentando resolverlo, porque esa era nuestra labor y porque para eso se nos suponía preparado, preparación esta que evidentemente no se supone al asegurado.
    ¡ Y no digamos más si estos eran pensionistas y por tanto personas mayores !
    Es indecente el trato informatizado actual.
    ¡ La administración está para gestionar no para que se gestione !
    Y desgraciadamente esta dictadura Informática se ha extendido a la vida diaria.
    ¡ Es lamentable ver a las personas mayores intentando en un banco manejar una máquina y teniendo que pedir ayuda a cualquier otro cliente y ante la pasividad de unos funcionarios en cuyo sueldo va incluida la «atención personal» !.

  5. Estupendo artículo que espero haga pensar a la administración. Es deplorable el que a todos por igual, sepan o no, nos obliguen a usar la tecnología para hacer gestiones de toda índole. Es de pena ver la cara de algunos mayores delante de una pantalla que no entienden y que se ven desprotegidos y los empleados del banco mirando para otro lado. Igual que los funcionarios que como dice el autor, están para servir al ciudadano, pues son desde siempre servidores públicos, pero no sé cuándo la tortilla ha dado la vuelta y somos los ciudadanos los que servimos a una administración impasible y inhumana. Una pena que todo se vuelva impersonal y que la sociedad abandone a los más necesitados. Algo que deberíamos hacernos mirar. Reitero mi total coincidencia con todo lo relatado en este artículo. Ojalá mueva las masas y sea el incipiente para el cambio y que se acaben de una vez por todas la cita previa.

  6. Es de vergüenza tanta informática y tanta telemática impuesta a mas de la mitad de la población, la cual no tiene conocimiento de ello. Los funcionarios del INSS y de la TGSS , te atienden en la calle a través de unos pistoleros o vigilantes de seguridad, lo cual está prohibido, pues te preguntan por datos personales que no les corresponden saberlo y mientras los funcionarios escondidos en sus «cuarteles» sin dar la cara, es verdad que estamos al servicio de la administración y no al revés como debe de ser, por lo que comparto al autor de esta tribuna. Los bancos son otra vergüenza, los mayores están inseguros y nadie les ayuda y cada vez menos empleados para que te atiendan y no digamos los cajeros automáticos en la calle, donde estas expuesto a un tirón y un golpe como está ocurriendo. Menos políticos y asesores chupando del presupuesto y mas funcionarios que atiendan a quienes no saben. Esto es de pena y no hacen caso a nada esta pandilla de ineptos que imponen sus programas como ocurre en la Administración. El otro día tuve que presentar una demanda en el SERCLA Y NO PUDE DE LOS DATOS QUE PIDEN Y QUE NO LOS CONOCE PORQUE NO LOS TIENE, PERO ELLOS NO TE ADMITEN MAS QUE POR INTERNET. ESTO ES CANALLESCO CON LOS MAYORES Y LOS QUE NO CONOCEN LA INFORMÁTICA.

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